Así eran los pequeños coches que compartieron protagonismo con el entrañable Seat 600 en la década de 1950
Historia del automóvil
Aparecieron modelos de filosofía urbana, capaces de ofrecer sus mejores virtudes en las crecientes ciudades

El Seat 600 fue un coche muy popular que puso a España sobre ruedas

Aunque existieron precedentes anteriores que lograron un éxito sonado, como por ejemplo el Fiat Topolino de los años treinta, fue en la década de 1950 cuando surgieron en Europa y Japón una serie de vehículos pequeños, sencillos y económicos, destinados a dar respuesta a la crisis generalizada, posterior a la Segunda Guerra Mundial.
La economía de las familias medias europeas durante esta etapa era, por lo general, bastante precaria, un factor al que se añadía la escasez de combustible, que disparaba su precio. Se necesitaban coches de escaso tamaño y peso, características que servían para reducir el consumo.
Todos estos coches montaban motores de escasa potencia -suficiente para su tamaño-, pero con buena eficiencia
Entre los protagonistas de la época, el entrañable Seat 600 se hizo con un importante hueco en nuestro mercado a finales de los cincuenta, aunque fue durante los sesenta y los setenta cuando experimentó su época dorada.
La práctica totalidad de los modelos urbanos que aparecieron tenían un denominador común: tenían motores de escasa potencia, suficiente para sus respectivos tamaños, pero con buena eficiencia.
1. BMW Isetta

La marca bávara estaba al borde la bancarrota a mediados de la década de 1950, porqué sus coches grandes no se vendían. Fue entonces cuando BMW adquirió los derechos de licencia y de las instalaciones de producción de Isetta al fabricante italiano Iso Rivolta. El Isseta era un biplaza de 2,28 m con forma de burbuja que se produjo desde 1955 hasta 1962 y del cual se vendieron más de 160.000 unidades. Tenía una única puerta delantera, el motor era de un cilindro (12 CV) y estaba ubicado en la parte trasera.
2. Fiat 500

Diseñado por Dante Giacosa, el icónico Fiat 500 fue lanzado al mercado en julio de 1957. Su éxito superó cualquier previsión, con más de 4 millones de ventas. Tenía una longitud de 3 m, pesaba 500 kg y el modelo inicial equipaba un motor de dos cilindros de 479 cc que rendía 13 CV de potencia. Posteriormente aparecieron versiones ligeramente más potentes y una descapotable, en 1959. El más popular, en 1965, fue el 500 F, con puertas que se abrían hacia atrás. Este automóvil se vendió hasta 1975.
3. Morris Mini Minor

En agosto de 1959 fue lanzado el Morris Mini, considerado como la respuesta británica al Fiat 500. Con una longitud de 3 m, fue diseñado por Alec Issigonis desde el departamento de desarrollo de British Motor Company. Tenía el motor en posición delantera transversal y ruedas de 10 pulgadas, con 34 CV de potencia. Su agilidad y ligereza le permitió incluso triunfar en competición y ganar en tres ediciones del Rally de Montecarlo. Durante su extensa trayectoria existieron multitud de versiones hasta cesar su producción en el año 2000.
4. NSU Prinz

Presentado oficialmente en el Salón de Frankfurt de 1957, este pequeño automóvil fue fabricado en Alemania por la empresa NSU, que posteriormente se convertiría en Audi, junto a Auto Unión. Era un modelo de dos puertas con capacidad para cuatro pasajeros, que fue evolucionando con mejoras como barras estabilizadoras, cuadro de instrumentos o ventanillas abatibles. El motor se ubicaba en la zona trasera, era bicilíndrico y desarrollaba 20 CV de potencia. El NSU Prinz se vendió hasta 1973.
5. Seat 600

Con su debut en 1957 y conocido popularmente como el “pelotilla”, el 600 de Seat se convirtió de inmediato en un fenómeno social y permitió que muchas familias de clase media españolas tuvieran su primer coche. Se fabricó en Barcelona hasta 1973, logrando unas ventas totales cercanas a las 800.000 unidades. Tenía una longitud de 3,29 m y equipaba un motor trasero de 633 cc, inicialmente con 18 CV de potencia. Como dato significativo, uno de cada cuatro coches que circulaban en España en 1970, era un Seat 600.
6. Subaru 360

Lanzado en 1958, fue el primer vehículo de pasajeros creado por Subaru. Pequeño y económico, este utilitario con capacidad para cuatro personas respondía a la categoría fiscal “Kei Car” creada por el gobierno japonés, coches que estaban exentos de certificado para aparcar. Equipaba un motor de dos cilindros y dos tiempos, ubicado en la parte posterior del vehículo, refrigerado por aire. Se comercializó hasta 1971, su aceptación le llevó a ser bautizado en Japón como el “auto del pueblo” y llegó a ser exportado a Estados Unidos.