Un territorio sin normas, donde niños de seis años pueden cruzarse con desconocidos y estos pueden aprovecharse de ellos en cualquiera de los sentidos. Así describió la presentadora y matemática británica Carol Vorderman, experta en tecnología e infancia, los riesgos de la Realidad Virtual.
A pesar de que los avances en el Metaverso han sido muchos en los últimos años, Vorderman lleva tiempo advirtiendo de los riesgo que puede suponer. “La realidad virtual corre el riesgo de convertirse en el Salvaje Oeste del mundo digital”, advirtió ya en abril de 2022, durante la presentación del informe Safeguarding the Metaverse del Institution of Engineering and Technology (IET). Desde entonces, ha estado alertando sobre la urgencia de legislar antes de que la inmersión digital se convierta en un espacio ingobernable.
La metáfora del viejo oeste digital no es casual. El informe del IET, presentado junto a la especialista en realidad virtual Catherine Allen, describía un panorama donde la falta de regulación convierte la experiencia inmersiva en terreno fértil para abusos y conductas de riesgo.
“Niños de apenas seis años pueden chatear actualmente con completos desconocidos en el metaverso. Eso es profundamente preocupante”, advertían entonces, poniendo el foco en la exposición temprana de menores a conversaciones y entornos inseguros.
La realidad virtual corre el riesgo de convertirse en el Salvaje Oeste del mundo digital
Es algo que ya ocurre en otros entornos. Videojuegos como Roblox o Minecraft, muy populares entre los más pequeños, ya facilitan la interacción de niños y adultos con una facilidad pasmosa. Sin embargo, con la realidad virtual el problema se acrecenta aún más.
Más allá de la interacción entre usuarios, los peligros incluyen el ciberacoso, la exposición a contenidos sexuales o violentos y la posibilidad de que las plataformas recopilen datos biométricos de los participantes sin un marco normativo que garantice derechos básicos. De este modo, el metaverso, prometido como un espacio de creatividad y encuentro social, corre el riesgo de transformarse en un ecosistema donde los vulnerables quedan desprotegidos.

La mitad de los bebes con móvil: el uso de dispositivos desde edades muy tempranas relega el juego tradicional,casi testimonial a partir de los ocho años.
Una demanda colectiva
La legislación es insuficiente
Los legisladores británicos han intentado anticiparse con iniciativas como el Online Safety Bill, diseñado para reforzar la seguridad en internet. Sin embargo, el informe del IET considera que estas propuestas resultaban insuficientes para abordar los entornos en tiempo real y altamente inmersivos que plantea la realidad virtual.
Los marcos legales actuales, elaborados para las redes sociales tradicionales, no alcanzan a regular las complejidades de un universo digital donde la interacción ocurre en tres dimensiones y con una inmediatez que desafía la moderación automática.
“Al igual que los políticos han debido familiarizarse con el lenguaje de internet y las redes sociales, ahora deberán adquirir una alfabetización inmersiva que les permita legislar con conocimiento de causa”, subraya el informe.
El debate abierto por Vorderman y Allen sigue siendo hoy de plena vigencia. El metaverso continúa expandiéndose, con grandes compañías invirtiendo miles de millones en su desarrollo, mientras las reglas que lo deberían regir siguen en construcción.