Kairan Quazi se hizo famoso hace un par de años al convertirse en el ingeniero más joven en ser contratado por SpaceX. La empresa de Elon Musk se quedó fascinada por la inteligencia precoz de este joven, por lo que le hizo un hueco en cuanto tuvo oportunidad.
Desde entonces, ha trabajado en SpaceX como ingeniero júnior, un puesto inicial cuya proyección era evidente. Sin embargo, a los 16 años, Quazi ha decidido abandonar la ingeniería espacial para dar un giro completo en su carrera. Tras trabajar con Musk, ha decidido incorporarse a Citadel Securities, una de las firmas más influyentes de Wall Street.
En declaraciones a Business Insider, Quazi explicó las razones de su salida de la compañía aeroespacial. “Estaba listo para ampliar mis habilidades en un entorno de alto rendimiento”, afirmó. Además, no parecía estar demasiado contento con su puesto en SpaceX, donde se habría visto superado en alguna ocasión: “Tenía un campo de trabajo muy amplio y mucha responsabilidad, especialmente para un ingeniero junior”.
Pero ¿por qué irse de la ingeniería espacial a algo como Wall Street? Según ha explicado Quazi al mismo medio, uno de los factores decisivos para elegir Citadel fue “la velocidad con la que se ven resultados, en cuestión de días, algo que no ocurre en los entornos de investigación tradicionales”.

Los satelites Starlink tienen cada vez más competidores.
Un cambio de campo brutal
El niño prodigio de Wall Street
Hijo de inmigrantes bangladesíes en California, Quazi mostró un desarrollo precoz desde la infancia. Aprendió a leer a los dos años y a los nueve ya estaba cursando asignaturas de nivel universitario. En 2023 se graduó en ingeniería informática en la Universidad de Santa Clara, lo que le convirtió en el estudiante más joven en lograrlo en esa institución.
Su talento llamó la atención de SpaceX, donde fue asignado al proyecto Starlink. Así, durante dos años trabajó en el desarrollo de software para la red de satélites que la empresa utiliza para ofrecer servicios de internet a escala global. Sin embargo, ahora ha decidido salir de las redes de Musk.
Citadel Securities, fundada por el multimillonario Ken Griffin, gestiona aproximadamente el 35% de las operaciones minoristas de acciones en Estados Unidos y obtuvo casi 10.000 millones de dólares en ingresos en 2024. En el primer trimestre de este año alcanzó un récord de 3.400 millones, según datos de la propia firma. Para Quazi, el salto supone un cambio de sector, pero no de ambición: “Me motiva afrontar los problemas más complejos del mundo real y demostrar que la edad nunca debe ser una limitación”, señaló en su presentación pública difundida por la compañía.
La decisión del joven ha suscitado tanto admiración como controversia. Su caso se ha convertido en ejemplo de hasta dónde puede llegar el talento precoz cuando se combina con oportunidades, pero también ha generado debate sobre la presión a la que se expone a un adolescente en ambientes de máxima exigencia como el financiero.