Ola Källenius, director de Mercedes-Benz, sobre la prohibición de vender coches de combustión en 2035: “Tenemos que hacer una revisión de la realidad o nos estrellaremos a toda velocidad contra la pared”
Automoción europea
El CEO advierte de un posible colapso industrial si la UE mantiene su hoja de ruta
Ola Källenius, CEO de Mercedes-Benz: “Hemos hecho un cambio de rumbo; los motores de combustión electrificados de alta tecnología durarán más de lo previsto inicialmente”

Ola Kaellenius es el CEO de Mercedes-Benz y presidente de la Asociación Europea del Automóvil
El director general de Mercedes-Benz, Ola Källenius, ha lanzado un mensaje contundente sobre el futuro inmediato de la automoción en Europa. En declaraciones recogidas por el diario Handelsblatt y citadas porLa Gaceta de la Iberosfera, el CEO alemán alertó de los riesgos que entraña mantener sin cambios la actual política climática de la Unión Europea, que contempla prohibir la venta de coches nuevos de combustión interna a partir de 2035.
Una advertencia sobre el cómo
Su crítica representa también la postura de la Asociación Europea del Automóvil (ACEA), entidad que preside. Y es que la industria ve con creciente inquietud cómo se endurecen los límites sin que se ajusten al ritmo real de transición tecnológica ni al comportamiento del consumidor. “Tenemos que hacer una revisión de la realidad. De lo contrario, nos estrellaremos a toda velocidad contra la pared”, defiende Källenius.

Según el Parlamento Europeo, el objetivo es claro: reducir un 55% las emisiones de los turismos y un 50% las de las furgonetas en 2030 respecto a los niveles de 2021, hasta llegar al 100% en 2035. Esto significa que a partir de ese año, cualquier coche nuevo que se venda en la UE deberá ser de cero emisiones de CO₂. La medida asegurando que no se obligará a retirar coches actuales, sino que se apuesta por renovar el parque móvil progresivamente hasta lograr la neutralidad en 2050. Pero ese matiz no convence a todos en la industria.
Källenius defiende la descarbonización del transporte, pero advierte que debe hacerse con criterio tecnológico neutral. No se opone al cambio, sino al método. “Por supuesto que tenemos que descarbonizarnos, pero debe hacerse de forma tecnológicamente neutral. No debemos perder de vista nuestra economía”, subraya.
El líder de Mercedes-Benz propone alternativas: incentivos fiscales, tarifas eléctricas más bajas en los puntos de carga y un marco que no asfixie al consumidor. Porque, como él mismo apunta, aún hay una fuerte resistencia al cambio de vehículo, motivada por el alto precio de los eléctricos, la limitada infraestructura de carga y la incertidumbre sobre la durabilidad de las baterías.
Un choque dentro y fuera de Europa

Además de la presión normativa, Källenius señala otras amenazas: los altos aranceles de Estados Unidos, la irrupción de los fabricantes chinos en el mercado eléctrico con precios más bajos y, sobre todo, la fragmentación del marco regulatorio europeo, que dificulta la planificación industrial.
El CEO utiliza una imagen climática para describir la situación del sector: “Estamos afrontando fuertes lluvias, granizo, tormentas y nieve al mismo tiempo”. Una metáfora elocuente, que refleja el caos regulatorio y comercial al que se enfrentan los fabricantes.
A esto se suma un fenómeno que el propio Källenius anticipa: a medida que se acerque la fecha de la prohibición, se espera un repunte significativo en la demanda de vehículos de combustión, un último esfuerzo de los consumidores por hacerse con coches tradicionales antes del veto. Un efecto que podría desestabilizar aún más el mercado en la recta final hacia 2035.