Dormir junto un gato puede parecer un gesto de afecto incondicional, pero según la Paula Calvo, experta en antrozoología, esa interpretación es más humana que propiamente felina.
“¿Pensabas que si tu gato duerme contigo es porque ‘te quiere más’? La realidad es distinta”, afirma la especialista, quien señala que los gatos eligen sus lugares de descanso principalmente por comodidad, seguridad y experiencias previas, y no necesariamente como una demostración de amor exclusivo.
Paula hace hincapié en que, si bien compartir la cama puede ser una señal de confianza, no es la única forma que tiene un gato de expresar esa unión hacia su tutor.
“Dormir contigo puede ser una señal de confianza, pero no es la única forma de vínculo. Muchos gatos muy conectados con sus tutores prefieren descansar en otros lugares tranquilos”, explica en su publicación de redes sociales.
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Un gato que opta por otro rincón de la casa no debe ser visto como distante o menos cariñoso, sino simplemente como alguien que busca un entorno más adecuado a sus necesidades.
La experta cita estudios como los de Vitale et al., que evidencian que los gatos eligen la proximidad social en función de la confianza y de sus experiencias pasadas. En este sentido, dormir en la cama del tutor puede deberse a que el lugar le resulta cálido y seguro, más que a una preferencia emocional.
Bostezo
“La preferencia por dormir contigo no siempre está ligada al afecto”, apunta Paula. Incluso gatos que nunca comparten la cama pueden estar profundamente vinculados con sus humanos a través de otras formas de interacción diaria.
Por último, subraya que cada gato es diferente, con sus propias rutinas y preferencias y lo importante no es tanto el lugar donde duerme, sino cómo se comporta y se relaciona a lo largo del día.
“Dormir contigo es una de tantas formas de mostrar confianza, no la única. Lo importante no es dónde duerme, sino cómo se siente a tu lado durante el día”, concluye.



