Cuatro meses después de la tragedia de la dana de Valencia aún se desconoce donde estuvo el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, en aquella trágica tarde del 29 de octubre. Tanto tiempo después parece claro que el tema ya no es esclarecer donde estuvo, sino que lo realmente importante es concluir que no estuvo donde tenía que estar. Esta semana, como consecuencia del informe de la juez Nuria Ruíz Tobarra que ha dictaminado que la mayoría de las víctimas de la dana murieron antes de que se emitirá el primer aviso, a las 20,11, Mazón se ha visto obligado a divulgar una fotografía suya entrando en el centro de coordinación de emergencias (cecopi) a las 20,28. Mazón había dicho con anterioridad -el 7 de febrero- que había llegado a este centro “a media tarde” y en otras intervenciones posteriores repitió varias veces “a partir de las 19,00 horas”. Al admitir ahora que había llegado tan tarde, desgasta aún más su imagen pública, pero le puede ayudar de cara a evitarse una imputación por la juez.
Miles de valencianos se volvieron a manifestar ayer en Valencia pidiendo la dimisión de Mazón, pero está claro que éste no piensa dimitir. La oposición está amagando con una moción de censura que difícilmente tendrá éxito porque el presidente valenciano cuenta con el apoyo de Vox. Es posible que los socialistas la acaben presentando para desgastar aún más a Mazón y exagerar la dependencia que tienen los populares de la formación de Santiago Abascal.
Esta crisis solo puede ser detenida si Alberto Núñez Feijóo convence a Mazón de que su única salida es la dimisión. Pero si hacemos caso de la versión oficial del Partido Popular, Feijóo no está por la labor. Ayer mismo el portavoz popular en el Congreso, Miguel Tellado, defendió su gestión y calificó a Mazón como “el presidente de la reconstrucción” y cargó contra el Gobierno central por hacer “política de la más cutre, de la más baja” con el dolor de las víctimas.

Imagen aérea de la quinta protesta contra Mazón en València
El tiempo dirá si la estrategia del PP de aguantar a Mazón a toda costa le reporta beneficios o si, por contra, acaba siendo un desgaste aún mayor que afectará a la figura de Feijóo.