Michael Douglas, 81 años, actor, sobre Catherine Zeta-Jones: “Le dije después de unos treinta minutos: ‘Voy a ser el padre de tus hijos’. Sonaba bien, y ella respondió: ‘Ha llegado el momento de decir buenas noches’”
No fue a amor a primera vista
La actriz escuchó con atención, pero su reacción dejó claro que la historia no empezaba con el tono romántico que cabría imaginar
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En una entrevista con Larry King en 2001, Douglas recordó con detalle cómo se atrevió a dar un paso más
El Festival de Cine de Deauville, celebrado en Francia en 1996, fue el escenario en el que coincidieron dos de los intérpretes más reconocidos de Hollywood. Allí, entre proyecciones y encuentros, Michael Douglas se interesó rápidamente por Catherine Zeta-Jones, que en aquel momento estaba consolidando su carrera internacional.
Lo que empezó como una conversación informal acabó marcando el inicio de una relación que, con el tiempo, se convertiría en uno de los matrimonios más duraderos y seguidos del mundo del cine.
Hubo desencuentro
El envío de un ramo cambió por completo la relación entre los dos actores
En una entrevista con Larry King en 2001, Douglas recordó con detalle aquel primer encuentro y reveló qué le dijo a la actriz: “Sabes, voy a ser el padre de tus hijos”. Aquella frase, lejos de impresionarla, provocó que Zeta-Jones optara por terminar la charla con un gesto claro: “He oído mucho sobre ti y he visto mucho sobre ti, y creo que es hora de que te diga buenas noches”.
La reacción no desanimó al protagonista de Instinto básico, que buscó otra forma de acercarse a ella. Tal y como contó en esa misma conversación, decidió enviarle flores acompañadas de una disculpa, un gesto con el que logró suavizar el primer malentendido y que abrió la puerta a una relación que con el tiempo prosperó.
El actor optó por mandar flores junto a unas palabras de disculpa y ese detalle terminó por relajar la situación
El interés inicial de Douglas fue directo y atrevido, aunque no obtuvo la respuesta que esperaba. Sin embargo, ese arranque algo brusco se transformó en el inicio de una historia que no tardaría en consolidarse fuera del festival. Zeta-Jones, que en ese momento comenzaba a recibir papeles de mayor visibilidad, acabó dando una oportunidad a quien poco después se convertiría en su pareja.
El episodio en Deauville se ha repetido en numerosas entrevistas como ejemplo de cómo empezó una relación que parecía improbable. Douglas, ya entonces una figura consagrada, y Zeta-Jones, en plena proyección internacional, cruzaron caminos gracias a una frase que casi echa a perder el acercamiento y que terminó convirtiéndose en la anécdota más recordada de su historia conjunta.
Actualmente, más de dos décadas después, ambos siguen contando aquella primera conversación con cierta ironía, como el arranque poco convencional de un matrimonio que superó con creces lo que cualquiera habría imaginado en aquel festival.