La llegada de las nuevas tecnologías y la Inteligencia Artificial ha traído consigo un debate sobre sus beneficios a largo plazo para el ser humano, y ya no solo a nivel laboral, sino en el ámbito personal. Y es que son muchos los que dicen que estas herramientas inteligentes propician una pérdida de capacidades por parte de sus usuarios, una teoría que recientemente ha sido respaldada por un estudio sobre la materia.
Precisamente este informe, elaborado por el laboratorio MIT, señala que ChatGPT podría estar afectando al pensamiento crítico y a la forma en la que el cerebro humano interactúa ante ciertas situaciones. A esto se ha referido también el neurocientífico Mariano Sigman, que se ha pronunciado tras la publicación del estudio.
“Es una idea que da vueltas desde hace muchísimo tiempo”, ha explicado el experto en un vídeo de la red social Instagram. En él se refiere al término “sedentarismo cognitivo”, que quiere decir precisamente que los seres humanos, al delegar tareas a la IA, reducen el esfuerzo mental y por lo tanto se pierden ciertas habilidades.
¿Qué es el sedentarismo cognitivo y cómo nos afecta?
Para explicar más en profundidad el concepto de sedentarismo cognitivo, el experto ha mencionado a Marshall McLuhan, un filósofo canadiense que ya pronosticó estos cambios en la capacidad mental. “Cuando uno tiene una tecnología que reemplaza algo entonces ese algo que reemplaza se atrofia”, ha explicado Sigman, al tiempo que mencionaba la memoria o la pérdida de capacidad de atención como ejemplos para demostrar la hipótesis.
Esto es lo que el estudio ha señalado que podría estar pasando ahora mismo con la Inteligencia Artificial. “Ahora de repente lo que está en riesgo es perder todo nuestro pensamiento”, ha declarado el experto basándose en el estudio, del que se pueden sacar dos conclusiones muy diferenciadas.
La primera de ellas parte de la teoría de que existe este riesgo y, al igual que el sedentarismo físico, las nuevas tecnologías podrían provocar el mismo efecto a nivel cognitivo. “Sabemos que no movernos no es bueno, pero igual caminamos menos. La IA puede tener el mismo efecto si sustituye esfuerzos mentales deliberados”, ha explicado.
Las declaraciones del experto tras el estudio
La segunda premisa de las que habla Sigman tiene que ver con la validez científica. Y es que el propio estudio menciona que la muestra de personas seleccionadas no es muy amplia (54 sujetos de entre 18 y 39 años de Boston, Estados Unidos) y que los resultados fueron publicados para generar preocupación por la creciente dependencia de estas herramientas inteligentes, según la autora.
“Tiene poca validez científica: fue hecho con muy poca gente y no está aún revisado por pares. El sedentarismo cognitivo es un problema real, pero también lo es tomar por cierta cualquier noticia con un gráfico llamativo”, ha sentenciado Sigman, que se refiere a la foto cerebral aportada por las autoras de la investigación.
“Seamos cuidadosos, seamos responsables, y usemos la tecnología para potenciar”, ha concluido, mientras señalaba la necesidad de entender la “validez de la evidencia científica”. “Seamos escépticos con toda la información que recibimos”.