Confirmado por SpaceX: los satélites Starlink de Elon Musk controlan el tráfico espacial y evitan 144.404 accidentes en la órbita de la Tierra
Problemática espacial
Los satélites de Starlink han llevado a cabo 144.404 maniobras para evitar colisiones entre los meses de diciembre y mayo, el equivalente a una maniobra cada dos minutos
Los satelites Starlink tienen cada vez más competidores.
Elon Musk vuelve a protagonizar titulares. Según las cifras presentadas por SpaceX ante la FCC, los satélites de Starlink han llevado a cabo 144.404 maniobras para evitar colisiones entre los meses de diciembre y mayo, lo que equivale a una maniobra cada dos minutos.
Se trata de un descubrimiento relevante debido al riesgo potencial de cada una de estas maniobras: basta un fallo técnico o humano para desatar una reacción en cadena de colisiones. El llamado síndrome de Kessler, una avalancha de impactos que podría inutilizar por completo una órbita, empieza a parecer menos ciencia ficción.
SpaceX ya ha lanzado más de 6.000 satélites y planea llegar a los 42.000
Presencia de satélites de Starlink orbitando sobre la Tierra.
Las maniobras de evasión de la empresa de Elon Musk se han triplicado respecto al periodo anterior. Para ponerlo en perspectiva: la agencia espacial india (ISRO) ha realizado solo 122 maniobras en los últimos 14 años. Su mayor pico fue de 23 maniobras entre 2022 y 2023.
Asimismo, conviene destacar que la órbita baja terrestre se ha vuelto una autopista congestionada. SpaceX ya ha lanzado más de 6.000 satélites y tiene planes para llegar a los 42.000 en el futuro. Por otro lado, empresas como Amazon, OneWeb y diversos países también están desplegando sus propias constelaciones.
A pesar de que la expansión del acceso al espacio ha traído beneficios como internet global, vigilancia climática y comunicaciones de emergencia, lo cierto es que el progreso viene de la mano de una problemática: la saturación orbital.
Por este motivo, es urgente establecer una serie de normas claras antes de que una mala maniobra provoque una catástrofe que afecte a todos los operadores. Conviene recordar que un error podría generar miles de fragmentos de basura espacial moviéndose a 28.000 km/h, convirtiéndose en proyectiles capaces de dañar o destruir otros satélites.