El distinguido Volvo de los años 60 que sigue conservando toda su elegancia y deportividad
Marcó un antes y un después
El Volvo P1800 demostró en su día que la marca sueca no sólo era sinónimo de pragmatismo, sino que también podía ser pura belleza sobre ruedas
La silueta del Volvo P1800 sigue siendo una de las más armónicas de su época, con proporciones que aún hoy inspiran a los diseñadores de la marca.
Encontrarse con un Volvo P1800 en la calle sigue siendo, más de seis décadas después, una pequeña alegría para cualquier amante del diseño automovilístico. Este coupé compacto, elegante y sorprendentemente deportivo, marcó a principios de la década de los 60 un antes y un después para un fabricante que hasta entonces se había asociado con la fiabilidad y la sobriedad antes que con la emoción estética.
El P1800 fue, en definitiva, la demostración de que incluso la marca más racional podía firmar una obra de arte con ruedas. Su historia, sin embargo, casi no llega a escribirse. El modelo fue diseñado por Pelle Petterson, hijo del ingeniero Helmer Petterson, creador del icónico PV444. Ya que el joven Petterson era alumno del prestigioso diseñador italiano Pietro Frua, Volvo prefirió destacar la firma del estudio transalpino antes que admitir el origen sueco del diseño. En aquel momento, contar con un toque italiano otorgaba un aura de sofisticación que en los 60 era casi imprescindible.
El arranque de la producción tampoco fue sencillo. Volvo encargó inicialmente las carrocerías a la alemana Karmann, pero Volkswagen hizo todo lo posible para evitarlo, temerosa de un nuevo competidor deportivo con atractivo para los clientes. Finalmente, la británica Jensen Motors se encargó de fabricar las primeras unidades, que debutaron en el Salón de Bruselas de 1960.
Salto a la pequeña pantalla
Su aparición junto a Roger Moore en la serie ‘El Santo’ lo convirtió en un icono de culto y en una estrella de la televisión
Bajo sus líneas suaves y proporcionadas se escondía la mecánica fiable del Volvo Amazon, con un motor B18 de 1.8 litros y unos 100 CV, suficiente para disfrutar de largas rutas con tranquilidad. La calidad de construcción de Jensen Motors, no obstante, no fue la deseada y, tras 6.000 unidades, Volvo trasladó la producción a su planta de Lundby (Suecia).
Nació así el P1800S, con mejoras en materiales y ensamblaje. Con el tiempo, llegarían el motor B20 de 2.0 litros, la inyección electrónica y los frenos de disco en las cuatro ruedas, hasta alcanzar versiones de 130 CV y velocidades cercanas a los 190 km/h, todo un logro para un gran turismo de su tiempo. Dichas cifras surgieron de la evolución natural del modelo, el P1800E, una versión más refinada y potente del deportivo.
Pero más allá de su técnica, el P1800 conquistó a mucha gente por su debut en la televisión. Entre 1962 y 1969, un ejemplar de color blanco acompañó al conocido actor Roger Moore en la popular serie televisiva ‘El Santo’, dándole al coche una fama comparable a la que el Aston Martin DB5 alcanzaría poco después junto a James Bond.
Producción
Entre 1961 y 1972, Volvo produjo 39.707 unidades en total del modelo P1800
Entre 1961 y 1972, Volvo produjo 39.707 unidades en total del modelo P1800. En 1972, cuando la producción del coupé llegaba a su fin, Volvo lanzó una variante familiar llamada P1800ES, con un portón trasero totalmente acristalado que en Suecia se apodó Fiskbilen (el coche del pescado). Su diseño tipo shooting brake se considera hoy uno de los más bellos jamás creados.
El P1800 se mantuvo como un icono de fiabilidad. Para dar cuenta de esto, Volvo esgrime que un propietario estadounidense recorrió con él más de 5 millones de kilómetros. El modelo sigue siendo una joya codiciada por coleccionistas, y las unidades en buen estado superan fácilmente los 30.000 euros, mientras que las más cuidadas alcanzan cifras aún más elevadas.
Más que un clásico, el Volvo P1800 es una lección de equilibrio entre técnica, pasión y estilo. En las fotografías de este artículo, la protagonista es la versión deportiva P1800E y en el vídeo podrás contemplar el mítico ejemplar blanco que apareció en televisión.