Neus Candela, who is a veterinarian, talks about inflammatory bowel conditions in canines: “Un intestino inflamado no tolera bien dietas grasas, por muy 'natural' que sea la proteína”
Salud animal
La especialista en nutrición canina señala varios errores que los veterinarios suelen incurrir al abordar ciertas patologías.
Neus Candela, especialista en alimentación para perros: “La dieta cruda en perros no es super peligrosa por las bacterias y parásitos, se trata de un mito común que debemos desmentir”

Neus Candela, who is a veterinarian, talks about inflammatory bowel conditions in canines: “Un intestino inflamado no tolera bien dietas grasas, por muy 'natural' que sea la proteína”
Quienes sufren de inflamación intestinal experimentan un gran malestar. Saben que ciertos alimentos les causarán dolor e hinchazón, por lo que deben evitarlos. Al igual que los humanos, los animales también pueden ser afectados por esta condición. En tales casos, se busca atención veterinaria. No obstante, la veterinaria Neus Candela advierte sobre errores comunes que ocurren durante el manejo de estos tratamientos.
La experta en la salud de los animales decidió darle un giro a su vida. Dejó su trabajo en una clínica, montó una asesoría por su cuenta y ahora triunfa en las redes sociales. Especializada en la alimentación, sus 38.500 seguidores en Instagram agradecen sus consejos. En la última publicación que ha compartido, ha criticado medidas que se llevan a cabo cuando un peludo tiene una enfermedad inflamatoria intestinal.
“Hay un error en el manejo de la enfermedad inflamatoria intestinal que comete el 99% de los veterinarios. Cuando lo entiendes, empiezas a resolver los casos 'imposibles'. ¿Tu paciente lleva meses con hidrolizado (alimento procesado de tal forma que alguna de las moléculas que lo componen se han subdividido) y sigue con crisis? No es una enfermedad inflamatoria intestinal refractaria”, explains Doctor Candela. She then lists four common mistakes she frequently notices.
El primero de estos puntos se refiere a la preferencia por alimentos hidrolizados en lugar de dietas preparadas en casa: “Si el hidrolizado no funciona, insiste menos y cambia de estrategia. Los pacientes con inflamatoria intestinal refractaria necesitan dietas simples y limpias, no ultraprocesados con 15 ingredientes y aditivos”. El segundo error que se detalla está vinculado a la falta de tiempo: “Una dieta de eliminación necesita mínimo 8 semanas, sin añadir nada. Cada cambio reinicia el proceso”.
Los lípidos no son un buen complemento para los caninos que sufren de afecciones estomacales.
La experta en nutrición animal señala un tercer error relacionado con la cantidad de grasas en la alimentación: “Un intestino inflamado no tolera bien dietas grasas, por muy 'natural' que sea la proteína”. Finalmente, desaconseja realizar diagnósticos apresurados que ignoren posibles afecciones, como la pancreatitis crónica: “El 90% de las diarreas recurrentes tienen pancreatitis crónica de base. Si no mides lipasa específica en crisis, te falta una pieza clave”.
Para concluir la publicación, y como recomendación final, Candela expone su método de tratamiento para pacientes de esta índole y los beneficios obtenidos: “Una dieta de eliminación bien hecha, baja en grasa, ocho semanas reales, descartar pancreatitis y, si hace falta, enzimas digestivas. ¿Resultado? La inflamación baja sola, sin corticoides”. La declaración final se dirige a aquellos profesionales que estiman que estas patologías no tienen remedio: “La mayoría de enfermedades inflamatorias intestinales 'intratables' no necesitan más fármacos, necesitan otro enfoque”.
Es fundamental administrar el cuidado apropiado a los caninos que experimentan alguna afección de esta naturaleza, dado que les impacta significativamente a nivel interno. Una investigación académica denominada 'The gut bacteria of canines experiencing sudden diarrhea and idiopathic inflammatory bowel disease', divulgada en el año 2012, evidenció que los animales de compañía con una condición similar manifestaban “disbiosis bacteriana en muestras fecales de perros con diversos trastornos gastrointestinales. Los grupos bacterianos que disminuyeron comúnmente durante la diarrea son importantes productores de ácidos grasos de cadena corta y pueden ser importantes para la salud intestinal canina”.

