La epidemia de la gripe avanza (en Catalunya se espera el pico esta semana, en el resto de España, en dos) con el riesgo de colapso del sistema sanitario, en gran medida, por la baja tasa de vacunación de la población. Este año, como ocurrió en los anteriores, no parece que se alcancen los objetivos de población vacunada (mayores de 60 años, crónicos y profesionales sanitarios, entre otros) pese a las campañas de concienciación realizadas.
Ante esta realidad, los farmacéuticos catalanes se ofrecen a vacunar en las oficinas de farmacia, aunque las posibilidades de que esto sea una realidad son reducidas, ante el rechazo no solo de las enfermeras, que advierten de los riesgos de vacunar en una farmacia, como del Ministerio de Sanidad, que recuerda las normativas al respecto.
Este ofrecimiento, sin embargo, pone encima de la mesa
la necesidad de buscar nuevas fórmulas para concienciar a la población de vacunarse contra la gripe porque las actuales
no funcionan y, quizá, ahí sí, puedan intervenir los farmacéuticos.