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Nadine Sierra, la diva que odia a las Kardashian: “Se me permite tener una carrera de éxito pero no una relación feliz”

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Diva de la lírica y musa de la moda, la soprano que embelesa al mundo muestra su lado más genuino: entre dulzura, carácter y autenticidad, reivindica la belleza natural y su propio camino

Vestido estilo pareo, drapeado de gasa de seda rosa de Tot-Hom. Pendientes de oro amarillo de 18 quilates de Joieria Grau

Vestido estilo pareo, drapeado de gasa de seda rosa de Tot-Hom. Pendientes de oro amarillo de 18 quilates de Joieria Grau

Júlio Bárcena

Si alguna vez tienen ocasión de ver posar a una diva de la ópera en un editorial de moda, no la dejen pasar: les revelará de sí misma casi tanto como su expresiva voz en escena. Nadine Sierra (Fort Lauderdale, Florida, 1988), la soprano que embelesa al mundo, ha aparcado por un momento a la desdichada Traviata o a la enajenada Lucia de Lammermoor para entregarse al Magazine, decidida a asumir la tremenda responsabilidad de, como diría Sylvia Plath, ser una misma.

Entre sensual y coqueta, la Novia del Liceu –a donde regresa en febrero, antes de encarnar a Julieta en el Teatro Real- juega su partida ante el espejo y frente a la cámara. Se peina a su modo las cejas, se sube el tono labial y opina sobre qué vestido irá mejor con su personalidad. “Confía en mi instinto, con este rosa voy a estar increíble”, le dice al estilita señalando el Tot-Hom de gasa de seda que abre el reportaje. 

Entre sensual y coqueta, la Novia del Liceu juega su partida ante el espejo y frente a la cámara

Vestido de Ze García. Pendientes de oro blanco con aguamarinas, diamantes y esmeraldas de Joieria Grau
Vestido de Ze García. Pendientes de oro blanco con aguamarinas, diamantes y esmeraldas de Joieria GrauJúlio Bárcena

La diva quiere ser toda dulzura. También cuando se enfunda este Ze García en escote Bardot con el que deambula descalza por el exterior del Hotel Miramar, con Barcelona a sus pies. Sólo falta que entone ese Bésame mucho que ha adaptado a dúo con su novio, el joven y elegante contrabajista Marc André. Si aún no les han visto, entren en Instagram. ¡Menuda pareja de cine! El disco de Warner Classics está a punto de salir…

Fue la moda lo que les unió. Ella le contactó sin sospechar que aquel guapo francés 14 años menor estaría interesado… Lo de compartir escenario musical vino después. Nadine es la diva a la que se rifa el mundo de la lírica, sí, por su solidez, carisma y pirueta artística, pero también le encanta tener un pie en la moda. El mestizaje que le regalaron sus abuelos emigrados desde Puerto Rico y Nápoles más la hermosura de su madre lisboeta -“mírala aquí, con 18 años y esos ojos verdes”, muestra en una foto- la convierten en la diva del momento.

Vestido con escote Bardot con cuerpo tipo corsé y abertura lateral con adorno de Ze García
Vestido con escote Bardot con cuerpo tipo corsé y abertura lateral con adorno de Ze GarcíaJúlio Bárcena

¿Cuándo empezó a interesarse por la moda?

De muy joven. Mi hermana mayor es modelo, comenzó a los 12 años. Yo nunca me dediqué porque no era lo suficientemente delgada y tampoco quise forzarme, pero aprendí mucho de ella. Era preciosa de joven. Ahora las cosas son distintas, ya no encaja en la alta costura… la moda puede ser muy cruel. Yo he trabajado para Dior y la verdad es que los franceses son particulares, como los italianos. Pero siempre me ha interesado la moda: por el hecho de ser cantante ya has de ser consciente de cómo llevar la ropa y de qué te queda bien.

¿Hay gustos del pasado de los que reniegue?

Oh sí. De adolescente era muy popular delinearse los labios y que el brillo fuera más claro. No sé por qué me encantaba eso. Supongo que lo veía en ídolos como las Spice Girls. El error de mi hermana es que se hizo cosas en la cara y ahora, con 40, trabaja cada vez menos. Se hizo los labios sin necesidad, tuvo una mala reacción y ni el cirujano puede ayudarla. Y todo por esa odiosa influencia mundial que tiene la familia Kardashian, que son todas unas falsas.

¿Qué le gustaría inspirar como personaje influyente en el mundo de la moda?

