Las Migas, pellizco flamenco a cuatro voces

En portada

El cuarteto, en plena gira estival, reivindica su esencia con cante, toque y mucho compás 

Las Migas, pellizco flamenco a cuatro voces
Video

El cuarteto, en plena gira estival, reivindica su esencia con cante, toque y mucho compás 

Las sorprendemos con las maletas hechas, con un pie aquí y el otro allá, rebosantes de energía para defender en los escenarios su nuevo trabajo discográfico. La sesión de fotos, en las Tres Xemeneies, el nuevo icono cultural de Barcelona, en la periferia de la ciudad. La conversación, días después, en una cafetería del Poblenou, al salir de un ensayo, agotadas. Las Migas han sido Libres, han sido Rumberas y ahora quieren ser Flamencas —así se titulan sus tres últimos discos—. ­Este nuevo proyecto representa un puñetazo sobre la mesa, la voluntad de mirar hacia atrás para reinterpretar desde una óptica contemporánea un estilo musical que ha sido clave para el grupo desde los comienzos.  

Las Migas recalarán en el Palau de la Música Catalana el 20 de noviembre

Las Migas recalarán en el Palau de la Música Catalana el 20 de noviembre

Bèla Adler

Para romper el hielo, con el fin de conocerlas un poco mejor, les proponemos un juego, un experimento, al que se avienen enseguida con entusiasmo: definirse entre sí, por turnos, mientras la aludida guarda silencio. Empezamos por Marta Robles (48 años, virgo), la única que permanece en la banda desde sus inicios, en 2004, cuando Las Migas constituían un pequeño secreto, una formación de culto que completaban la guitarra de Isabelle Laudenbach, el violín de Lisa Bause y la voz de Sílvia Pérez Cruz. ¿Cómo describen a Marta, la líder? Pues a decir de sus actuales compañeras, esta sevillana de Mairena del Aljarafe es «la superdotada del grupo, la superwoman, la que tiene las mejores ideas”. ¿Defectos? “Perfeccionista a más no poder, aunque también resulta una virtud a la hora de la creación”. Incorporada al grupo en 2013, la también guitarrista Alicia Grillo (36 años, géminis), cordobesa de Peñarroya-Pueblonuevo, supone en el grupo “la prudencia en persona, la que mejor sabe escuchar”. El único problemilla, quizá, pasa por su tardanza mañanera en arreglarse la melena.

El poder de la simplicidad. Marta lleva un vestido negro de gasa de Zara, mantilla de encaje negro ‘vintage’ aportada por las estilistas y pendientes castañuela de madera de Menkes

El poder de la simplicidad. Marta lleva un vestido negro de gasa de Zara, mantilla de encaje negro ‘vintage’ aportada por las estilistas y pendientes castañuela de madera de Menkes

Bèla Adler

Ahora vamos a por las migas más jóvenes: la violinista madrileña Laura Pacios (24 años, acuario) jamás tiene un no; se apunta a todos planes, una mujer de quien las compañeras de viaje subrayan su valentía a la hora de afrontar desafíos técnicos. Es que las que te dicen: “Sí, vale, lo hago; cuenta conmigo”. De la cantante Paula Ramírez (21 años, sagitario), sevillana del barrio de Triana, sus colegas aseguran que es la más afectuosa de las cuatro, la que más mimos necesita, aunque a veces le salga un poco el genio. “Es un cactus cariñoso. Tiene espinas pero echa una flor muy bonita”.

Todas coinciden en subrayar el esfuerzo personal ímprobo que ha realizado Paula Ramírez

Todas coinciden en subrayar el esfuerzo personal ímprobo que ha realizado Paula Ramírez, no solo por su juventud, sino también por incorporarse como cantante a un grupo por el que han desfilado voces excepcionales, como las de Sílvia Pérez Cruz y Alba Carmona, además de Begoña Salazar y Carolina Fernández, La Chispa. Para la recién incorporada el hecho de que tantas intérpretes buenas hayan dejado su estela en el conjunto no implica un peso, una espada sobre la cabeza, sino al revés, un acicate. Además, puntualiza Laura, la violinista, esas mutaciones, el tránsito de tantas mujeres, forma parte de la magia del grupo: “Se va construyendo un todo, vas recogiendo lo que otras sembraron; piensas: ah, qué bonito lo que hizo tal, pues voy a tomarlo y hacer lo mío con ello”. Las cuatro parecen mantener los egos bajos control.

Laura, con pan de
campo y ajo blanco de Veritas

Laura Pacios es la violinista del cuarteto

Bèla Adler

No deja de ser cierto que la salida de Pérez Cruz y su espléndida voz, con el propósito de emprender carrera en solitario, a finales de julio de 2011, modificó los equilibrios de la banda y zarandeó un tanto aquella primera propuesta de Las Migas. Pero fueron pasando los años y los discos —seis grabaciones de estudio—, y cada incorporación “ha sido una oportunidad para mejorar, para seguir ahondando en la fórmula, en nuestra huella inconfundible”, asegura Marta, la fundadora. A fin de cuentas, la vida fluye, los grupos suelen ser volátiles, y no hay en ello tragedia alguna. “¡Qué va! Los dramas son para otra cosa. Esto es música, y una tiene que estar a gusto haciendo musica con la gente que la rodea”. También hubo feeling con las anteriores componentes, confiesa la guitarrista sevillana, pero “siento que ahora nos tenemos un cariño especial, que hay una armonía muy bonita”.

