La NASA no entendía cómo este “fenómeno magnético” tenía tanto impacto sobre la Tierra, pero ahora ha descubierto una pista del que podría ser el mayor misterio de nuestro planeta

Anomalía terrestre

Una zona sobre el Atlántico Sur debilita el campo magnético terrestre y expone a satélites y astronautas a niveles inusuales de radiación, un misterio que la NASA relaciona con los procesos profundos del núcleo del planeta

Un telescopio 100 veces más preciso que el Hubble llegará pronto al espacio para resolver el mayor misterio del universo: la energía oscura

El planeta visto desde el espacio

El planeta visto desde el espacio.

Pexels

En algún punto entre Sudamérica y el Atlántico Sur, el escudo invisible que protege a la Tierra se vuelve sorprendentemente frágil. Allí, la radiación procedente del Sol consigue penetrar con mayor intensidad y afecta directamente a satélites, telescopios orbitales e incluso a la Estación Espacial Internacional. 

Los científicos conocen a este fenómeno como la Anomalía del Atlántico Sur (SAA, por sus siglas en inglés) y su evolución mantiene en alerta a agencias espaciales y geofísicos de todo el mundo.

Lee también

Una rara supernova rompe a una estrella y revela su anatomía oculta

Adrián Soria
La supernova SNR 0509-67.5, fotografiada por el Telescopio Muy Grande. Los dos anillos concéntricos de color azul delatan la doble explosión

El campo magnético de la Tierra, generado por el movimiento del hierro líquido en el núcleo, actúa como una especie de coraza contra las partículas de alta energía del viento solar. Sin él, la vida sería prácticamente inviable. Pero en esta región, que se extiende sobre Brasil, Argentina, Uruguay y parte del océano Atlántico, esa coraza se debilita hasta un punto inusual. La NASA explica que cuando satélites atraviesan la anomalía, “la radiación aumenta y puede dañar sus sistemas electrónicos”.

Los efectos no son teóricos. El telescopio Hubble interrumpe sus observaciones cada vez que pasa por la zona para evitar errores en sus cámaras y sensores. La propia Estación Espacial Internacional también se ve obligada a apagar sistemas durante el tránsito para reducir riesgos. Según datos recogidos por la Agencia Espacial Europea, la anomalía se expande lentamente y se desplaza hacia el oeste a un ritmo de unos 20 kilómetros al año.

Visualización de la Anomalía del Atlántico Sur entre 2015 y 2025, generada por la NASA, que muestra cómo evoluciona la intensidad del campo magnético en esa región.

Visualización de la Anomalía del Atlántico Sur entre 2015 y 2025, generada por la NASA, que muestra cómo evoluciona la intensidad del campo magnético en esa región.

NASA

Aún más desconcertante es que, en la última década, la SAA parece estar dividiéndose en dos centros de mínima intensidad. Uno se mantiene sobre Sudamérica, mientras que otro más joven está emergiendo frente a la costa de África. Los investigadores de la Misión Swarm, que estudia el campo magnético desde el espacio, sostienen que este proceso revela un desequilibrio interno en la dinámica del núcleo terrestre que todavía no se comprende del todo.

Este fenómeno ha abierto la puerta a una pregunta inquietante: ¿podría ser la antesala de una inversión de los polos magnéticos? A lo largo de la historia geológica, el planeta ha invertido su polaridad en múltiples ocasiones, la última hace unos 780.000 años. 

¿Podría ser la antesala de una inversión de los polos magnéticos?

Cuando esto ocurre, el polo norte magnético pasa a ser sur y viceversa. Aunque algunos medios han especulado con que la anomalía es un signo de que ese proceso está cerca, los expertos piden cautela. “No hay evidencia de que estemos a las puertas de una inversión inminente”, advierten los científicos de la ESA.

La explicación más aceptada hoy sitúa el origen de la anomalía en una gigantesca estructura profunda bajo África conocida como la “superpluma africana”. Se trata de una masa de material más caliente y menos denso que se extiende cientos de kilómetros bajo la corteza y que, al interactuar con los flujos de hierro fundido del núcleo, distorsiona el campo magnético.

Representación clásica de la anomalía tomada de Wikipedia, útil para ilustrar de forma sencilla donde se encuentra geográficamente y cómo se ve en términos de intensidad de campo magnético.

Representación de la anomalía.

Wikimedia Commons

Estudios recientes publicados en Geophysical Journal International han reforzado esta hipótesis, sugiriendo que las heterogeneidades en el manto terrestre son responsables de las irregularidades observadas.

La anomalía también ofrece un laboratorio natural para estudiar cómo se comporta la magnetosfera terrestre en condiciones extremas. Investigaciones publicadas en 2024 mostraron que su influencia puede incluso modificar la aparición de auroras en regiones poco habituales, un efecto que abre nuevas líneas de estudio sobre la relación entre magnetismo terrestre y clima espacial.

Lee también

Lo que parece claro es que la SAA seguirá cambiando. Su expansión y desplazamiento son hechos medibles, y su impacto en satélites y astronautas obliga a monitorizarla de manera constante. 

Para la ciencia, representa tanto un desafío tecnológico como una oportunidad de asomarse al corazón del planeta y entender mejor cómo late su geodinamo. Porque, aunque invisible a nuestros ojos, lo que ocurre bajo el Atlántico Sur podría ayudarnos a comprender no solo los riesgos inmediatos para nuestras infraestructuras, sino también el futuro magnético de la Tierra.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...