En su paso por La Ventana de Cadena SER, el doctor Javier Albares, especialista en sueño y neurofisiología, alzó la voz sobre las consecuencias que trae consigo el uso excesivo de pantallas en la infancia.
“El coeficiente intelectual de nuestros niños ha disminuido; el rendimiento en matemáticas de uno de 11 años es el de uno de 9 en los 2000”, afirmó.
Según Javier, el acceso prematuro y prolongado a dispositivos digitales está generando consecuencias cognitivas visibles, que afectan no solo al rendimiento escolar, sino también al desarrollo del lenguaje y la comprensión lectora.
Tanto la OMS como distintas sociedades pediátricas recomiendan limitar severamente el tiempo de pantalla en los menores. “Hasta los dos años, el uso debe ser absolutamente cero. Incluso hasta los seis años se habla de una restricción total, y a partir de ahí, no más de media hora diaria entre los 6 y 12 años”, indicó.
Para el especialista, estas cifras deberían ser un referente para padres y educadores, que a menudo subestiman el impacto de los dispositivos digitales en el desarrollo infantil.
Javier señaló además una tendencia alarmante: “Desde los años noventa, el coeficiente intelectual dejó de crecer, y desde 2010 ha empezado a descender”.

Niño con un móvil
Relaciona este fenómeno con el auge de los dispositivos móviles, los mismos que han sustituido a los hábitos saludables como la lectura o el simple hecho de socializar.
“Las editoriales están simplificando los textos porque los niños no comprenden los de antes. Si tú quieres fumar siendo adulto, adelante, pero no le regales un cartón de tabaco a un niño de trece años. Estamos obligados a protegerlos”, concluyó.