Hace unos días, Microsoft anunció el recorte de más de 9.000 empleos de su plantilla a nivel global; alrededor de un 4% del total de sus empleados. Es el tercer año consecutivo que la gigante tecnológica disminuye el número de trabajadores de sus distintas divisiones: ya había despedido a 10.000 en 2023 y unos 2.000 en 2024.
En 2025, esta es ya la cuarta ronda de despidos dentro de la compañía. En enero, se redujo “menos de un 1%” de la plantilla para “tomar medidas ante quienes no estaban produciendo” lo suficiente; en mayo, recortó otros 6.000 empleos, esta vez buscando “implementar cambios organizativos necesarios para el éxito en un mercado dinámico.” Un mes más tarde, en junio, otros 300 empleados perdían su puesto.
La ronda de despidos de este mes de julio ha correspondido con el segundo día del recién estrenado año fiscal 2026 de Microsoft. Para los trabajadores de King Barcelona, la noticia se presentó en forma de un correo electrónico recibido a primera hora de la mañana del miércoles 2 de junio, anunciando que la empresa iba a sufrir una reestructuración. El actual presidente de King, Todd Green, señalaba que se contactaría a los afectados a lo largo del día. Y, aunque la directiva pidió a los trabajadores que mantuviesen, en la medida de lo posible, la normalidad, la noticia corrió como la pólvora por las oficinas.
Poco a poco, se iba concretando el calibre de la situación: más de 50 empleados del estudio en Catalunya, que emplea a alrededor de 300, supieron que se verán afectados por un ERE. Uno de los trabajadores afectados explica que la mañana fue verdaderamente caótica: “Ha sido un jarro de agua fría. Al principio nadie, ni siquiera los mánagers, sabían qué estaba pasando.”

Estudios de King en Estocolmo. Décimo aniversario de 'Candy Crush'.
Unas horas más tarde, llegaba la explicación oficial tanto para los trabajadores afectados como para los no afectados: se iniciaría un proceso de ERE porque el estudio tenía “demasiados mecanismos de trabajo, lo que les hacía poco eficientes” y “los objetivos de ingresos del período no se habían cumplido”. Pero King Barcelona no ha sido la única afectada: las otras sedes europeas de King, como la de Estocolmo o la de Berlín, también han perdido trabajadores. En total, se han eliminado 200 empleos a nivel global, un 10% de su fuerza de trabajo en todo el mundo.
Uno de los motivos por los que este ERE pilló por sorpresa a muchos de los empleados de King Barcelona es que, en verano del año pasado, la empresa ya anunció un proceso de regulación de empleo que afectó a 47 trabajadores, un 7% de la plantilla de ese momento. En el proceso de negociación al respecto de este primer ERE, la empresa se había comprometido con los trabajadores a no realizar más despidos en los próximos meses. Este segundo ERE llega apenas unos días después de haberse cumplido el período originalmente acordado.
Ha sido un jarro de agua fría. Al principio nadie, ni siquiera los mánagers, sabían qué estaba pasando
King es la creadora y autora de varios populares y lucrativos videojuegos para móviles. De entre todos ellos, el más popular es Candy Crush, que generó en el año 2024 unos mil millones de dólares en ingresos, y cuenta, según últimos datos, con más de 200 millones de usuarios activos mensuales.
¿Y qué tiene que ver Candy Crush con Microsoft? Hasta el año 2022, nada. En su fundación en 2005, King era una empresa independiente que, tras probar suerte en el mercado de las páginas web de citas, decidió fundar un portal especializado en juegos casuales y gratuitos que podían jugarse a través del navegador del ordenador. La empresa se convirtió en una de las desarrolladoras más importantes del mundo del videojuego a raíz del auge de los juegos móviles y de la mano los distintos títulos de la saga Candy Crush y otros como Honor of Kings o Farm Heroes.

Sede de Microsoft.
