En los últimos meses, el debate sobre la inteligencia artificial ha pasado a ser si nos encontramos ante una burbuja económica que explotará en algún momento. Como pasara con las puntocom a principios de los años 2000, muchas voces (y algunas muy importantes) creen que se está tocando un techo con esta tecnología, y que todo el hype alrededor de la IA explotará dentro de poco.
En medio de este debate, Lisa Su, la ingeniera que derribó el techo de cristal en Silicon Valley y se ha convertido en CEO de AMD, se ha puesto firme. No solo cree que no estamos ante una burbuja, sino que insiste en que se trata de una tecnología tan importante que no tiene comparativa posible con nada de lo que hayamos visto antes.
“La inteligencia artificial no es una burbuja, es una oportunidad sin límites”, cuenta para The Wall Street Journal. “Creo que aquellos que temen una burbuja están siendo demasiado cortos de vista. No ven el verdadero poder de la tecnología”.
Uno de los argumentos que utiliza Su para defender la solidez del mercado de la IA es el ritmo real de adopción en la industria. Empresas como Microsoft, Meta, Google, OpenAI y Amazon están ampliando de forma simultánea su infraestructura de centros de datos, impulsadas por modelos cada vez más grandes y costosos de entrenar. Y aunque eso pueda llevar a la burbuja anteriormente citada, también es cierto que la demanda de AMD no deja de crecer, y por eso su perspectiva es optimista.
Lisa Su, CEO de AMD.
Otro elemento clave es la expansión de la familia MI300 y la nueva generación de chips MI450, que han permitido a AMD entrar en proyectos de gran escala que hasta hace unos años parecían reservados en exclusiva a Nvidia. Oracle, por ejemplo, ha anunciado despliegues masivos de hardware de AMD en sus regiones cloud, mientras que OpenAI está planteándose usar los aceleradores de la empresa.
Para Su, el crecimiento transversal de la IA (que va desde supercomputación científica hasta servicios cloud) deja claro que estamos en un momento dulce para la industria... Y que puede ir a más pronto. “La IA no es un juego de suma cero. Este mercado es gigantesco, y la competencia solo impulsará más innovación”, cuenta Su en Business Insider. Aunque esta competencia atroz puede, también, llevar a una exigencia sin límites que tenga repercusiones graves a medio plazo.


