Brad Smith, diagnosticado con ELA: “He usado mi interfaz cerebral para crear el primer vídeo editado con Neuralink”
Neuralink
Un paciente diagnosticado con ELA ha sido la primera persona en editar un vídeo a través de la mente
Brad Smith, paciente de ELA con un implante cerebral de Neuralink.
Más allá de la realidad virtual o la inteligencia artificial, la ciencia ficción lleva décadas haciéndonos esperar algo mucho más futurista: actuar a través del pensamiento. Es decir, que con tan solo pensar algo podamos comunicarlo o interactuar con el entorno. Algo así como telepatía, pero a través de la tecnología.
Hasta hace unos años, esto no era más que una ensoñación loca. Sin embargo, desde hace un tiempo se están llevando a cabo avances increíbles en este sentido, y uno de los mayores propulsores de esto es Neuralink, otra de las muchas empresas de Elon Musk. Ahora, Neuralink ha logrado algo insólito: conseguir editar un vídeo completo con tan solo usar la mente.
Brad Smith, un estadounidense diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), ha logrado algo que parecía imposible: publicar en YouTube el primer vídeo editado y narrado solo con la mente, gracias a un implante cerebral de Neuralink. Smith, que solo puede mover los ojos y depende de un ventilador para sobrevivir, fue la tercera persona en el mundo en recibir el implante de Neuralink, y el primero sin capacidad de hablar. Pero lo que ya ha logrado es un hito que puede marcar el futuro de la tecnología tal y como la conocemos.
“Estoy haciendo este video usando la interfaz cerebral para controlar el ratón de mi MacBook Pro. Este es el primer video editado con Neuralink”, dice Smith en el vídeo publicado en su canal. La narración no es fruto de un milagro vocal: es una reconstrucción de su voz original, generada por inteligencia artificial a partir de grabaciones previas a la pérdida del habla.
Estoy emocionado de tener esto en mente y dejar de usar la mirada
El implante, del tamaño de unas cinco monedas apiladas y alojado en la corteza motora del cerebro, contiene más de 1.000 electrodos. Estos sensores captan la intención de movimiento –por ejemplo, mover la lengua o apretar la mandíbula– y la traducen en órdenes digitales. Neuralink afirma haber alcanzado un 92% de precisión en las acciones de Smith.
La experiencia no fue inmediata. Inicialmente, Brad intentó imaginar que movía su mano para controlar el cursor, pero descubrió que pensar en movimientos de la lengua o la mandíbula ofrecía mejores resultados. Y fue gracias a esta técnica que logró recortar clips, seleccionar archivos y ensamblar un vídeo completo.
Brad Smith, paciente de ELA con un implante cerebral de Neuralink, con su familia.
Más allá del impacto mediático y emocional, el caso de Smith marca un antes y un después en la interfaz humano-máquina. Lo que comenzó como un experimento médico en humanos —tras años de ensayos en monos y polémicas éticas— ha desembocado en una nueva forma de alfabetización: la del pensamiento digital.
“Estoy emocionado de tener esto en mente y dejar de usar la mirada”, afirma Smith. Hasta ahora, se comunicaba mediante tecnología ocular que solo funcionaba en espacios con baja iluminación. Ahora puede expresarse al aire libre, interactuar con su familia e incluso jugar videojuegos como Mario Kart con sus hijos.
Estoy muy emocionado de servir a otros en el futuro con este trabajo
Neuralink, que recibió autorización de la FDA en 2024 para iniciar pruebas en humanos, tiene ambiciones aún mayores: ya prepara el desarrollo de implantes capaces de restaurar la visión en personas ciegas. La compañía también ha expandido sus ensayos a países como Emiratos Árabes Unidos, donde tienen algo más de libertad para seguir probando.
“Me llevó años llegar hasta aquí, y todavía me desmorono y lloro”, confiesa Smith en la noticia. “Es realmente bueno tener un propósito más grande que yo. Estoy muy emocionado de servir a otros en el futuro con este trabajo”.