Este éxito llevó a la desarrolladora Activision-Blizzard (propietaria de juegos como Call of Duty o World of Warcraft) a comprarla en el año 2016. Después, en el año 2022, el gigante de Redmond decidió comprar Activision y todas sus subsidiarias en una ambiciosísima operación de expansión de su división de videojuegos.
Sin embargo, después de unos años de bonanza y crecimiento, la división de videojuegos de Microsoft, Xbox Game Studios, ha sido una de las principales afectadas en estas sucesivas rondas de despidos. Con el modelo Xbox Game Pass como punta de lanza —un servicio de suscripción al estilo Netflix, que da acceso a los usuarios a un catálogo de más de un centenar de videojuegos a cambio de una cuota fija mensual— Xbox revivió a finales de la década pasada tras pasar un buen puñado de años sin ser capaz de plantarle cara a la PlayStation de Sony, su principal competidora en el ámbito del hardware y el software de videojuegos.
Llevamos pidiendo recursos y avisando de que queremos cambiar las cosas y maneras de trabajar, pero siempre nos han bloqueado todos esos posibles cambios
Mientras las cifras de usuarios de Game Pass no paraban de subir, la división de videojuegos de Microsoft, liderada por Phil Spencer, adquiría un buen puñado de desarrolladoras con el objetivo de adquirir sus catálogos para introducirlos en el servicio y de que creasen nuevas producciones llamativas que nutriesen su catálogo en los próximos años. Entre 2018 y 2021, Xbox compró más de una decena de desarrolladoras, entre las que se contaban Ninja Theory (Hellblade: Senua’s Sacrifice), Obsidian Entertainment (Fallout: New Vegas, Pillars of Eternity), y ZeniMax, empresa matriz de Bethesda (Fallout, The Elder Scrolls), Arkane Studios (Dishonored), idSoftware (DOOM) o Machinegames (Wolfenstein), entre otros.
El colofón final de este período de expansión se cerró, no sin múltiples acusaciones de posible monopolio y escrutinios de organizaciones como la FTC, en el año 2023. Por un precio de 68.000 millones de dólares, una cifra prácticamente sin precedentes en la industria del videojuego, el conglomerado Activision-Blizzard-King pasaba a formar parte de la división de videojuegos de Microsoft.

Phil Spencer es el máximo responsable de la división de videojuegos de Microsoft.
Los empleados y exempleados con los que hemos podido hablar son claros al respecto: la compra de Microsoft ha sido uno de los motivos principales que han causado estos ajustes de personal. Uno de ellos afirma que muchos miembros del estudio piensan que “Microsoft quiere dejar claro que aquí mandan ellos, y que la cultura de King tiene que adaptarse a su manera de trabajar.” Pero también apunta que, en parte, la situación tiene que ver con que la empresa de Redmond no ha obtenido tanto rédito económico de su compra como pensaba. “Si tú quieres, por ejemplo, crecer un 15%, aunque no sea realista hacerlo, y no lo consigues, para llegar a esas expectativas puedes despedir a gente.”
Microsoft España, sin embargo, se ha negado a ofrecer declaraciones al respecto de la situación.
Incluso en los meses previos a este segundo ERE, muchos empleados confiesan falta de motivación y sensación general de desorganización dentro de la empresa. La versión oficial de King, la de que los mecanismos de trabajo no eran eficientes, le parece a uno de los afectados una contradicción: “Nosotros mismos llevamos pidiendo recursos y avisando de que queremos cambiar las cosas y maneras de trabajar, pero siempre nos han bloqueado todos esos posibles cambios. Nos decían que podrían poner en riesgo los ingresos a corto plazo”.
Otro de los trabajadores despedidos señala que la moral ya era muy baja en muchos de los departamentos. Algunos habían desaparecido por completo, mientras que otros, como el de diseño de niveles, habían perdido a más de un tercio de sus empleados. “Desde la compra, y quizás incluso un poco antes, la perspectiva de la empresa ha buscado todo menos favorecer a los jugadores. Todos los cambios que se han hecho pretenden exprimir el máximo beneficio sin importar las consecuencias a medio o largo plazo.” Incluso llega a afirmar que “King ha perdido su esencia y ahora solo es una máquina de hacer dinero para Microsoft”.
