Confirmado por la DGT: los 17 nuevos radares que ya están controlando a los conductores en estas carreteras españolas
Seguridad vial
Durante el primer mes, los cinemómetros no multarán y los infractores que excedan los límites de velocidad recibirán una carta informativa
Ni Madrid ni Catalunya: esta es la comunidad autónoma con los radares más ‘multones’

Radar fijo de velocidad en una carretera

La velocidad y la siniestralidad en las carreteras españolas forman un cóctel peligroso que sigue dejando huella cada año. La relación entre ambos factores es clara y las cifras no dejan lugar a dudas. La velocidad inadecuada es responsable del 21% de los accidentes mortales, según datos proporcionados por la Dirección General de Tráfico (DGT), lo que ha llevado al organismo que dirige Pere Navarro a redoblar esfuerzos para combatir esta lacra.
Uno de los mecanismos con los que Tráfico cuenta para hacer frente a este problema es el uso de los radares, una herramienta fundamental para controlar los excesos de velocidad en las carreteras más conflictivas. A pesar de su impopularidad, estos dispositivos han demostrado ser altamente eficaces para reducir la siniestralidad. Desde la instalación de los primeros radares fijos hace 20 años, el número de víctimas mortales se ha reducido un 75%, según el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Como parte del Plan que la DGT está llevando a cabo para mejorar la seguridad vial, se contempla la instalación de un total de 122 nuevos radares a lo largo de 2025. Este ambicioso proyecto se va implementando progresivamente, y hoy se suman 17 nuevos cinemómetros, 9 de ellos fijos y 8 de tramo, que se unen a los 24 ya puestos en marcha en enero.
Los nuevos radares forman parte del Plan de la DGT, que incluye 122 dispositivos en 2025 para mejorar la seguridad vial
Los nuevos radares que este lunes han sido activados están desplegados en 10 provincias de hasta seis comunidades autónomas: León, Salamanca (Castilla y León), Castellón, Valencia (Comunidad Valenciana), Cádiz, Sevilla (Andalucía), Tenerife (Canarias), Guadalajara, Toledo (Castilla-La Mancha) y Madrid (Comunidad de Madrid).
Al igual que ocurre con los radares anteriores, estos nuevos dispositivos de control de velocidad están debidamente señalizados en las carreteras y sus ubicaciones se han publicado en la web de la DGT. Además, los operadores de los sistemas de navegación ya tienen acceso a esta información para actualizar sus dispositivos.
Un aumento de 10 km/h en la velocidad multiplica el riesgo de accidente mortal un 220%, según el Observatorio Europeo de Seguridad Vial
En el primer mes desde que estos radares entren en funcionamiento, aquellos conductores que excedan el límite de velocidad en las zonas donde se encuentran estos nuevos cinemómetros recibirán una notificación informativa. En esta carta, se les indicará que han sido captados por el radar circulando a mayor velocidad de la permitida. Después de este periodo inicial, los conductores que continúen excediendo los límites de velocidad serán multados y recibirán la correspondiente sanción económica.
Para concienciar a los conductores sobre los peligros de circular a excesiva velocidad, la DGT difunde regularmente los datos de informes que evidencian la relación entre la velocidad y el riesgo de accidentes. Uno de los estudios más recientes es el informe del Observatorio Europeo de Seguridad Vial de 2020 que pone de manifiesto como incluso pequeños incrementos en la velocidad pueden multiplicar significativamente el riesgo de sufrir un siniestro mortal. Según Van den Berghe & Pelssers, un aumento de velocidad de 10 km/h repercute en un incremento del riesgo de siniestro mortal del 220% respecto del riesgo original, lo que significa que el riesgo se ha más que duplicado.

Los datos de este estudio están refrendados por otro anterior, elaborado por Elvik, en 2009, que también mostró una relación clara entre el aumento de velocidad y el incremento del riesgo de accidentes graves. En su investigación, Elvik identificó que un aumento de tan solo 1 km/h en la velocidad de circulación podía generar un aumento del 2 al 3% en la probabilidad de accidentes con lesiones graves, dependiendo del tipo de vía.