Emma Plana y Laia Letosa, psicólogas: “La música tiene un gran poder y puede alterar nuestra capacidad de conducir si no somos conscientes de su impacto emocional”
Entrevista
Hablamos con las dos especialistas del Grup de treball de Musicoteràpia del COPC para analizar cómo la música moldea nuestro comportamiento al volante y qué factores debemos tener en cuenta para que juegue a nuestro favor
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Las psicólogas Laia Letosa, del grupo de Trabajo de Musicoterapia del COPC, y Emma Plana, coordinadora del grupo de Trabajo de Musicoterpia del COPC, aseguran que la música puede afectar a la conducción
Elegir qué música escuchar mientras conducimos parece una decisión trivial, pero puede influir mucho más de lo que imaginamos. El ritmo, el volumen o incluso el estilo pueden afectar nuestra concentración y nuestra forma de reaccionar en la carretera, lo que puede influir directamente en nuestra seguridad y en nuestra capacidad para tomar decisiones rápidas. Las psicólogas y musicoterapeutas Emma Plana y Laia Letosa, adscritas al Grup de treball de Musicoteràpia del Col.legi Oficial de Psicologia de Catalunya (COPC), analizan cómo la música moldea nuestro comportamiento al volante y qué factores debemos tener en cuenta para que juegue a nuestro favor.
La música es una parte esencial de muchos viajes en coche, pero ¿cómo influye en nuestra conducción?
Emma Plana: La música tiene una gran capacidad para influir en nuestro estado emocional, y eso, a su vez, afecta cómo conducimos. Si escuchamos música que nos relaja, podemos mantenernos más centrados y calmados. En cambio, canciones con ritmos más acelerados o estilos que nos emocionan pueden generar excitación, lo que agiliza nuestros reflejos ante imprevistos, pero también puede desconcentrarnos si la música es demasiado intensa.
La música influye en nuestro estado emocional y puede agilizar nuestros reflejos o desconcentrarnos"
Entonces, ¿podemos decir que la música puede ser tanto una ayuda como una distracción al volante?
Laia Letosa: Exacto. La música puede ser una aliada positiva, pero también tiene efectos adversos. Por ejemplo, los ritmos rápidos pueden incrementar nuestra velocidad de conducción y disminuir la atención en los detalles de la carretera. Pero una música más tranquila puede ayudarnos a enfocar nuestra atención y reducir el estrés.
¿Hay algún tipo de música más recomendable para conducir?
E.P.: Sí. El tipo de música tiene un gran impacto en cómo nos sentimos. Por ejemplo, la música clásica o ambiental suele ser relajante y es ideal para conducir en condiciones más tranquilas. De hecho, algunos estudios sugieren que la música clásica puede reducir el estrés y mejorar la atención, haciendo que el viaje sea más cómodo y seguro.

¿Y si estamos cansados o estresados? ¿La música puede ayudarnos a mantenernos alerta?
L.L: Sin duda. Si estamos agotados, una música relajante puede calmar nuestros nervios y evitar que las emociones afecten nuestra conducción. Sin embargo, si estamos demasiado desconectados, un ritmo más energético puede activarnos y ayudarnos a mantener la concentración. Aun así, es importante tener en cuenta que no todos responden igual a la música. Lo que funciona para una persona, no necesariamente lo hace para otra.
Algunos conductores utilizan la música para distraerse y hacer el viaje más ameno. ¿Esto puede afectar la seguridad vial?
E.P.: Este es un punto importante. Si la música está demasiado alta o nos dejamos llevar por la letra de una canción, podemos perder el enfoque en la carretera. Escuchar música en exceso o canciones que nos hagan pensar demasiado en las letras puede disminuir nuestra percepción de las señales de tráfico o la presencia de otros conductores. Es necesario encontrar un equilibrio: que la música alivie el estrés, pero que no se convierta en una distracción.
La música puede calmar o activar según nuestro estado, pero no todas las personas responden igual"
Es decir, la música debe ayudarnos, pero no hacernos olvidar nuestras responsabilidades al volante…
L.L.: Así es. La música puede ser útil para mejorar nuestro estado de ánimo y hasta para mantenernos concentrados, pero siempre con moderación. Si la música está tan alta que nos aísla del entorno y nos impide oír la sirena de un vehículo de emergencia o un coche que se acerca rápidamente, el riesgo aumenta. La música debe ser un aliado, no una distracción.
¿Puede la música influir en nuestras reacciones ante situaciones de emergencia o incluso en nuestra agresividad al volante?
E.P.: Sin lugar a dudas. La música puede activar emociones fuertes que afectan nuestra conducta. Si escuchamos música con un ritmo agresivo o con letras confrontativas, podemos ser más propensos a reaccionar impulsivamente. Esto podría llevarnos a realizar maniobras más agresivas: adelantar rápidamente, no mantener la distancia de seguridad... La música puede activar nuestro sistema nervioso y provocar una respuesta física que nos haga más impulsivos o menos pacientes.

