Cuando se habla de vida nocturna, ciudades como París, Berlín, Ibiza o Nueva York suelen venir a la mente. Sus calles vibran con música en directo, discotecas abiertas hasta altas horas, bares de cócteles con vistas panorámicas y pubs históricos que han visto pasar generaciones de fiesteros.
La oferta es diversa (desde clubes con DJs internacionales, hasta bares de jazz escondidos en callejones o terrazas en azoteas donde se mezclan turistas y locales al caer la noche). Cada ciudad tiene su estilo, pero todas comparten un hilo común: la noche es un espacio de encuentro, diversión y cultura urbana.
Entre bares que abren hasta la madrugada, discotecas con diferentes ambientes y locales musicales que ofrecen desde pop hasta electrónica, la vida nocturna se convierte en una experiencia que va más allá de tomar una copa. Es vivir la ciudad desde otra perspectiva, conocer gente y crear recuerdos que permanecen.
Barcelona lidera la lista mundial de vida nocturna
Barcelona, la reina de la noche
Según un reciente estudio de la plataforma de entretenimiento JB, Barcelona se sitúa en el primer puesto mundial en cuanto a vida nocturna. El informe revela, además, que cinco de las diez ciudades mejor valoradas están en Europa, gracias a su amplia oferta de bares, precios de bebidas accesibles y horarios de cierre más flexibles que en otros destinos.
Barcelona, como decimos, destaca con más de 300 bares y pubs por cada 100 km, un precio medio de las bebidas de 4 euros y un horario medio de cierre a las 6 de la mañana. Otras ciudades europeas como París, Tiflis, Praga y Budapest también aparecen entre las diez primeras, con precios medios de 2,50 euros por bebida y locales muy bien valorados. Tokio ocupó el tercer lugar gracias a su seguridad, mientras que Seúl, Ereván, Bangkok y Bali completan el top 10.
Celebración de fin de año en la discoteca Luz de Gas. Barcelona, 1 de Enero de 2023
En este contexto, un portavoz de JB recuerda que la seguridad es un factor clave: “Una ciudad puede tener bebidas a 2 dólares, pero si te preocupa volver al hotel a medianoche, esos cócteles baratos no merecen la pena”, subraya.
La vida nocturna como parte del viaje
El estudio también reveló que cuatro de cada diez turistas salen a beber cuando viajan y que el gasto en vida nocturna representa alrededor del 15 % del presupuesto total de las vacaciones. Otra investigación de Aqua en Reino Unido apunta que los adultos gastan de media 3.776 libras al año en discotecas, bares y pubs, aunque solo un 9 % asistió a un club en el último año, mientras que más de un tercio gastó en bares y pubs.
La vida nocturna como parte del viaje
Ereván, la sorpresa emergente
No todas las ciudades conocidas por su vida nocturna son tan obvias. Ereván, la capital de Armenia, ocupa el séptimo puesto mundial en el ranking de JB gracias a su ambiente vibrante, sus bares en azoteas y la popular Calle del Vino.
La ciudad cuenta con 33 bares nocturnos y 48 actividades nocturnas por cada 100 km², con un precio medio de bebidas de 3,40 dólares y horarios de cierre alrededor de las 4 de la madrugada. Esto la sitúa por delante de destinos más reconocidos como Bangkok o Tiflis y la convierte en una opción emergente para los viajeros que buscan experiencias únicas.
Los tardeos, la nueva tendencia
Aunque no forman parte de la vida nocturna tradicional, los tardeos en Barcelona también están ganando popularidad. Estos encuentros vespertinos combinan música, tapas y copas al aire libre, ofreciendo una transición perfecta entre la tarde y la noche y dando otra dimensión al ocio urbano. Poco a poco, se han convertido en una alternativa que complementa la oferta nocturna y atrae tanto a locales como a turistas.
En resumen, Barcelona combina ambiente, precios accesibles y una gran variedad de locales, consolidándose como la ciudad europea donde la noche cobra vida. Pasear por sus calles iluminadas, descubrir bares y discotecas, o disfrutar de un tardeo con amigos convierte cada salida en una experiencia única que refleja la esencia vibrante de la ciudad. La noche en Barcelona invita a dejarse llevar, descubrir nuevos rincones y vivir momentos que se quedan en la memoria.


