Parecen estar perpetuamente molestos y todo les resulta tedioso. Salvo concentrarse en sus teléfonos celulares y reunirse con amistades. Pero, ¿qué ocurre cuando las amistades quedan al margen? Eso es lo que acontece durante las vacaciones, cuando progenitores de jóvenes deciden emprender un periplo y arrastrar consigo a sus descendientes de semblante adusto. Sin la presencia de amistades, las horas se prolongan, los ojos se giran y los diálogos se limitan a un “vale” o, si hay fortuna, a un “no sé”.
En ese momento, muchos progenitores comprenden que los lugares family friendly son adecuados para los infantes… pero resultan insuficientes para aquellos que ya no asisten al miniclub en absoluto. Actualmente, no abundan las opciones vacacionales diseñadas para viajar con jóvenes. Y es un equívoco suponer que no son necesarios. Constituyen un público encantador, aunque exigente, que solicita sin reservas un nivel de autonomía, conectividad (of course) y algo de entretenimiento adaptado a sus gustos. Si ellos disfrutan, la mitad del viaje exitoso ya está asegurado.
Una adolescente contemplando las vistas de Génova desde el 'MSC World Europa'
Las empresas de transporte marítimo se encuentran entre las entidades turísticas que con mayor firmeza han respaldado iniciativas concretas dirigidas a los teenagers. A bordo, existe una considerable cantidad de tiempo que requiere ser ocupado, y un número creciente de viajeros se sitúa en el rango de edad de 12 a 17 años. MSC Cruceros destaca como una de las organizaciones pioneras en el desarrollo de programas diseñados para jóvenes, habiendo implementado a nivel global un plan destinado a este grupo demográfico desde el año 2023. “Cada vez hay más adolescentes a bordo y queríamos evolucionar con ellos”, detalla Antony James, quien ostenta el cargo de director de Operaciones de Entretenimiento Familiar en MSC.
Los programas de entretenimiento de realidad virtual gozan de gran popularidad entre los jóvenes.
La empresa optó por extender sus operaciones, fortalecer áreas y brindar hasta ocho horas diarias de actividades dedicadas, abarcando desde disciplinas deportivas y torneos de videojuegos hasta celebraciones con DJ, sesiones de karaoke y vivencias de realidad virtual. “Nuestro enfoque consiste en conectar con los jóvenes antes, durante y después del crucero”, comenta James, quien señala que la iniciativa abarca además producciones seriadas en línea, material para plataformas sociales e incluso un video musical —Cabin 12006— con la participación de figuras influyentes para la audiencia juvenil.
Explorar la sala de juegos de cualquier embarcación es una alternativa, aunque con frecuencia limitada.
En el MSC World Europa, una embarcación que participa en este programa, la motivación de los jóvenes parece evidente: “Además de las pantallas, lo que más les atrae son los deportes. Siempre que hay fútbol o baloncesto en el programa, se llena”, comenta Macarena, Gerente de Personal Juvenil de la nave. Los campeonatos de FIFA y PlayStation sirven como punto de partida, un primer entorno para disipar la timidez antes de participar en propuestas más activas.
Sin embargo, aparte de la diversión, muchos anhelan algo tan básico como la camaradería. Ilenia, otra de las animadoras juveniles a bordo, es testigo de ello a diario: “Buscan un ambiente donde puedan ser ellos mismos. No solo jugar: también hablar. Muchos me cuentan cosas de su vida”. Según sus propias palabras, lo que hallan en ese rincón para jóvenes es “un lugar seguro”, un lugar donde saben que hay alguien que les presta atención y se dirige a ellos por su nombre.
Ocho horas diarias de diversión con deportes, baile y socialización.
Los jóvenes cuentan con sus propios recintos a los que los mayores no pueden acceder, permitiéndose la entrada únicamente a los supervisores.
El equilibrio entre libertad y estructura es delicado, pero fundamental. “Si no les das un plan a seguir, se dispersan”, explica Macarena. “Pero cuando tienen horarios —como el torneo de FIFA a las cinco— se organizan entre ellos, se citan y empiezan a socializar”. Y es ahí, en ese pequeño engranaje de encuentros espontáneos dentro de una estructura flexible, cuando sucede la magia. “Cuando el adolescente encuentra un grupo de amigos, lo tiene todo. Y muchas de esas amistades continúan después del viaje”, añade. La generación Z no es solo digital: necesita interacción real. Que les den espacio, pero también razones para ocuparlo.
El 'MSC World Europa' dispone de un simulador de Fórmula 1 que los jóvenes disfrutan enormemente.
Detrás de cada una de estas dinámicas hay un equipo formado pero, sobre todo, joven. Muchos de los monitores contratados por MSC provienen de colegios, campamentos u hoteles, y todos reciben capacitación adicional a bordo. La inversión tecnológica también es notable: “Hemos invertido mucho en tecnología; queremos que los espacios teens tengan las últimas consolas, juegos y equipos de realidad virtual”, explica el director de operaciones de entretenimiento familiar de MSC, quien predice que en el futuro el entretenimiento juvenil será “aún más digital”, con mayor realidad virtual, competiciones de e-sports y actividades conectadas a redes sociales, pero sin descuidar la sostenibilidad, un asunto que, afirma, capta cada vez más el interés de los adolescentes.
Las embarcaciones también ofrecen una variedad de entretenimientos para personas de todas las edades, incluyendo actividades lúdicas.
Se dan por sentados los idiomas. De hecho, la coexistencia entre distintas nacionalidades a bordo representa uno de los desafíos significativos que enfrentan a diario. “Italianos, españoles y brasileños son quienes más rápido se abren -cuenta Ilenia- Estadounidenses y alemanes tardan un poco más, pero al final todos acaban conectando”. “El inglés suele ser el idioma común, aunque italianos y españoles casi siempre se entienden sin esfuerzo”, comenta en tono de broma.
Para Macarena, la figura del animador es fundamental para que esa fusión cultural prospere: “Es quien unifica, observa y conecta. A veces solo necesitan a alguien que rompa el hielo”. Y la fusión tiene éxito, a pesar de que a veces los jóvenes arriben en grupos según su lengua; la oferta de dinámicas los termina entrelazando, desafiando y uniendo.
Con frecuencia, progenitores y descendientes se reúnen en los autos de choque del 'MSC Europa' para culminar un día.
“Hacer amigos y sentirse parte de un grupo es lo que más valoran”, Ilenia, retoma tu vida. Y al suceder eso, el trayecto completo se transforma. Esto también aplica a los progenitores, quienes, con asombro, se dan cuenta de que sus descendientes no solo no están desmotivados, sino que han hallado su sitio. Tal como afirma Macarena, con la convicción de alguien que ha presenciado innumerables cambios a bordo: “Cuando logras que participen y se diviertan… la satisfacción es enorme”.
