Ruta de Las Pasarelas de Alquézar: una opción invernal para desconectar del bullicio navideño y disfrutar de la naturaleza circundante
Las Pasarelas de Alquézar
Alquézar, aclamado como uno de los pueblos medievales más encantadores de España, se postula como el destino perfecto para una escapada invernal, ofreciendo la oportunidad de explorar su entorno natural y participar en emocionantes actividades de aventura.

Vista aérea de Alquezar al atardecer, España

Cada vez más individuos optan por alejarse del ajetreo de las calles céntricas durante la temporada navideña. En Barcelona, por ejemplo, un paseo por el Passeig de Gràcia o incluso por la Diagonal puede resultar una vivencia agobiante; con la proximidad de las festividades, las arterias urbanas se ven repletas de personas en busca de obsequios de última hora.
No obstante, aquellos que disfrutan de tiempo libre y la posibilidad de desplazarse están explorando maneras novedosas de celebrar la Navidad y aprovechar diciembre de forma distinta, ya sea en compañía de amistades, su cónyuge o su parentela. Para los individuos que desean imprimir un matiz singular a sus festividades y escapar de la monotonía citadina, adentrarse en el entorno natural emerge como una de las alternativas más destacadas.
Para los residentes de Barcelona, quienes tienen tanto la playa como la montaña a su alcance, escapar de la urbe resulta fácil. A una distancia de menos de tres horas, se halla Alquézar, un poblado desde el cual es posible emprender variadas excursiones y gozar de unos días de tranquilidad sin apartarse excesivamente de la metrópoli.

Alquézar, aclamado como uno de los pueblos más pintorescos de España
Se trata de una localidad de escasa población, con menos de 300 residentes, situada dentro del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, en la región del Somontano, dentro de la provincia de Huesca. Hoy en día, es reconocido como uno de los pueblos de la época medieval más encantadores de España. Partiendo del núcleo urbano, es posible llegar a diversos puntos panorámicos que ofrecen vistas de un entorno natural impresionante, caracterizado por la vegetación y el desfiladero del río Vero.
Cada una de sus calles exhibe una porción de la historia del lugar, y su apariencia medieval se ha mantenido prácticamente inalterada a lo largo de los años. El paseo se desarrolla por caminos adoquinados, unidos de forma fluida por pasajes angostos, siguiendo un diseño de procedencia musulmana, con rutas elevadas y estrechas que nos transportan al siglo IX. El centro histórico se estructura alrededor de la Colegiata de Santa María la Mayor, una edificación románica del siglo XI que ofrece panorámicas excepcionales del desfiladero del río Vero.

La existencia en la localidad se centra en la oferta de turismo rural y de naturaleza, si bien conserva una cadencia tranquila cuando no es temporada alta. En los meses invernales, numerosas viviendas permanecen desocupadas y, al pasear por sus vías, la quietud acentúa la impresión de un lugar anclado en el pasado. No obstante, algunos establecimientos hosteleros y modestos comedores continúan ofreciendo servicio, y en ellos se congregan residentes locales, excursionistas y montañeros.
Alquézar also maintains a strong connection to rock art, as the Vero River area hosts numerous prehistoric paintings, designated as a World Heritage site by UNESCO. This aspect is less prominent than the historic town center, but it's crucial for grasping the site's cultural significance.
La Ruta de las Pasarelas
Una de las vivencias más gratificantes es la Ruta de Las Pasarelas, un sendero montañoso de aproximadamente dos horas que circunda el pueblo medieval de Alquézar. Esta travesía, inmersa en la naturaleza y con un toque de emoción, es perfecta para compartir con tus seres queridos. Es fundamental llevar calzado apropiado para la montaña y acorde al clima del día, puesto que algunos segmentos pueden tornarse resbaladizos después de llover.

El tramo inicial presenta una sucesión de peldaños que podrían volverse difíciles con humedad. Por consiguiente, se aconseja revisar el pronóstico meteorológico antes de emprender la marcha o comunicarse con el personal encargado del recorrido para verificar el estado. La página web oficial emite una advertencia indicando que “se debe mirar las previsiones meteorológicas para el día de la visita. En caso de condiciones adversas, el recorrido puede sufrir variaciones de horario o incluso el cierre de la ruta.”
El sitio web advierte que la sección inicial es empinada y puede volverse muy resbaladiza, sobre todo si llueve o caen hojas; la parte final está muy expuesta al sol, así que es aconsejable llevar agua incluso en jornadas templadas. Por último, las entradas compradas en línea tienen prioridad sobre las de ventanilla y el coste de entrada es de 5 euros. El horario de acceso al sendero es de 9:00 a 16:00, todos los días de la semana.
Gastronomía: ¿dónde se come mejor en el pueblo?
Si optas por iniciar el sendero a primera hora, es fundamental que tomes un buen desayuno y te recargues de energía para la caminata. Muy cerca de la entrada al sendero, hallarás la Panadería La Colegiata. Este modesto local ofrece opciones para el desayuno como dobladillos salados, cruasanes e incluso café. Adyacente a la panadería hay una pequeña plaza donde puedes hacer una pausa para disfrutar de tu comida matutina.
Para alimentarse, tiene la opción de visitar Casa Pardina, un establecimiento de gestión familiar ubicado en el corazón del casco antiguo de Alquézar, emplazado en una edificación histórica con panorámicas al río Vero. Este local se distingue por su gastronomía aragonesa de corte clásico, preparada con ingredientes de proximidad del Somontano. El menú incluye especialidades como la chanfaina con chiretas, estofados de caza y caracoles al ajaceite.

Una alternativa ubicada en el corazón de la ciudad es el restaurante Cueva Reina. Este local de restauración es célebre por su cocina mediterránea y de fusión, que fusiona gustos españoles de antaño. El menú presenta creaciones culinarias con ingredientes de la región, postres caseros y un extenso surtido de caldos, cervezas y combinados.
¿Dónde desconectar?
Para quienes buscan desconectar en una escapada de este tipo, los hoteles han perdido su atractivo, ya que no consiguen proporcionar la sensación de desconexión deseada. El camping, por su parte, emerge como una opción distinta para aquellos que desean romper con la rutina por un tiempo.
En Alquézar, por ejemplo, se ubica Kampaoh, un lugar donde las tiendas ya se encuentran instaladas y provistas de todo lo necesario, eliminando así la tarea de organizar el campamento. Su emplazamiento facilita el acceso a actividades recreativas al aire libre y posibilita una vivencia más genuina en el entorno natural.

Este lugar se distingue por su armonía con el entorno y su compromiso con la sostenibilidad. Las edificaciones se integran al paisaje, promoviendo un vínculo con la naturaleza. Aparte de espacios para tiendas y caravanas, se ofrecen bungalows y mobil-homes completamente amueblados.
Los huéspedes pueden deleitarse con una piscina, un restaurante y un supermercado, además de beneficiarse de la proximidad a senderos para caminatas, barranquismo o escalada, experimentando así una escapada tanto activa como apacible.