Además, tal y como afirman algunos de los empleados que todavía mantienen su puesto en King Barcelona, “buscar aumentar el rendimiento mientras se exprime y presiona a los trabajadores es un imposible.”
Lo cierto es que, en el plano global, se pueden hacer varias lecturas de los motivos detrás de los sucesivos de recortes de personal que está realizando Microsoft. Para empezar, podríamos enmarcarlas en la actual inestabilidad del mercado, especialmente dentro de la industria tecnológica. En el mundo de los videojuegos, sin ir más lejos, los dos últimos años han visto el cierre de centenares de estudios, y despidos masivos en prácticamente todas las principales compañías estadounidenses. El año 2024 cerraba con más de 14.000 puestos de trabajo perdidos en este campo; en lo que va de 2025, se han recortado otros 3.500.
Este es mi capítulo final en los videojuegos. Es la segunda vez que paso por una situación así: la industria es demasiado volátil
Muchos de estos despidos han tenido que ver con una falta de adaptación de las empresas a la “nueva normalidad” tras las cifras de récord mostradas en la pandemia. En los años 2020 y 2021 hubo un aumento masivo en el consumo de ocio digital que llevó a las empresas a ingresar más dinero y a expandir sus plantillas; acabada esta situación excepcional, las cifras han vuelto a bajar, así que para mantener las estadísticas en positivo, muchas empresas han decidido recortar en recursos de trabajo. Tanto es así que otro de los afectados por el ERE de King nos confesaba que planeaba continuar su carrera profesional en otro ámbito: “Este es mi capítulo final en los videojuegos. Es la segunda vez que paso por una situación así: la industria es demasiado volátil”.
Hay otra situación que, de manera bastante evidente, puede haber influido en esta toma de decisiones de Microsoft: la implementación de la Inteligencia Artificial dentro del espacio de trabajo. En febrero, la compañía lanzaba una división específica de ingeniería que priorizaba la creación de herramientas IA y su implementación en los procesos internos de la empresa de Redmond. Pero los rumores de uso interno de estas tecnologías datan de, como mínimo, finales del año 2023. Desde esa fecha, Microsoft ha despedido a alrededor de 20.000 empleados.
El trabajo no paraba de aumentar y se tenía que sacar con cada vez menos gente. El estrés era muy alto, y había mucha gente muy quemada
En el caso de King Barcelona, muchos de los puestos de trabajo eliminados durante el último año han sido reemplazados por IA. “El trabajo no paraba de aumentar y se tenía que sacar con cada vez menos gente. El estrés era muy alto, y había mucha gente muy quemada. Han invertido en herramientas de IA para ayudarnos, pero no las habríamos necesitado si no hubiesen despedido a tantos trabajadores”.
Según fuentes de Mobilegamer, los empleados despedidos en la división de King con sede en Londres han sido sustituidos por las herramientas IA que ellos mismos trabajaron para desarrollar por mandato de la directiva de la empresa.
Queda por ver cuáles serán las consecuencias para el resto de trabajadores de estos despidos y de la reducción de plantilla, y si este supuesto “aumento de productividad” que buscaba Microsoft podrá materializarse dentro de King Barcelona.
Con estos despidos, sumados a los más de 200 empleados perdidos en Ubisoft Barcelona el pasado febrero, o el cierre de estudios como Tequila Works en abril, se consolida una crisis del sector del videojuego en España que, por el momento, no tiene visos de acabar. Según una encuesta realizada el año pasado por la asociación DeVuego, la mitad de personas despedidas en la industria del videojuego en el último año siguieron en paro durante los meses posteriores a su pérdida de empleo. Quizás, la única respuesta para muchos de ellos sea buscar trabajo en empresas extranjeras o en otros ámbitos.