Andalucía en la nueva ‘era Trump’: historia, aranceles y bases militares

Cuadernos del Sur

La idea de sí misma que tiene una ciudad, además de por la práctica de determinados hábitos, el respeto a ciertas costumbres y la existencia de un sinfín de sobrentendidos que distinguen a los indígenas de aquellos otros que, al menos durante un tiempo, la habitan en condición de forasteros, se refleja en cómo usan sus espacios públicos. En los hitos y monumentos que colocan en estos enclaves simbólicos. Hay ciudades que los dejan vacíos. Otras los convierten en jardines. Algunas erigen en ellos monolitos y obeliscos cuyo origen nadie recuerda.

Sevilla es una de las urbes con las estatuas más incomprensibles del mundo. Tiene un busto, situado junto a la antigua Cárcel Real, donde la leyenda dice que se concibió el Quijote, consagrado a Cervantes; y un monumento a Bécquer, pero la mayoría de sus representaciones públicas están dedicadas a toreros, bordadores, tonadilleras y capataces de pasos de Semana Santa, como si su estampa (folclórica) estuviera en peligro y hubiera que recordarla sin cesar.

Andalucía, como Catalunya, es uno de los territorios más expuestos ante el encarecimiento de las exportaciones a EE.UU.

Entre esta particular galería de los horrores están el monumento dedicado al Papa Juan Pablo II, la figura en honor de Cayetana Fitz-James, la anterior duquesa de Alba, una reproducción pedestre del torero Curro Romero y la imagen ecuestre de María de las Mercedes de Borbón y de Orleans, madre del rey emérito, estas dos últimas situadas junto a la Real Maestranza.

Ninguna de ellas es más extemporánea que El explorador, obra del escultor estadounidense Cyrus Edwin Dallin, un monumento conmemorativo a la tribu de los siouxs que custodia la estación de tren de Santa Junta: un indio de bronce, montado sobre un caballo, igual que los héroes premodernos, que otea el horizonte entre la avenida Kansas City y la calle Greco. ¿Qué diablos hace una estatua así en Sevilla? ¿A qué se debe que la capital de Andalucía tenga una de sus grandes avenidas consagrada a la metrópolis del estado de Missouri?

Un buque norteamericano en la base naval de Rota (Cádiz)

Un buque norteamericano en la base naval de Rota (Cádiz)

EFE

La explicación es histórica. En el Archivo de Indias de Sevilla se custodia la carta de Ponce de León (1521) que anuncia el descubrimiento de la Florida, donde Trump tiene su residencia de Mar-a-Lago, su particular Camelot dorado. También se guarda el primer mapa de la costa del Golfo de México, que la Casa Blanca quiere rebautizar para reforzar su dominio imperial, y un billete de cuatro dólares (españoles) –emitido en Filadelfia el mismo año de la declaración de independencia norteamericana– que es el más antiguo del que se tiene noticia.

El Puerto de Sevilla aún conserva un muelle con el nombre de Nueva York, desde el que en 1905 todavía salían barcos con destino a la ciudad de Hudson. Un cuarto de siglo después Estados Unidos participó con un pabellón propio –un palacete diseñado por William Templeton Johnson– en la Exposición de 1929, concebida como la gran celebración del hermanamiento de España con sus antiguas colonias, Portugal, Brasil y Norteamérica.

La calle Kansas City, que desde 1969 denomina a una parte de la autoestopista de San Pablo, un tramo de la nacional Madrid-Cádiz, también es consecuencia de un hermanamiento, pero de orden político y posterior en el tiempo. En los años 50, los norteamericanos instalaron en la periferia de Sevilla un embrión de base militar que hizo de puente estratégico entre el Norte de África y el Sur de Europa. Sus instalaciones funcionaron hasta los años sesenta.

Poco después, en 1966, Félix Moreno de la Cova, alcalde durante el primer tardofranquismo, alférez en la Guerra Civil y procurador en las Cortes de la dictadura, viajó a Estados Unidos para conmemorar que la urbe de Missouri incluyera en el Country Club Plaza, un centro comercial, una réplica a gran escala de la Giralda y de la Plaza Virgen de los Reyes.

