Agentes rurales han localizado una familia de lobos, un macho, una hembra y tres lobeznos, en lo que constituye la prueba de que por primera desde hace un siglo el lobo ha criado en Catalunya.
En enero de 2024 fue localizada una loba en la localidad de Cistella (Alt Empordà) lo que abrió la puerta a que este animal criara en Catalunya. Ahora, estos lobeznos y la familia al completo ha sido encontrados en un lugar no determinado entre el Alt Empordà y la Garrotxa.
La confirmación de que el lobo ha criado en Cataluya obliga a la Administración catalana a adoptar medidas de protección.
Seguimiento y protección a partir de ahora
A partir de este hallazgo los Agentes Rurales ha intensificado el seguimiento y la vigilancia de este grupo de lobos para conocer comportamiento y hábitos, así como de sus posibles interacciones con las actividades humanas.
“Este hecho histórico llega después de décadas de seguimiento por parte de la Generalitat de Catalunya, y justo cuando hace un cuarto de siglo se detectó el regreso de un individuo aislado de lobo en el Parc del Cadí-Moixeró”, señala un nota del Departament de Territori.
Con el nacimiento de los cachorros, tal y como marca la normativa, el lobo pasa automáticamente de especie extinta como reproductora a especie amenazada en peligro de extinción.
Este nuevo estatus implica la redacción, tramitación y aprobación de un plan de recuperación, como prevé la normativa europea.
En las medidas que se tomen a partir de ahora intervendrán los departamentos implicados (Interior, Territori, Habitatge, Transició Ecològica y Agricultura…).
El grupo está compuesto por dos adultos y tres cachorros de lobo (Canis lupus) nacidos este año en el territorio y que se mueve e u área muy extensa, a caballo entre la Alta Garrotxa y el Alt Empordà.
Sigilo para evitar interferencias
En enero de 2024 el cuerpo de Agentes Rurales confirmó la presencia de un lobo en el Empordà y en mayo se consiguió identificarlo genéticamente y se descubrió que se trata de una hembra. Ese mismo mes, se localiza a un segundo animal en la zona y fotográficamente ya pudo identificar como un macho.
A lo largo de todo el 2024 se localizan los dos animales, siempre por separado y con frecuencia bastante alejados, hasta que en diciembre, por primera vez, se confirma en unas imágenes de las cámaras de seguimiento, que los dos animales van juntos.
Este seguimiento estrecho permitió detectar cambios en el comportamiento de los lobos adultos cuando se acercaba el período reproductor, entrada ya la primavera. Una vez identificadas las zonas más sensibles se optó por no interferir en este período sensible y esperar en otoño cuando los cachorros comienzan a seguir a los adultos por todo el territorio, para verificar el éxito reproductor o no de esta pareja.
Así, este otoño, cuando los cachorros han empezado a moverse mucho más, siguiendo a los adultos, los Agentes Rurales les han podido detectar y confirmar la presencia de un total de 3 nuevos individuos.
Imágenes y rastros
El lobo se dio por extinguido en Catalunya en 1929, tras la muerte violenta (caza) de un último ejemplar autóctono en Horta de Sant Joan (Terra Alta).
En 2004, la Generalitat confirmó la reaparición de esta especie con imágenes y rastros de ejemplares que habrían llegado a través de los Pirineos, a partir de 1997, por expansión natural de las manadas del norte de Italia y sur de Francia.
Casi una docena en 2024
En total, la población de lobos en Catalunya se cifró en 2024 en, por lo menos, entre 10 y 11 ejemplares, sin que se pueda descartar que sean incluso algunos más.
El balance oficial de 2022 indicaba la existencia conocida en Catalunya de 4 lobos identificados genéticamente y entre uno y dos ejemplares más sin identificar por análisis de ADN.
En 2024 los lobos se han detectado en diversas zonas del territorio, principalmente en el norte de Catalunya. Concretamente, en la Alta Ribagorça, el Pallars Sobirà, el Alt Urgell, el Solsonès, la Cerdanya, el Ripollès, Osona, la Garrotxa y el Alt Empordà.
Zonas preferidas
En concreto, fue confirmada la presencia de un ejemplar en Port del Comte (comarcas Alt Urgell y Solsonès), otro en la comarca de la Alta Ribagorça (ejemplar que comparte territorio con Aragón), un lobo en la comarca de Osona y tres lobos en la comarca del Alt Empordà. En las comarcas del Pallars Sobirà, Cerdanya, Ripollès y Garrotxa, se han encontrado indicios puntuales (lobos que probablemente no se han establecido en el territorio).
Durante las dos últimas décadas, la recuperación natural de la especie se ha mantenido a un ritmo lento e intermitente y, hasta ahora, los expertos han destacado que los ejemplares detectados son “lobos solitarios” (denominación técnica oficial) que deambulan sin estabilidad territorial ni reproducción.
Medidas para garantizar la coexistencia y que el sector ganadero esté protegido
En este contexto, y tras este hallazgo, el Govern tiene previsto intensificar las tareas de seguimiento de los lobos mientras se trabaja en dotar de mayor especialización a los agentes rurales El Govern lleva tiempo impulsando medidas de coexistencia para reducir el mínimo los daños producidos en la ganadería por la presencia de individuos de lobo aislados en Catalunya. El programa de prevención de daños en la ganadería incluye medidas como la cesión de material de prevención (redes eléctricas y el fomento de los perros de protección de rebaños, a la vez que se da soporte económico a los ganaderos que hagan autoprotección del rebaño). El Plan de Ganadería Extensiva incluye medidas específicas para garantizar la convivencia de la actividad ganadera con la fauna salvaje.
En el grupo de trabajo del lobo se está elaborado ya un plan de gestión de la especie y se han impulsado medidas de apoyo para la prevención de daños en la ganadería ante la presencia puntual de varios ejemplares dispersos en Cataluña.
Un indicador de la transformación del paisaje
Este año se cumple el 25 aniversario de la aparición del primer lobo de estirpe italiana en Catalunya procedente de Francia. Este hecho marcó el inicio de un proceso de retorno natural de una especie que había desaparecido del territorio catalán durante casi un siglo.
Cuando desaparecieron los últimos ejemplares de lobo, el escenario ecológico era muy distinto. La presencia de ungulados salvajes era escasa: no había ciervos, corzos, gamos ni muflones. Solo quedaban algunos rebecos en el Pirineo y unas pocas cabras salvajes en Eles Ports. Incluso el jabalí era mucho menos abundante que hoy en día.
Hoy, el panorama ha cambiado radicalmente. Las poblaciones de ungulados salvajes se han multiplicado en muchas zonas del territorio; el lobo tiene abundantes presas para el lobo.
Desde un punto de vista biológico, el retorno del lobo es un proceso natural y lógico. La presencia de presas favorece el retorno del depredador y contribuye a recuperar el equilibrio ecológico de los ecosistemas. La reaparición del lobo en Catalunya no solo es un fenómeno biológico relevante, sino también un indicador de la transformación del medio natural en las últimas décadas.




