Muchos tutores se preguntan si es necesario sacar al perro siempre a la misma hora o si pueden adaptar los paseos a su propio ritmo de vida. Aunque a simple vista pueda parecer un detalle menor, la realidad es que para la mayoría de los perros el horario del paseo no es solo una cuestión logística: marca el ritmo de su día, organiza sus necesidades fisiológicas y les aporta seguridad. La regularidad —o la falta de ella— puede influir en su nivel de estrés, en cómo gestionan la soledad e incluso en su conducta dentro de casa. Entender cómo afectan estos cambios ayuda a prevenir problemas y a ofrecerles un bienestar más completo.
La predictibilidad reduce el estrés y les ayuda a saber qué esperar en su día a día. Sin embargo, la forma en que gestionamos esa rutina puede marcar una gran diferencia
La falta de un horario de paseo fijo puede generar inseguridad y estrés en los perros.
¿Cuál es la rutina perfecta?
“Los perros, al igual que las personas, se sienten más seguros con una rutina. La predictibilidad reduce el estrés y les ayuda a saber qué esperar en su día a día. Sin embargo, la forma en que gestionamos esa rutina puede marcar una gran diferencia”, explica Chris Giribets, veterinaria etóloga y adiestradora. Si paseas a tu perro en horarios completamente diferentes cada día, pueden surgir varios problemas. Por ejemplo, “los perros más sensibles o inseguros pueden experimientar ansiedad y estrés”.
Para ellos, apunta la experta, la falta de un horario de paseo fijo puede generar inseguridad y estrés. “Esto se puede manifestar con comportamientos como ladridos excesivos, inquietud o incluso problemas digestivos, ya que no saben cuándo saldrán a hacer sus necesidades”. En el otro lado están los perros más seguros y resilientes, que pueden manejar mayor variabilidad en sus horarios, aunque “una base de ruina sólida les sigue aportando mucha calma y estabilidad”, apunta.
Estos pilares de estabilidad le darán la tranquilidad que necesita. Además, puedes establecer una rutina dentro del paseo
Por tanto, si tu vida te exige de horarios de paseos variables, el objetivo no es eliminar la rutina, sino hacer que tu perro sea más flexible y adaptable. “La clave es fortalecer su seguridad y confianza. Lo ideal es empezar con una base sólida, manteniendo una rutina de paseos lo más constante posible. Una vez que tu perro se sienta seguro, puedes empezar a variar los horarios poco a poco. Por ejemplo, un día salgan 30 minutos antes y al día siguiente 30 minutos después”, aconseja Giribets.
Según la veterinaria Chris Giribets, lo ideal es empezar con una base sólida, manteniendo una rutina de paseos lo más constante posible.
Además, un aspecto diferencial puede ser compensar la variabilidad en los paseos con otras rutinas rijas como los horarios de comida, juego y enriquecimiento mental. “Estos pilares de estabilidad le darán la tranquilidad que necesita. Además, puedes establecer una rutina dentro del paseo: aunque la hora cambie, mantengan una secuencia de actividades similar”, apunta. Por ejemplo, siempre empezar con 10 minutos de olfateo o acabar la rutina con un juego. “Esto le puede ofrecer predictibilidad, aunque el horario no sea el mismo”.
“En resumen, la rutina es crucial para todos los perros, pero la forma de gestionarla puede ser moldeable. Si trabajas en la seguridad de tu perro y eres constante en otros aspectos, lograrás que se adapte mejor a los cambios y disfrute de los paseos, independientemente de la hora”, apunta la veterinaria etóloga. Y en la práctica, esto se traduce en ofrecer una base— aunque los horarios de los paseos varíen por diferentes razones— para que el perro tenga suficiente estabilidad y pueda afrontar los cambios sin estrés.
Para esta respuesta se ha consultado con profesionales veterinarios y especialistas de la red de Pets & Vets. La información proporcionada se basa en criterios generales y recomendaciones orientativas. En ningún caso sustituye una consulta veterinaria personalizada, necesaria para valorar cada caso de forma individual, integral y clínica.


