Hace más de dos años y medio que la vida de Ana Obregón cambió por completo. Tras pasar por su peor etapa con la muerte de su hijo Aless Lequio, la presentadora decidió recurrir a la gestación subrogada para traer al mundo a su nieta, e hija biológica de su hijo, Ana Sandra.
Una pequeña que a su corta edad ya ha protagonizado sus primeras portadas, y estas Navidades no iban a ser menos. Por ello, la actriz y Anita, como le llaman en casa, han hecho su tradicional posado en estas fechas especiales entre adornos y luces. Un reportaje en el que se aborda todo lo que está por llegar este 2025 y en el que hay más de una perla.
Que Ana Obregón es un personaje habitual en la revista ¡Hola! es algo de sobra sabido. Por ello, y tras varias portadas, ya es habitual verla junto a su nieta. “Se vuelve loca con el árbol, con las luces; voy a iluminar todo el seto y va a venir Papá Noel. Le pregunto qué quiere que le traiga Papá Noel y me dice: '¡Un tete!'”, ha confesado mostrando su felicidad con la pequeña.
Según se relata en el mencionado medio, la casa de la actriz ha dado un giro radical en los últimos años. Ahora, los juguetes y las pinturas han monopolizado el lugar, compartiendo espacio con los adornos navideños que tienen embelesada a la hija de Aless Lequio.
Ana Obregón: “Lo primero que dijo fue 'papá'”
Entre otras cosas, Ana Obregón ha querido volver a recalcar que su hijo está muy presente en su día a día y en la vida de Ana Sandra. Y es que si hay algo que ha querido hacer desde que es pequeña es ver álbumes de fotos de Aless: “Lo primero que dijo fue 'papá'. Cuando veía una foto de su padre, yo siempre le decía: 'Este es papá'”.
Tanto es así, que la habitación de la pequeña es la misma en la que vivió su padre, en la que no ha querido cambiar ni un solo objeto, hasta que acaben de remodelar un nuevo cuarto para la niña.

Ana Obregón celebrando la Navidad junto a Ana Sandra en años anteriores
Y si a Aless Lequio le llama 'papá', Ana Sandra llama 'mami' a su abuela. “Claro, me llama 'mami' porque no le voy a explicar a mi niña, tan pequeña, lo que ha pasado y tal”, ha confesado. Algo que, según relata, hace “dentro de la naturalidad” y quiere que se dirija a ella “como quiera”, pese a no ser su madre.
Pero si algo ha quedado claro es que la presentadora rebosa felicidad junto a su nieta, pese a que “la tristeza y el dolor no te los quita nadie”, según ha relatado: “Pero Anita es un pedacito de Aless. Es su sangre, son sus genes. Es que es lo que tengo vivo aquí, en la tierra”. Ahora, está deseando que llegue el nuevo año para seguir disfrutando con ella y que pueda empezar en el mismo colegio que fue su padre cuando tenía tres años.