Elon Musk encuentra en Elche a sus aliados perfectos para Neuralink, con los que está creando un ojo biónico para ciegos: “Permitirá ver incluso a aquellos que han perdido ambos ojos y el nervio óptico”
Neuralink
Blindisght es una prótesis cerebral impulsada por inteligencia artificial que podría restaurar la visión incluso en personas ciegas de nacimiento y ampliar el espectro visual humano más allá de lo biológicamente posible
“2025 es el año de la telepatía”: Neuralink, la revolucionaria empresa cerebral de Elon Musk, está a punto de dar un gran salto hacia el futuro
Blindsight, el ojo biónico para ciegos que Elon Musk está creando junto a científicos de Elche.
Elon Musk vuelve a poner el foco en los límites de lo posible. Esta vez lo hace con Blindsight, un proyecto de su empresa Neuralink cuyo objetivo, entre otros, es devolver la vista a personas ciegas. ¿Cómo? Mediante un implante cerebral que podría cambiar para siempre el tratamiento de la ceguera y el futuro de la percepción humana.
El dispositivo de Neuralink, que ya cuenta con sus primeros prototipos, ha sido declarado “dispositivo innovador” por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), lo que acelera su camino hacia los primeros ensayos clínicos con humanos. Pero lo más curioso es que no está solo: Musk cuenta con la colaboración de la Universidad Miguel Hernández de Elche, que será uno de los centros clave en esta ambiciosa investigación.
El proyecto, inscrito en el portal ClinicalTrials.gov, busca desarrollar una prótesis visual impulsada por inteligencia artificial capaz de “aumentar la escena visual” de personas ciegas, permitiéndoles desde leer hasta moverse por entornos complejos o reconocer rostros. Sin embargo, Blindsight va aún más allá: está diseñado para funcionar incluso en personas que han perdido ambos ojos o el nervio óptico.
Si la corteza visual está intacta, permitirá incluso a quienes han sido ciegos de nacimiento ver por primera vez
“Si la corteza visual está intacta, permitirá incluso a quienes han sido ciegos de nacimiento ver por primera vez”, ha afirmado Musk en la red social X. El implante funciona bajo principios similares al chip Telepathy, ya probado por Neuralink en pacientes con parálisis que han logrado mover un cursor con la mente.
Blindsight, sin embargo, irá más lejos. Utilizará sensores de luz conectados directamente al cerebro para interpretar imágenes sin pasar por el nervio óptico. En sus primeras versiones, la visión será de baja resolución —“como los gráficos de Atari”, según explica Musk—, pero con el tiempo podría superar incluso la capacidad visual humana. Y no solo en nitidez: también permitiría observar espectros invisibles como el infrarrojo o el ultravioleta.
“Es como tener superpoderes”, afirmó Musk en una entrevista recogida por Wired. “El ojo humano solo ve una pequeña franja del espectro electromagnético. Con Blindsight, podremos expandir esa percepción, como hacen ciertos animales que ven en infrarrojo o ultravioleta”. La idea, de este modo, no es solo restaurar funciones perdidas, sino llegar a aumentar los sentidos y abrir la puerta a una nueva era de visión aumentada.
Brad Smith, paciente de ELA con un implante cerebral de Neuralink.
Blindsight
Un proyecto internacional
Aunque el proyecto ha arrancado en la Universidad de California en Santa Bárbara, Neuralink ha apostado por una colaboración estratégica con la Universidad Miguel Hernández, en Elche. El centro español aportará su experiencia en neurociencia aplicada y podría ser uno de los primeros en participar en los ensayos clínicos europeos.
Los primeros pacientes, según ha comunicado la empresa, serán usuarios de dispositivos cerebrales ya implantados por Neuralink. De hecho, el primer implante humano de Telepathy, en enero de 2024, permitió a un paciente tetrapléjico controlar un ordenador con la mente. Tras algunos fallos iniciales, los siguientes ensayos estabilizaron su funcionamiento, lo que dio luz verde a iniciativas más ambiciosas como Blindsight.
Si Telepathy abre la puerta a una interfaz mental con las máquinas, Blindsight propone una reconfiguración total de la percepción visual. Un ojo biónico que no necesita ojos. Un proyecto que combina neurociencia, inteligencia artificial y ambición desmesurada. Y que, si cumple lo prometido, podría convertir en realidad una de las ficciones más deseadas por la humanidad: volver a ver. O ver más de lo que nunca hemos visto en la historia.