Europa ofrece un montón de oportunidades para viajar y conocer otras culturas. Siempre hay un rincón nuevo esperando, aunque a veces parece que todo ya está visto. Lisboa, París, Roma… esos destinos que se repiten una y otra vez en las listas de imprescindibles. Pero lo cierto es que hay ciudades menos conocidas, igual de encantadoras, que pasan de puntillas entre los planes de viaje: Aveiro en Portugal, Lovaina en Bélgica, Mundaka en el País Vasco, Luxemburgo o el Condado de Clare en Irlanda. Y aunque parezca que en las redes parezca enseñarlo todo, todavía quedan lugares sorprendentes. Buendía, empresa especializada en experiencias y tours, recomienda cinco paradas que, la verdad, merecen estar en tu radar.
Las salinas de Aveiro

Las salinas de Aveiro son una experiencia única en Portugal
La Venecia de Portugal es una ciudad preciosa, llena de canales y edificios art nouveau. Ahora en verano ofrece la oportunidad de bañarse en una playa artificial cerca del centro. Además, a pocos kilómetros esperan las playas atlánticas con olas y arena fina.
Pero los más atrevidos, existe la posibilidad, no solo de visitar y conocer la historia salinera de la localidad, también pueden tomar un baño mineral en una de las nueve salinas que todavía quedan. La alta concentración de sal permite a las personas flotar como en el mar Muerto. A tan solo tres minutos del corazón de la ciudad, se ofrece esta experiencia relajante y única.
La fábrica de cerveza más grande del mundo en Lovaina

La cerveza Stella Artois es una de las más conocidas en Bélgica
Una de las ciudades más dinámicas de Flandes. Su plaza del Mercado deslumbra con arquitectura gótica, y su universidad, una de las más antiguas de Europa, llena las calles de vida. Bares, terrazas, bicicletas… y cerveza, mucha cerveza. Y es que aquí se encuentra la fábrica de Stella Artois, una de las grandes fábricas de esta bebida del muno, la Stella Artois, con más de 600 años de antigüedad. Una ruta por su interior nos llevará por la historia y el proceso de producción y, por supuesto, a catar el resultado. Una parada imprescindible para los amantes del lúpulo.
El surf en Mundaka

Surfeando las olas en Mundaka
Pequeño, marinero y con encanto. Así es Mundaka, en plena reserva de la biosfera de Urdaibai. Con menos de 2.000 habitantes, el pueblo presume de tener algunas de las mejores olas para surfear del mundo. Así es conocida su ola izquierda, Sobre todo su ola izquierda, que ha llegado a medir 4 metros de alto y 400 de largo, y que sirve como reclamo de surfistas de todo el mundo que llegan a sus playas con la intención de desafiarla.Para los que solo quieran mirar, la playa de Laidatxu permite tomar el sol y bañarse mientras se observa el espectáculo.
Los pasajes subterráneos de Luxemburgo

Luxemburgo cuenta con 17 kilómetros de túneles excavados en la roca
La ciudad que alberga algunas de las sedes de la Unión Europea no es muy grande pero posee un romántico casco antiguo lleno de callejuelas en un tramado medieval declarado patrimonio de la humanidad. Y bajo la superficie se esconde otra ciudad.
Se trata de sus casamatas: 17 kilómetros de túneles excavados en la roca que, en épocas de guerra, llegaron a albergar a 35.000 personas. Los túneles, cuevas y cavidades están distribuidos en varios niveles y alturas, a los que se accede a través de pasillos y escaleras. En algunas de sus salidas se pueden obtener las mejores vistas de la ciudad.
El castillo de Bunratty en el Condado de Clare

El castillo de Bunratty en Condado de Clare
Los verdes campos llenos de ovejas y los acantilados de vértigo son algunas de las imágenes más conocidas de Irlanda. Y en el Condado de Clare todo eso se hace realidad. Aquí, en pleno Geoparque del Burren y muy cerca de los Acantilados de Moher, se alza el castillo de Bunratty. Construido en el siglo XV y perfectamente conservado, fue residencia de los poderosos O’Brien. Dicen que el castillo tiene su propio banshee, espíritus que aparecen para anunciar una próxima muerte. La fortazleza forma parte de un “pueblo vivo”, donde la historia se mezcla con la tradición y un toque teatral.