La veterinaria Neus Candela ha hecho hincapié en los riesgos que implica basar la alimentación de perros y gatos únicamente en pienso.
Según la especialista, “los perros y gatos que comen comida fresca están mejor hidratados que los que comen pienso y su orina no está tan concentrada”, un factor clave en la prevención de problemas urinarios.
Neus subraya que muchos dueños y profesionales buscan la solución en la composición química de los alimentos comerciales, cuando el verdadero problema radica en la falta de hidratación.
La experta apunta cómo la incidencia de cristales y cálculos, especialmente de estruvita y oxalato, es mucho mayor en animales que consumen pienso frente a aquellos alimentados con comida fresca.
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“Tenemos una incidencia muy alta de cristales hidrolitos, especialmente de estrubita y oxalato. Los tratamos con pienso de prescripción restrictivos desde el punto de vista nutricional. Pero el problema real no lo estamos tocando. La deshidratación crónica es un error”, advirtió.
El motivo, explica Neus, se halla en la diferencia de agua entre ambos tipos de alimentación. Mientras que el pienso contiene apenas un 8–10% de humedad, la comida fresca alcanza hasta un 70%.

Perro y gato, a punto de comer
“Orina concentrada significa más cristales. Es muy sencillo: cuando comen comida fresca, están mejor hidratados y la orina no está tan concentrada. Este factor es clave para el desarrollo de piedras y cristales”, insistió.
Para la veterinaria, la clave del manejo nutricional de estas patologías no pasa por restringir nutrientes sino por favorecer la hidratación natural del animal. “El manejo de cristales y cálculos desde el punto de vista nutricional es más exitoso con comida fresca que con piensos restrictivos”, señaló.