La imagen más famosa de Pura Lempuyang, con las puertas abiertas hacia el monte Agung, se ha convertido en uno de los reclamos turísticos más repetidos de Bali. La composición que parece reflejar un lago en primer plano no existe en realidad. Ese efecto se consigue con un espejo colocado bajo la cámara, lo que da la ilusión de que la puerta está rodeada de agua.
El lugar, además de ser uno de los templos más antiguos y venerados de la isla, ha visto cómo esta fotografía ha multiplicado el interés de visitantes de todo el mundo, que esperan durante horas para conseguir su turno.
Ni siquiera es real
Demasiada gente para tan poca cosa
En un vídeo publicado en su perfil de TikTok, Laura Méndez mostró lo que encontró al llegar a este complejo sagrado. Explicó que estaba en Pura Lempuyang, un templo con acceso restringido para mujeres durante la menstruación, algo que forma parte de las normas locales: “Me parece un engaño venir hasta aquí, no vengáis aparte si tienes la regla, no puedes entrar, cosa que no sé quién va a comprobar si tienes o no tienes la regla”.
Relató que recibió el número 406 para hacerse la foto y que en ese momento la fila avanzaba por “el ciento y pico”, lo que suponía más de tres horas y media de espera.
La creadora de contenido describió cómo funciona el sistema: una persona se encarga de ir llamando a los números, mientras otros visitantes aguardan en una zona próxima a las puertas para posar con el monte Agung al fondo. Contó también que la entrada le costó 55.000 rupias, unos seis euros, y que había decidido no esperar su turno para la imagen.
En el mismo vídeo, mostró a las decenas de personas que esperaban en la cola para posar en el lugar, una fila que avanzaba lentamente y que contrastaba con el aspecto sereno que transmite la imagen final. La visita le permitió conocer uno de los puntos más emblemáticos de la isla, aunque sin la foto que la mayoría busca llevarse de recuerdo.