Probablemente, la frase que más habré leído en los últimos años con relación a Marvel Studios es algo así como “Ya no es lo que era”. Desde luego, el Universo cinematográfico de Marvel no ha sido el mismo desde el cierre de la Saga del Infinito con Vengadores: Endgame. Aquel evento cinematográfico marcó un antes y un después en el cine de superhéroes. Y, por desgracia, no parece que sea algo que vaya a repetirse ni con Vengadores: Doomsday.
Sin embargo, sería totalmente injusto decir que todo lo que ha sacado Marvel Studios desde 2019 es olvidable. En estos años hemos recibido series como Wandavision y Loki, además de películas de primer nivel para Marvel, como Shang-Chi o Guardianes de la Galaxia Vol. 3. Pero la que más me sorprendió en su momento —hace apenas unos meses, el pasado mayo— es Thunderbolts. Y ahora que ha llegado a Disney Plus, es el momento perfecto para recuperarla.
Una preciosa metáfora sobre la depresión
La película más madura de Marvel... pero no la más seria
En la última década, el cine de superhéroes pasó por una crisis que derivaba de entender lo “maduro” como lo “oscuro”. El Universo de DC Comics formado por Zack Snyder fue el mejor ejemplo de ello: historias vacías, casi en su totalidad, que por estar desaturadas o tratar temas “serios” ya se creían más maduras de lo que eran.
Por contra, Marvel solió tirar con sus películas por argumentos fáciles e incluso infantiles. Que no tiene nada de malo, ojo, pero es cierto que se echaba de menos un término medio: una película madura que no renunciara a la comedia y el entretenimiento.
Eso es, precisamente, lo que ofrece Thunderbolts*. La película de Jake Schreier —director escogido por Marvel Studios para traer a los X-Men a su universo— narra una interesantísima metáfora sobre la depresión. Todos los personajes que forman parte del grupo de antihéroes la sufren de una forma u otra, y tras la conclusión del filme —que no voy a desvelar aquí— la reflexión que queda es clara: solo apoyándonos unos a otros podemos salir de esta espiral depresiva que nos atañe como sociedad.
Pero claro, cualquiera que lea esto puede pensar “Uf, qué pinta más aburrida”. Y es lógico, pero nada más lejos de la realidad. Thunderbolts* es una película divertidísima que, sin llegar a tomarse del todo en serio, consigue sacarte una lagrimilla.

Fotograma de 'Thunderbolts'.
¿Quiénes forman los Thunderbolts*?
La clave está en los personajes. Tal y como hiciera Joss Whedon con Los Vengadores en 2012, toda la película se basa en un grupo de inadaptados o “raritos” que se unen sin quererlo por una causa que los supera. Sin embargo, en este caso no son Dioses caídos del cielo ni súpergenios. Son, más bien, tipos que, por casualidad o por un fortuito destino, se han convertido en supersoldados.
Yelena Belova, la Viuda Negra de Florece Pugh, es el corazón de la historia y quien mejor ejemplifica esta narrativa. Tras aparecer en Viuda Negra y en Ojo de halcón, Yelena se ha consolidado como la heredera del legado de Natasha Romanoff. Entrenada desde niña en la temida Sala Roja, combina una habilidad letal con un carisma que viene más de la dejadez que del querer gustar. En Thunderbolts*, Pugh explota esa mezcla de sarcasmo, vulnerabilidad y ferocidad que la convierten en alguien a quien inevitablemente quieres seguir adonde vaya.
En este caso no son Dioses caídos del cielo ni súpergenios. Son, más bien, tipos que, por casualidad o por un fortuito destino, se han convertido en supersoldados
También tenemos a US Agent (John Walker), interpretado por Wyatt Russell. Se trata del reverso oscuro del Capitán América. Tras fracasar como sucesor de Steve Rogers en Falcon y el Soldado de Invierno, Walker es ahora un supersoldado al servicio del gobierno, con un código moral mucho más ambiguo. Su carácter explosivo y su orgullo lo convierten en la pieza más inestable del grupo, siempre al borde de la ruptura. Sin embargo, se hace de querer al representar el lado más incómodo del sueño americano: un héroe patriótico sin el idealismo que definió al Capitán original.
Bucky Burnes, el Soldado de Invierno de Sebastian Stan, se arige como el último vestigio del siglo XX dentro del UCM. Bucky carga con décadas de traumas como asesino controlado por Hydra, pero también con una nueva conciencia que lo empuja a redimirse. En esta película se convierte en el veterano cansado, el que ha visto demasiadas guerras. No es un líder nato, pero sí un guía moral al que todos escuchan.

Fotograma de 'Thunderbolts'.
Por su parte, el Red Guardian de David Harbour es otra especie de versión alternativa del Capitán América, pero en este caso es más un What If? de qué hubiera pasado si Steve Rogers fuera comunista. Se trata del sidekick del grupo: el hombre que lo ha pasado tan mal que ahora se alegra por todo.
Y, finalmente, tenemos a la Ghost de Hannah John-Kamen. Introducida en Ant-Man y la Avispa, esta antigua villana es otro experimento fallido. Su cuerpo quedó atrapado en una fase cuántica inestable, lo que le otorga la capacidad de atravesar la materia, pero a costa de un dolor constante. Ghost es probablemente la más frágil del grupo, una figura trágica que nunca quiso ser lo que es
Pero quien da sentido a la película es Bob, un personaje misterioso interpretado por Lewis Pullman que, sin hacer spoiler, se convierte rápidamente en quien guía la trama. Sin duda, se trata de un equipo que puede darnos muchas alegrías en el futuro.

Fotograma de 'Thunderbolts'.
Un equipo que nos da esperanzas
Tras terminar de ver Thunderbolts*, te queda claro, de algún modo, que el espíritu que dio forma al UCM en su momento está de vuelta. Todavía existe hueco para películas inesperadas que nos ataquen al corazón desde el buen humor, la clave de las primeras películas de éxito de Marvel Studios.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Thunderbolts* apenas recaudó 382 millones de dólares en taquilla, un número que, pese a que sería muy bueno para cualquier otro proyecto, se queda lejos de la media de Marvel. De este modo, solo un gran clamor por la película en Disney Plus pueden salvarla de contar con un grupo a explorar en el futuro.
A pesar de que el equipo liderado por Florence Pugh nos da esperanzas, no queda tan claro que vayamos a seguir viéndolo en el futuro. De momento, al menos, los veremos en las próximas dos de Los Vengadores. Pero ¿conseguirán tener un camino propio más allá? Teniendo en cuenta el estado actual del UCM... todo parece indicar a que la cuesta abajo a la que se enfrentan no va a remontar en bastante tiempo.