Despedir a una persona del trabajo suele verse como una medida extrema, pero Jamie Dimon lo plantea como el primer paso para que una empresa funcione bien. Su idea es clara: cuando alguien interrumpe el ambiente con actitudes que afectan a los demás, hay que actuar sin demora. Y no se refiere solo al personal. En sus propias palabras, hay casos en los que el problema está incluso en el cliente.
Durante su intervención en el Databricks Data & AI Summit, el director ejecutivo de JPMorgan Chase defendió la necesidad de establecer un entorno laboral basado en la exigencia, el respeto mutuo y la colaboración.
Según explicó, ese ambiente no puede darse si se permite que ciertas personas condicionen el trabajo de los demás. Por eso, al ser preguntado por consejos de liderazgo, respondió con una frase realmente contundente: “Hay que despedir a los imbéciles”.
Mirar por el empleado
No se debe permitir que el equipo se salga de control
Dimon dejó claro que la creación de un entorno saludable empieza desde arriba, con una evaluación constante de todo lo que influye en el día a día de una empresa, desde el contexto regulatorio hasta las relaciones internas. Pero, además, insistió en que el componente humano marca la diferencia y señaló que “hay que esforzarse por sacar lo mejor de la gente y despedir a los imbéciles”.

Según Dimos los responsables deben despedir a los empleados que crean mal ambiente
Más allá de su impacto inicial, sus declaraciones contienen una advertencia para quienes ocupan posiciones de responsabilidad. Según explicó, permitir actitudes irrespetuosas dentro del equipo puede llegar a desgastar por completo la dinámica de trabajo, y añadió que “solo hacen falta unos pocos para arruinar una reunión”.
La reacción del público fue inmediata, pero Dimon no se detuvo ahí. También señaló que su política incluye a personas externas, como ciertos usuarios de servicios que tratan mal a quienes les atienden. En sus propias palabras, “me he deshecho de clientes porque son muy maleducados con nuestra gente”.
Con esta lógica, busca crear una cultura interna en la que el personal se sienta respaldado y en condiciones de aportar al máximo. Así lo explicó al subrayar que esa confianza se traduce en resultados cuando se establece un entorno de respeto, esfuerzo y compromiso desde el principio. Y concluyó con una frase dirigida a quienes aspiran a liderar: “Si quieres ser un ganador en este mundo, tienes que darlo todo”.