Hace ya 30 años que los estudiantes catalanes de bachillerato se enfrentan a la tarea de realizar un trabajo de investigación, en el que deben aplicar los mismos criterios, metodología y rigor que usaría cualquier investigador universitario. Además, la nota que obtienen contaba un 10% de la calificación final de los alumnos para poder acceder a la universidad, aunque ahora la ley socialista ha rebajado este porcentaje al 5%.
El treball de recerca requiere mucho esfuerzo por parte del alumno y de los profesores. O mejor dicho requería, porque con la llegada de la inteligencia artificial (IA), esta puede redactar una de estas investigaciones en minutos.
Por este motivo, centros y profesores se empiezan a plantear la necesidad de reformularlo para que este no se devalúe.
Es importante hacerlo y hacerlo bien, porque el sistema educativo no debe perder una tarea que introduce a los estudiantes en el mundo de la investigación y que les obliga a movilizar muchas competencias académicas y personales.