¿Cómo debemos gestionar los tipos de música que escuchamos para evitar estos efectos?
L.L: Lo importante es ser conscientes de cómo la música nos afecta. Si sabemos que determinados géneros nos ponen más impacientes o agresivos, lo mejor es optar por algo más calmado cuando estamos al volante, especialmente en situaciones que requieren paciencia, como cuando estamos en un atasco. La música que escuchamos debería ser una herramienta para relajarnos, no para elevar nuestra tensión.
Hablando de emociones, ¿la música puede generar una euforia que nos distraiga al volante? ¿O una música que nos desagrada puede tener el efecto contrario?
E.P: Si la música que escuchamos nos gusta mucho, podemos entrar en un estado de euforia que nos hace menos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor. A veces, la música intensa puede llevarnos a un punto de excitación que desconecta nuestra atención de la carretera, aumentando el riesgo de distracción. Por otro lado, si la música que escuchamos nos desagrada, esto también puede tener efectos negativos. Nos podemos concentrar tanto en la música, incluso de manera triste o excesiva, que perdemos capacidad para gestionar bien la conducción.
Si la música que estamos escuchando nos desagrada, puede restarnos concentración y afectar nuestra conducción"
Entonces, ¿la música puede ser un aliado en ciertos casos, pero también una distracción en otros?
L.L: Exactamente. Lo importante es encontrar el equilibrio. La música tiene un gran poder, pero puede alterar nuestra capacidad de conducir de manera segura si no somos conscientes de su impacto emocional. Si la música nos estimula demasiado o nos obsesiona, podemos perder el control y la capacidad de reaccionar ante situaciones imprevistas en la carretera.
Se ha hablado mucho sobre el impacto de la música en la conducción, pero ¿cómo se pueden estudiar sus efectos de manera objetiva?
L.L: Analizar cómo influye la música en la conducción no es sencillo, pero existen métodos que permiten medir sus efectos de manera objetiva. Un ejemplo es el estudio realizado por la Universidad de Burgos en 2020, en el que se utilizó un simulador de conducción para observar el comportamiento de los participantes mientras escuchaban distintos tipos de música. La investigación clasificó las canciones en cuatro categorías —alegre, triste, relajante y energética— y midió su impacto en la velocidad y el cumplimiento de las normas de tráfico. Los resultados mostraron que, en general, la probabilidad de superar el límite de velocidad aumentaba un 3% cuando había música en comparación con el silencio, y que las melodías alegres llevaban a los conductores a ir más rápido y cometer más infracciones.

E.P.: Aunque los simuladores de conducción nos dan una idea clara de cómo la música afecta a los conductores, hay que tener en cuenta que no es lo mismo que conducir en la vida real. Cada situación en la carretera es única, y lo que sucede en un simulador no siempre refleja cómo reaccionaríamos en condiciones de tráfico reales. Además, el contexto en el que se escucha la música, el estado de ánimo del conductor y otros factores impredecibles también juegan un papel importante.
¿Cómo podemos usar la música para mejorar nuestra seguridad al volante?
E.P: Como he dicho antes, todo se trata de equilibrio. La música puede ser una gran aliada para mejorar nuestro estado de ánimo y concentración, pero solo si la usamos de manera consciente. La música relajante o instrumental puede ayudarnos a mantener la calma y la concentración sin desconectarnos del entorno. La clave es evitar que la música nos haga perder la percepción de lo que ocurre en la carretera.
L.L: Exacto. Lo importante es que la música no nos haga olvidar nuestra responsabilidad al volante. Debemos seleccionar canciones que nos mantengan alerta y concentrados sin generar distracciones. Un viaje seguro es aquel en el que somos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor, incluida la música que estamos escuchando.