Por desgracia, hoy nos inspiramos en modelos cuya influencia sobre hombres y mujeres se basa en sus inseguridades. Hasta el punto de que tienen que cambiarlo todo de sí mismos, pues esos modelos no son gente natural. Es terrible y manipulador, una influencia basada no en la belleza natural sino en algo creado en las salas de cirugía plástica. No hay ídolos genuinos y ninguno dice la verdad, todos pretenden que nunca se hicieron nada y que nacieron así.

Vestido de seda de Teresa Helbig. Pendientes de oro amarillo de 18 quilates de Joieria Grau
Vestido de seda de Teresa Helbig. Pendientes de oro amarillo de 18 quilates de Joieria GrauJúlio Bárcena

¿Añora una belleza natural?

En los noventa crecimos más sobre esta idea: cada belleza era distinta, cada chico o chica era distinto y bello. Y ahora todo el mundo quiere parecerse a lo mismo. Es robótico. Entiendo que quieras arreglarte algo para sentirte más segura pero no me gusta que esas Kardashian hagan su agosto porque odian su apariencia y quieren que otras personas odien también la suya. Se convierten en propietarias de los cuerpos y los looks de otras personas. Porque si te miras y crees que eres fea y quieres parecerte a la jodida Kim Kardashian… ¿eres dueña de tu cuerpo o es la jodida Kim Kardashian la dueña? Odio a esa familia. Sobre todo porque los hombres creen que son ellas las reales.

Usted tiene una hermosa madre a quien parecerse...

Mi madre a los 70 sigue siendo una belleza. Mi padre se prendó de ella al entrar en el banco en el que trabajaba en Florida. Son de lo que no hay: hace unos años se divorciaron, pero a los seis meses él ya le decía que no podía vivir sin ella. Comenzaron a quedar como amigos, luego a tener citas y finalmente se volvieron a casar. Las tres hermanas alucinábamos.

Para mí una diva es alguien humilde que trabaja duro y está abierta a aprender y mejorar”

Muy temperamental. Hábleme de su vida de diva.

Nunca estuve de acuerdo con lo que se suponía que era una diva. Tuve que descubrir por mí misma qué tipo de diva quería ser. No quería ser percibida como alguien desagradable y altiva. Me gusta la simplicidad y concentrarme en las cosas importantes. Para mí una diva es alguien humilde que trabaja duro y está abierta a aprender y mejorar. Alguien agradecido.

¿Es la Nadine que quiere mostrar en las redes?

Sí. Posteo mucho y sé que he de tener cuidado en cómo me represento, pero también quiero ser yo misma, sin posar. En este mundo de hoy que no celebra nada que sea natural, es importante recordar a la gente que está muy bien serlo.

Nadine Sierra en un recital en el Liceu el pasado abril; allí regresará en febrero
Nadine Sierra en un recital en el Liceu el pasado abril; allí regresará en febreroSergi Panizo

¿Cuán normal es su día a día?

Me levanto, desayuno, hago ejercicio… es importante para la voz estar en forma. Lo único anormal de mi vida es el calendario de viajes constantes.

Pero se sabe hacer al lugar. Le encantan, por ejemplo, las cafeterías de especialidad y las tiene localizadas. ¿Puede ser un buen plan pasar dos meses en una ciudad mientras hace una ópera?

A veces está bien, pero no es un buen plan. Echo de menos mi casa en Nueva York, dormir en mi cama, visitar a mis propios amigos y la rutina que tengo en casa. Viajando he de crear una nueva rutina en un nuevo sitio, lo cual puede ser inquietante. Por otra parte, tengo 37, no estoy casada ni tengo hijos, y eso tampoco es normal. Mis amigos ya han avanzado en este sentido. A veces siento que he llegado lejos en mi carrera pero no en mi vida personal. Mi vida no está solo para servirme a mí, sino a la familia que querría crear.

En el pasado, que la mujer fuera la mayor en la pareja era censurable. ¿Alguien se lo reprocha?

Mi familia no lo aprueba. A mi padre le disgustó mucho. Llevamos más de un año juntos y mi madre y mis hermanas todavía rechazan a mi novio. Creen que es Satanás y que está conmigo por interés. Al parecer se me permite tener una carrera de éxito pero no una relación feliz. 

Maricel Chavarría Espuny

Maricel Chavarría Espuny

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Es redactora de Guyana Guardian desde 1989, responsable en los últimos  años de las áreas de ópera, danza y música clásica para la sección de Cultura. Anteriormente se especializó en temas de igualdad entre sexos y solidaridad. Ha publicado series sobre la prostitución y la evolución de las costumbres sexuales. Nacida en 1967 en Tortosa, en la comarca del Baix Ebre, es licenciada en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona y en fotoperiodismo por el International Center of Photography de Nueva York