Qué se esconde realmente detrás del Área 51, la “capital mundial de los OVNIS”: “Es probablemente el lugar más vigilado, oculto y protegido del planeta”

Área 51

A lo largo de los años hemos oído muchos rumores y teorías conspiranoicas en torno a lo que ocurre en las áreas 51 y 52, pero aunque el secreto es real, lo que oculta Estados Unidos no parecen ser alienígenas 

La caca de los astronautas es uno de los mayores retos de la NASA: “La conquista del espacio no dependerá solo de la potencia de los cohetes, sino también de saber qué hacer con nuestros excrementos”

Bill Clinton visitando lugares ocultos de EEUU.

Bill Clinton visitando lugares ocultos de EEUU.

Dominio público

En el folclore que rodea a las teorías conspiracionistas sobre las bases secretas en el desierto de Nevada, existe cierta confusión ya en el mismo nombre de esas instalaciones. Para unos, es el Área 51; para otros el 52. No hay referencias a la 53 o superior.

Lo cierto es que ambas existen. El Área 51 no está reconocida por el Departamento de Defensa, al menos con ese nombre. Se refieren a ella como Groom Lake, por el cauce seco del lago que tiene justo al lado y que sirve a veces como extensión de pistas de aterrizaje. El Área 52 —más secreta todavía— se conoce oficialmente como Campo de pruebas de Tonopah y se encuentra a 90 kilómetros al noroeste de la primera.

Lee también

NASA y Google desarrollan un asistente médico con IA para cuidar a los astronautas rumbo a Marte

Héctor Farrés
Horizontal

Ambas localizaciones están dentro de la base aérea de Nellis, una instalación militar situada justo al lado de Las Vegas, pero cuya superficie alcanza los 12.000 Km2. Como media Catalunya, vaya. No muy lejos del Área 51 se encuentra el polígono donde entre 1951 y 1992 se realizaron ensayos nucleares. Casi un millar en total. Desde el aire, docenas de cráteres recuerdan a un paisaje lunar.

El Área 51 ha sido durante décadas escenario de especulación, fascinación y teorías conspirativas. Es probablemente el lugar más vigilado, oculto y protegido del planeta. Su sola mención evoca imágenes de OVNIs, aviones imposibles, proyectos de tecnología avanzada y secretos nunca revelados. Se dice que ni siquiera el presidente puede visitarla sin una programación especial.

Área 51.

Área 51.

iStockphoto

El origen del Área 51 está imbricado con el desarrollo de la Guerra Fría. A mediados de los años 50, era un hecho que la URSS disponía ya del arma termonuclear, pero los servicios de información apenas habían podido obtener detalles al respecto. La CIA concibió entonces la idea de desarrollar un avión de reconocimiento capaz de violar las fronteras de la Unión Soviética, volando a tal altura que fuese prácticamente invulnerable.

Ese avión, desarrollado por un equipo de la Lockheed, capitaneado por el legendario Kelly Johnson, sería el U2. El U2 no era rápido, pero tenía un techo operativo de más de 20.000 metros, inalcanzable para los cazas de la época. Sus larguísimas alas le permitían aprovechar la tenue atmósfera existente a tales alturas para planear y mantenerse en el aire hasta doce horas sin necesidad de repostar.

El origen del Área 51 está imbricado con el desarrollo de la Guerra Fría. A mediados de los años 50, la CIA concibió la idea de desarrollar un avión de reconocimiento capaz de violar las fronteras de la URSS, volando a tal altura que fuese invulnerable

La CIA encargó un pedido inicial de cinco U2; con el tiempo se construiría más de un centenar. Para hacerlos más difíciles de detectar iban pintados de negro, que se confundía con el color del espacio a gran altura. Y, para más seguridad, la mayoría de vuelos de prueba se hacían de noche, desde las pistas del lago Groom. Sus luces de posición serían el primer síntoma que daría lugar a las leyendas sobre objetos volantes no identificados.

Durante cuatro años, el U2 estuvo realizado misiones de espionaje sobre el corazón de territorio soviético o de países de su órbita. En concreto, sobre una docena de sitios clasificados de “especial interés”. Por ejemplo, astilleros de submarinos o recuentos de bombarderos intercontinentales. Al principio, las incursiones no pasaban de las áreas fronterizas, pero poco a poco fueron adentrándose más y más en zonas prohibidas.

Lee también

Estupor entre los científicos por la orden de la Casa Blanca que obliga a la NASA a destruir un importante satélite: “Es ilegal”

La Vanguardia
Startical (Enaire) prueba los sistemas de vigilancia de tráfico aéreo que usará en su futura constelación de satélites

En mayo de 1960 se terminó la suerte. Un vuelo de larga duración (desde Pakistán a Noruega) para inspeccionar, entre otros objetivos, la base de cohetes de Baikonur fue detectado e interceptado por un misil soviético. El piloto, Francis Gary Powers sobrevivió, fue capturado y sometido a juicio como espía. Semejante fiasco tuvo serias repercusiones políticas, pues condujo a la cancelación de una reunión de alto nivel entre Khrushchev y Eisenhower que iba que celebrarse poco después en París.

