El CEO de DeepMind, Demis Hassabis, ha abierto el debate de colonizar la galaxia en un plazo sorprendentemente corto. En una entrevista en la revista Wired, Hassabis afirmó que existe una probabilidad del 50 % de alcanzar la inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés) en los próximos cinco a diez años. Y si eso sucede, “debería ser una era de máximo florecimiento humano, donde viajaremos a las estrellas y colonizaremos la galaxia entre 2030 y 2035”, asegura. El rápido desarrollo de modelos multimodales como Gemini y sistemas como AlphaEvolve dan pistas de una aceleración exponencial.
Hasta el infinito y más allá, pero quizá aún no
Llegar más lejos llega antes.
Hassabis, conocido por su papel en AlphaFold (que llevó al avance en biomedicina y le valió un Nobel), plantea que la AGI puede desencadenar lo que él llama “abundancia radical”. Según su visión, se resolverían enfermedades incurables, las crisis energéticas y, por qué no, se abriría la puerta a nuevos horizontes de otro planeta. A su juicio, la tecnología sería un catalizador para una cooperación global inédita. Sin embargo, admite que históricamente a la humanidad no le ha salido bien eso de colaborar y asumir sacrificios cuando es necesario.
Las predicciones suelen generar entusiasmo, pero los expertos se muestran más cautos y creen que esa idea suena más a ciencia ficción que a hoja de ruta real. Incluso en la comunidad científica, encuestas a investigadores sugieren que hay un 50 % de probabilidad de conseguir AGI entre 2040 y 2050, y el consenso general se sitúa mucho más allá del 2030. Expertos como Geoffrey Hinton, el ‘padrino de la IA’, han pasado de estimar 30‑50 años a acortar la brecha a menos de 20 años, pero siguen sin hablar de colonizaciones de la galaxia con tan poco margen.
Demis Hassabis lanza un reto fascinante: colonizar la galaxia en menos de cinco años, gracias a la AGI. Su discurso pinta un futuro utópico, repleto avances en salud o energía, hasta el punto de viajar a las estrellas. Sin embargo, detrás de esta visión hay desencuentros: la colonización espacial en 2030 parece más una metáfora ambiciosa que una promesa con base física. Si bien resulta inspirador pensar en misiones interplanetarias guiadas por inteligencia artificial, la idea de comenzar a colonizar la galaxia dentro de cinco años es, en el mejor de los casos, una invitación a soñar. El tiempo, y los avances en seguridad y regulación de la IA, lo dirán.


