La influencia de los vehículos eléctricos chinos se extiende prácticamente por todo el mundo... Excepto en Estados Unidos y Canadá
Expansión automovilística china
El mercado más grande donde estos coches, ya sean de gasolina o eléctricos, no se venden es América del Norte, cuyos gobiernos han impuesto aranceles para proteger a sus fabricantes nacionales

Los coches eléctricos chinos son cada vez más populares en Europa
En 2025, se prevé que 1 de cada 4 vehículos nuevos comercializados a nivel mundial esté electrificado y sea totalmente eléctrico o híbrido enchufable. Esto representa un aumento significativo con respecto a hace solo cinco años, cuando dichos automóviles representaban menos de 1 de cada 20 ejemplares nuevos vendidos, según la Agencia Internacional de Energía, una organización intergubernamental que analiza el uso de la energía en todo el mundo.
En Estados Unidos, sin embargo, la comercialización de vehículos electrificados se ha quedado atrás, alcanzando solo 1 de cada 10 en 2024. Sin embargo, en China, el mercado automovilístico más grande del mundo, más de la mitad de las ventas de vehículos nuevos son electrificados.
La Agencia Internacional de Energía ha informado que dos tercios de los automóviles totalmente eléctricos en China ahora son más baratos de comprar que sus equivalentes de gasolina. Con costes de operación y mantenimiento ya más bajos que los modelos de combustión interna, estos ejemplares resultan atractivos.

La mayoría de los vehículos eléctricos vendidos en China también se fabrican allí, por una gran diversidad de empresas. NIO, Xpeng, Xiaomi, Zeekr, Geely, Chery, Great Wall Motor, Leapmotor y especialmente BYD son nombres muy conocidos en el país. Siendo una persona que he seguido y publicado sobre el tema de los vehículos eléctricos durante más de 15 años, espero que pronto se vuelvan igualmente conocidos en el resto del mundo.
¿Qué tipos de vehículos eléctricos está produciendo China?
Los fabricantes de automóviles chinos están produciendo una gama completa de vehículos eléctricos, desde los subcompactos, como el BYD Seagull, hasta los SUV de tamaño completo, como el Xpeng G9, y los coches de lujo, como el Zeekr 009.
Recientes evaluaciones europeas de pruebas de choque han otorgado las calificaciones de seguridad más altas a los eléctricos chinos, y muchos de ellos cuestan menos que modelos similares fabricados por otras compañías en otros países.
¿Qué hay detrás del éxito de los vehículos eléctricos chinos?
Hay varios factores detrás del éxito de las empresas chinas en la producción y venta de automóviles eléctricos. Por supuesto, los costes laborales relativamente bajos son parte de la explicación. También lo son los generosos subsidios del gobierno, ya que los vehículos eléctricos fueron una de varias tecnologías avanzadas seleccionadas por el gobierno chino para impulsar el perfil tecnológico global de la nación.
Pero los fabricantes chinos de vehículos eléctricos también están logrando otros avances. Hacen un uso significativo de la robótica industrial, hasta el punto de construir las llamadas “fábricas oscuras”, que pueden operar con mínima intervención humana. Para los ocupantes del vehículo, han reinventado los interiores, con grandes pantallas táctiles para información y entretenimiento, e incluso han añadido neveras, camas o sistemas de karaoke.

La competencia entre los fabricantes chinos de vehículos eléctricos es feroz, lo que impulsa una innovación adicional. BYD es el mayor vendedor de vehículos eléctricos, tanto a nivel nacional como global. Sin embargo, la compañía afirma emplear a más de 100.000 científicos e ingenieros que buscan una mejora continua.
Desde el modelo conceptual inicial hasta el lanzamiento real de coches fabricados, BYD tarda 18 meses, la mitad del tiempo que necesitan las marcas automovilísticas estadounidenses y de otros países, según informó Reuters.
BYD es también el segundo mayor vendedor mundial de baterías para eléctricos y ha desarrollado una nueva batería que puede recargarse en solo cinco minutos, aproximadamente el mismo tiempo que se necesita para llenar el depósito de gasolina.
Exportaciones
La verdadera prueba de cuánto atraen los vehículos chinos a los consumidores se encuentra en cifras de exportación. Los fabricantes chinos están ansiosos por vender en el extranjero porque sus fábricas pueden producir mucho más que los 25 millones de unidades que se pueden vender dentro de China cada año, quizá el doble.
China ya exporta más automóviles que cualquier otro país, aunque por el momento, principalmente de gasolina. Los mercados de exportación para los vehículos eléctricos chinos se están desarrollando en Europa Occidental, el Sudeste Asiático, América Latina y Australia, entre otros lugares.

El mercado más grande donde los vehículos chinos, ya sean de gasolina o eléctricos, no se venden es América del Norte. Tanto los gobiernos de Estados Unidos como de Canadá han creado lo que algunos han llamado una “fortaleza arancelaria” que protege a sus fabricantes nacionales, imponiendo aranceles del 100% a la importación de vehículos eléctricos chinos, literalmente duplicando su coste para los consumidores.
El presupuesto de los clientes también importa. El precio promedio de un vehículo eléctrico nuevo en Estados Unidos es de aproximadamente 55.000 dólares. Los vehículos más baratos forman parte de este promedio, pero sin los créditos fiscales -que la administración Trump eliminó el pasado mes de octubre-, ninguno se acerca a los 25.000 dólares. En contraste, las compañías chinas producen varios vehículos eléctricos por debajo de los 25.000 dólares, incluyendo el Xpeng M03, el BYD Dolphin y el MG4, sin créditos fiscales. Sin embargo, si se vendieran en Estados Unidos, los aranceles del 100% eliminarían la ventaja de precio.
Las compañías chinas producen varios vehículos eléctricos por debajo de los 25.000 dólares sin créditos fiscales, pero los aranceles eliminarían la ventaja de precio
Tesla, Ford y General Motors afirman que están trabajando en vehículos eléctricos económicos. Sin embargo, los vehículos más caros generan mayores ganancias, y con la protección de la “fortaleza arancelaria”, su incentivo para desarrollar vehículos eléctricos más baratos no es tan alto como podría ser.
En las décadas de 1970 y 1980, hubo una considerable oposición en Estados Unidos a la importación de vehículos japoneses. Pero, finalmente, una combinación de la opinión de los consumidores y la disposición de las empresas japonesas a abrir fábricas en Estados Unidos superó esa oposición, y hoy las marcas japonesas como Toyota, Honda y Nissan son comunes en las carreteras norteamericanas. El mismo proceso podría repetirse para los fabricantes de automóviles chinos, aunque no está claro cuánto tiempo podría tomar.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. El autor es Jack Barkenbus, investigador asociado sénior en la Universidad de Vanderbilt.