Eisenhower siempre había sentido recelos acerca de la invulnerabilidad de los U2. Humillado por el incidente, canceló de inmediato todos los vuelos sobre la URSS. Para entonces, la CIA había encargado a Lockheed un sucesor del U2. Volaría no solo a gran altura, sino a velocidades inalcanzables para cazas o misiles.

Primera foto del F-117.

Primera foto del F-117.

Terceros

Los prototipos del nuevo avión (primero llamado A-12 Oxcart y luego su derivado, el SR-71 Blackbird) se construyeron en California, pero las pruebas se hicieron en Nevada, en las instalaciones del Área 51. El programa implicó casi tres mil vuelos de prueba, a velocidades que podían llegar a triplicar la del sonido. Es fácil suponer que esos despliegues, por lo general a gran altura y de noche, reforzaron las sospechas de que algo muy extraño y desconocido estaba ocurriendo en los cielos de Nevada. Sobre todo, cuando algunos observadores detectaron que el aspecto de la estela que dejaban tras de sí sus dos estatorreactores difería mucho de un motor convencional.

Tanto el A-12 como el SR-71 fueron retirados del servicio en 1999. Los ejemplares que quedan (unos 30) son ahora piezas de museo. Y es que, para entonces, la carrera por desarrollar nuevos aviones había cambiado de objetivo. Ya no se trataba de que pudieran evadir al radar, sino de que ni siquiera fueran detectados.

En 1978 Lockheed empezó el desarrollo del primer caza furtivo, el F-117. Era un avión extraño, que en lugar de líneas suaves presentaba un aspecto faceteado para dispersar las ondas de radar en todas direcciones

En 1978 Lockheed empezó el desarrollo del primer caza furtivo, el F-117. Era un avión extraño, que en lugar de líneas suaves presentaba un aspecto faceteado para dispersar las ondas de radar en todas direcciones. También se probó primero en Groom Lake y luego en el campo de pruebas de Tonopa, Era un programa tan secreto que la primera foto (muy borrosa) tardó once años en publicarse en la revista especializada Aviation Week, famosa por sus conocimientos de los entresijos de la industria militar.

Más tarde, otros prototipos volaron también en ese campo de pruebas. Es el caso del Proyecto Aurora, rumor nunca confirmado de un avión hipersónico capaz de alcanzar el Mach 6. O del Boeing YF-118 (la Y delante de la F corresponde a un modelo experimental) que se utilizó como plataforma para probar tecnologías de baja observabilidad. Gracias a él se allanó el camino a cazas modernos como el F-35, ahora de actualidad por el interés de la administración Trump en comercializarlo en Europa.

Lee también

Cuando las estrellas dejaron de verse en el cielo, comenzamos a proyectarlas: así nos devolvieron los planetarios el universo que las ciudades nos robaron

Rafael Clemente
Horizontal

El Área 51 fue también escenario de la evaluación de aeronaves y tecnologías enemigas. Por ejemplo, algunos modelos de MiG soviético (obtenidos por donación de otros países como Israel o simplemente entregados por pilotos desertores). En todo caso, estas pruebas estaban siempre revestidas del mayor secreto: los aviones, protegidos en hangares cerrados, solo volaban de noche. Eran, en el sentido más real, “objetos voladores no identificados”.

Aunque el nombre “Área 51” ocupa el imaginario colectivo mundial, su vecina, el Área 52, en aún más misteriosa. Aquí, realidad y leyenda se entrelazan en una narrativa fascinante marcada por experimentos ultrasecretos, pruebas de aeronaves revolucionarias (por ejemplo, el desarrollo del caza “invisible” F-117) y las inevitables conspiraciones sobre platillos volantes y alienígenas.

Área 52.

Área 52.

Getty Images

Durante la Guerra Fría, aquí se llevaron experimentos sobre alternativas de bombardeo atómico. No tanto sobre la explosión en sí (ninguno de los cuatro ensayos realizados implicaba una detonación nuclear) sino en las consecuencias del estallido accidental de la carga de explosivos convencionales que inician la reacción termonuclear. El resultado era una “bomba sucia”, que desparramaba material radiactivo por una amplia zona. Estas pruebas se realizaron en el decenio de los ochenta, quince años después del incidente de Palomares, en el que también hubo contaminación por plutonio de una gran extensión de terrenos de cultivo. Pero esa es otra historia.

El misterio de Área 52 trasciende las pruebas nucleares y aviones furtivos. También ha servido como base para el desarrollo de sistemas de entrega de armas de última generación. Los detalles permanecen ocultos bajo un velo de secreto. La consecuencia es la aparición de rumores sobre la existencia de programas de inteligencia avanzada, guerra electrónica y hasta espionaje tecnológico con técnicas no convencionales.