Paula viste top abierto por el pecho y zapatos de Ingorokva, falda negra de seda Hanoi Capsule KM by LANGE, pulsera tubogás y cadena My Essence de diseño hilo twist de oro amarillo de Joyería Grau

Paula viste top abierto por el pecho y zapatos de Ingorokva, falda negra de seda Hanoi Capsule KM by LANGE, pulsera tubogás y cadena My Essence de diseño hilo twist de oro amarillo de Joyería Grau

Bèla Adler

El pellizco flamenco siempre estuvo ahí. Para defenderlo por derecho cuentan ahora con la voz de Paula —la descubrieron durante un festival en Sevilla, cuando entonaba una soleá— y con la colaboración, para el disco, de dos artistas gaditanos: el percusionista Paquito González y el guitarrista José Quevedo, Bolita. Entre ambos bordan las palmas y los jaleos en dos temas de Flamencas: Celos (tangos) y Agua (bulerías). También se percibe en la puesta en escena una depuración estética, cierta desnudez, un despojamiento de las hojas de la alcachofa hasta dejarla en el corazón de la esencia. La sobriedad del negro, la pureza del blanco. Sin estridencias.

La elegancia de la naturalidad. Alicia lleva vestido de Mango, leggings drapeados de Ingorokva, mantón de manila ‘vintage’ aportado por las estilistas, sandalia de Ingorokva y abanico de papel Raima hecho por la fotógrafa. A la derecha, Laura, con pan de campo y ajo blanco de Veritas

La elegancia de la naturalidad. Alicia lleva vestido de Mango, leggings drapeados de Ingorokva, mantón de manila ‘vintage’ aportado por las estilistas y sandalia de Ingorokva

Bèla Adler

“No sé qué dirán los flamencos tradicionales, pero yo me siento muy orgullosa del trabajo que hemos hecho; me parece un disco precioso”, aventura Marta. Desde luego, el flamenco ortodoxo suele ser inflexible, severo a veces, despiadado incluso si las propuestas chirrían. “En ocasiones —señala Alicia—, me siento muy a gusto de estar un poco más lejos de ese flamenco tan rígido, porque, entre nosotras, podemos ser nosotras, con libertad y tranquilidad. Y eso que los flamencos con los que hemos trabajado nos han tratado siempre con mucho cariño”. El universo del flamenco, sobre todo el de la guitarra, suele ser muy masculino. En alguna ocasión, años atrás, las guitarristas Marta y Alicia, ambas con más de 14 años de conservatorio y duros estudios musicales a las espaldas, se han encontrado con que las saludaban así en el local del concierto: “Hola, qué tal, ¿sois las bailaoras?”. Tal vez el problema radique en que en el flamenco, a diferencia de la música clásica, no hay partitura alguna, y para aprender necesitas de un grupo compacto, que te arrope y estimule para que te atrevas a soltarte. Paula, la cantaora trianera, también quiere meter cuchara en el asunto: “Es un mundo muy hermético, un arte muy difícil. No puede entrar cualquiera y hacer una barbaridad”. Las cuatro migas hablan desde un profundo respeto por lo jondo.

Lee también

El diálogo continuo entre dos guitarras, una de las señas de identidad de la banda, suena en Flamencas como un riachuelo de agua limpia: “Estamos acostumbradas a esa sonoridad y siempre la buscamos. Somos dos guitarras súper complementarias, y cada una de las dos cubre una tesitura distinta. Yo creo que Marta odia los unísonos”. La mencionada intervine: “Me cuesta mucho componer para una sola guitarra; no lo sé hacer. Se me queda pobre”. Otro de los sellos inconfundibles de la formación es el violín, instrumento impensable en un grupo de estirpe flamenca hace 20 años. Laura, de una sólida formación musical, con una vocación granítica —toca el violín desde los 4 años—, ha encontrado su lugar en el mundo: cuenta que cuando salía del instituto iba hasta el conservatorio a pie, escuchando a Las Migas en los auriculares. Un subidón cuando la ficharon.

Las Migas

Las Migas en Tres Xemeneies

Bèla Adler

La tercera marca irrenunciable del grupo es la vindicación de la mujer, un ensalzamiento que vuelve a estar presente en las letras: “Te quiero, y por eso quiero que seas libre. No quiero tener celos; yo a ti te quiero libre, gitana, y que vuelvas con el viento”. Para subrayar ese mensaje han contado en esta ocasión con la colaboración del grupo gallego Tanxugueiras en la pieza Grito, un clamor contra la desigualdad entre hombres y mujeres. “Nos han grabado panderetas y unas partes en gallego súper chulas. Ha quedado una canción con una energía femenina muy potente”, revela Marta.

Dejamos a Las Migas casi al pie de la escalerilla del avión. Prosiguen su gira, una travesía de actuaciones que recalará en el Palau de la Música Catalana el 20 de noviembre, una cita que encaran con ilusión y también cierto temblor. Las acompañarán en la ocasión otros migueros: Oriol Riart (contrabajo y arreglista del grupo), Alba Armengou (trompeta y coros), Marina Calleja (trombón y coros) y Abril Saurí (batería y coros). 

Fotografía y dirección artística: Bèla Adler. 

Asistente de fotografía: Edu Criado. 

Estilismo: Kati Lanhe y Gema Sales Cid. 

Maquillaje y peluquería: Paca Navarro y Rita Skomrova. Accesorios: Última Parada.

 Agradecimientos: Tres Xemeneies (Catalunya Media City)

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...