“La belonefobia, comúnmente conocida como fobia a las agujas, es un trastorno de ansiedad que provoca un miedo intenso y desproporcionado ante la idea de someterse a inyecciones, extracciones de sangre y otros procedimientos médicos que impliquen el uso de objetos punzantes”, define en su página web HM Hospitales. Según sus explicaciones, la experiencia puede comportar elevados niveles de estrés a pesar de ser un momento muy breve.
Más de una persona en España tiene a un conocido o conocida que sufre de fobia a las agujas, sea familiar o amigo. La belonefobia va más allá de marearse o perder el conocimiento durante una analítica o donativo de sangre, ya que los objetos punzantes se encuentran en muchos más lugares de los que esperamos. Así lo expresaba la actriz Silvia Alonso en Me Pasa Una Cosa de Cadena SER, presentado por Manuel Burque.
“Todo tipo de agujas. O sea, todo tipo de agujas. Todo tipo de agujas que puedan penetrar en tu piel. Desde que te saquen sangre hasta una vía. Y luego lo iremos desarrollando porque en realidad no es simplemente una fobia a las agujas. A mí me gusta decir que es como una fobia a la invasión. ¿Por qué? Porque me pasa con pruebas, especialmente me pasa con cosas en la vida también, pero especialmente me pasa con cosas médicas invasivas. Véase ginecóloga”, exponía.
“Por ejemplo, tuve que ir varias veces a que me miraran las cuerdas vocales y te tienen que meter una cámara por la nariz. Con un cable, ¿no? No es muy agradable, pues por ejemplo eso, horrible también. Lo que pasa es que si te duermen, me parece bien. Pero claro, ¿qué pasa? Que la mayoría de los casos para dormirte te se dan por vena. Entonces ahí volvemos al punto inicial que es agujas”, sumaba.
Algunas de las agujas que fabrica la empresa Metal·lúrgica Folch
Un ciclo sin fin
Burque reiteraba el complicado círculo por el que debe pasar Alonso y otras personas que padecen belonefobia: la anestesia puede ser una alternativa fiable al miedo, pero la aguja sigue estando ahí. Esta afectación se extiende más allá de las agujas, con multitud de personas sufriendo de fobias vinculadas a elementos muy específicos de nuestro día a día. Aunque las cifras parecen minúsculas, representan a un sector destacado de gente.
“Según datos del Ministerio de Sanidad de España, la prevalencia de las fobias específicas en la población general es del 0,2%, siendo más común en mujeres (0,24%) que en hombres (0,14%). Estas fobias son más frecuentes en mujeres y en las edades centrales de la vida, con una prevalencia de 0,32% entre los 25 y 59 años”, especificaba HM Hospitales.