Lee también

Carl Jung, médico y psiquiatra, nos advirtió sobre nuestra relación con la IA: “Mirarse en el espejo del alma es un acto de valentía; conócete a ti mismo y te asombrarás”

Pau Roldan
Carl Jung, médico y psiquiatra.

Y la fantasía se dispara (¿o no?) al sugerir pruebas sobre manipulación mental y experimentos biológicos de dudosa ética. Por supuesto, nunca confirmados. Aunque sí es cierto que el gobierno ha reconocido la presencia de zonas contaminadas con polvo radiactivo y productos químicos tóxicos. No hubo compensaciones a los afectados.

Uno de los grandes mitos del Área 52 es la supuesta custodia de un platillo volante estrellado y los cadáveres de sus tripulantes (otra versión asegura que fue almacenado primero en el Área 51 y luego transferido en secreto a la 52). Incluso se han divulgado filmaciones de la pretendida autopsia a uno de ellos, bajito, cabezón y de ojos saltones. De hecho, esa es la imagen más popular cuando de extraterrestres se trata.

Uno de los grandes mitos del Área 52 es la supuesta custodia de un platillo volante estrellado y los cadáveres de sus tripulantes

En realidad, la historia real es menos fantasiosa. Ya en fecha tan temprana como 1947, el ejército estadounidense estaba desarrollando experimentos para detectar posibles ensayos nucleares soviéticos. Todavía no había explorado el primero (no lo haría hasta 1949) pero los servicios de inteligencia estaban convencidos de su inminencia.

Ante la imposibilidad de sobrevolar territorio de la URSS (todavía no había entrado en servicio el U2 y los satélites espía era una hipótesis de futuro), se utilizaban globos de gran altitud equipados con micrófonos muy sensibles. Unos reflectores metálicos servían de blanco al radar para facilitar su seguimiento. 

Portada del 'Roswell Daily Record'.

Portada del 'Roswell Daily Record'.

Terceros

En la tropopausa existen canales acústicos que hubieran llevado el rumor infrasónico del estampido de la explosión a miles de kilómetros de distancia. Ese fue el origen del proyecto Mogul, abandonado muy pronto y sustituido por globos con cámaras fotográficas que sí se adentraban en el espacio aéreo soviético.

Uno de los globos “escuchadores”, el número 4, se lanzó desde Alamogordo en junio de 1947. Un mes más tarde había perdido gas y fue a caer en las inmediaciones del pueblecito de Roswell, en Nuevo México arrastrando consigo, como la cola de una cometa de 2oo metros, todos los micrófonos y reflectores para el radar de rastreo que portaba. La distancia entre ambos puntos no llega a 200 kilómetros.

Dada la naturaleza secretísima del programa Mogul, el ejército prefirió no aclarar mucho el incidente. Ya le iba bien que se hablase de naves alienígenas y no de equipos de espionaje

Normalmente, los militares recogían los restos con toda discreción, pero esta vez no fue así. Un ranchero llamado William Mac Brazel comunicó al sheriff que había encontrado fragmentos de un platillo volante en su propiedad. Tras informar al responsable de inteligencia de una base aérea cercana, la noticia se filtró a la prensa y el 8 de julio de 1947 el “Roswell Daily Record” titulaba en primera página: “RAAF (un grupo de bombardeo de la instalación involucrada) captura un platillo volante en un rancho en la región de Roswell”.

Dada la naturaleza secretísima del programa Mogul, el ejército prefirió no aclarar mucho el incidente. Ya le iba bien que se hablase de naves alienígenas y no de equipos de espionaje. Desmintió la noticia con la boca pequeña y eso despertó todas las suspicacias de la población y, en especial, de los adictos a las conspiraciones. Entre ellos, un tal Frank Kaufmann, responsable de haber inventado historias, e incluso de haber falsificado documentos. Pero, gracias a esas supercherías, pudo llevar una cómoda vida asesorando a fanáticos de los extraterrestres. Falleció en 2001.

Lee también

¿Cómo se conectan los astronautas en el espacio? Así son los portátiles, móviles y tablets que utiliza la NASA en la Estación Espacial Internacional

Rafael Clemente
Mr Spock vigila al astronauta John Creighton desde la pantalla de un GRiD durante el vuelo STS-51G de 1985.

Los detalles del programa Mogul y otros sistemas de reconocimiento mediante globos permanecieron censurados hasta 1994. Pero por mucho que todos los testimonios fiables hayan tratado de desacreditarlo, el mito subsiste. El turismo y la exploración de recuerdos extraterrestres son una de las principales fuentes de ingresos de Roswell, que sigue autopromocionándose como “la capital mundial de los OVNIS”.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...