Réplica de la Giralda del Country Club Plaza de Kansas City

Réplica de la Giralda del Country Club Plaza de Kansas City

Wikipedia

Moreno de la Cova bautizó años después con el nombre del Generalísimo el puente que unía el barrio de Los Remedios con el resto de la ciudad. Descendiente de una saga de terratenientes de Palma del Río (Córdoba), dueños del Palacio de Portocarrero y propietarios de la ganadería de Saltillo –su padre participó en la Sanjurjada de 1932–, la dinastía de los Moreno fue decidida partidaria e impulsora del alzamiento contra la República.

A su vuelta, en un alarde de entusiasmo, Moreno de la Cova le puso el nombre de Kansas a ese tramo de la carretera nacional y hermanó a ambas ciudades. El sioux, instalado con motivo de la Exposición de 1992, fue un regalo de la urbe de Missouri a su siamesa española.

Mucho ha llovido desde entonces, incluso en Andalucía, que es una región donde la lluvia o es devastación o parece un milagro. La segunda llegada de Trump a la Casa Blanca y la guerra comercial abierta por la administración republicana a través de su agresiva política de aranceles ha desatado entre las empresas y cooperativas de la gran autonomía del Sur una lógica inquietud por las consecuencias –económicas y laborales– derivadas del nuevo orden impuesto unilateralmente por el nuevo presidente norteamericano.

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Andalucía, junto a Catalunya, es uno de los territorios más expuestos ante el encarecimiento de las exportaciones a Estados Unidos. Casi el 40% de las ventas de productos agrícolas y ganaderos de España en Norteamérica –1.350 millones de euros– tienen su origen en Sevilla, Málaga, Córdoba, Cádiz o Jaén. El 8% de las exportaciones meridionales dependen pues de las decisiones que adopten las empresas y los consumidores estadounidenses. Casi la mitad de las empresas afectadas por esta nueva situación trabajan en la capital de Andalucía.

También están en el Sur de España –en Rota (Cádiz) y en Morón (Sevilla)– dos de las bases militares más importantes para el ejército de Estados Unidos en Europa. La nueva doctrina Trump, que básicamente consiste en dejar a los países europeos sin el escudo militar que existía desde los años finales de la Segunda Guerra Mundial, resucita ahora la eterna discusión sobre las ventajas y los inconvenientes que suponen dichas instalaciones.

La estatua dedicada al explorador sioux en la avenida Kansas City de Sevilla

La estatua dedicada al explorador sioux en la avenida Kansas City de Sevilla

WIKIPEDIA

Las bases militares, autorizadas por Franco en 1953 para mejorar sus relaciones políticas con los aliados tras la caída de la Italia fascista y la Alemania nazi, en un viraje que terminaría consolidando en el tiempo su régimen, están llamadas a jugar un papel distinto en el nuevo contexto geoestratégico: una alianza entre Estados Unidos y Rusia frente a Europa.

Rota, con 3.200 militares, donde están fondeados los destructores del escudo antimisiles y cuya actividad genera 600 millones de euros en la Bahía de Cádiz, es una plaza esencial para las operaciones de la marina estadounidense en el Mediterráneo. Morón, en realidad situada en el término municipal de Arahal (Sevilla), funciona como una embajada para la aviación norteamericana que realiza operaciones en el Sahel, Oriente Medio y Europa del Este.

Aviones de combate de EE.UU. en la base aérea de Morón

Aviones de combate de EE.UU. en la base aérea de Morón

EFE

En el futuro de ambas bases, cuya existencia no ha sido de momento puesta en cuestión ni por la Casa Blanca ni por la Moncloa, influye también el papel de Marruecos como aliado preferente de Estados Unidos en el Norte de África. Trump puede recortar los contratos de suministros y mantenimiento con empresas españolas en favor de sociedades norteamericanas –ya ocurrió durante su primer mandato– o reconsiderar su funcionamiento ordinario.

Veraneantes en la playa de los Galeones, junto a la base aeronaval de Rota

Veraneantes en la playa de los Galeones, junto a la base aeronaval de Rota

EFE

Cualquier decisión afectará a las arcas de los ayuntamientos afectados, a los que Hacienda hasta ahora compensaba con casi un millón y medio de euros al año por no cobrarle impuestos locales a los norteamericanos. Las bases militares de Estados Unidos son la principal moneda de cambio de España ante cualquier clase de negociación política con Washington. No sucede lo mismo –o no de idéntica manera– a la inversa. El American First de Trump, la súbita guerra comercial y la desconexión militar entre Estados Unidos y Europa afecta ya a todas las geografías. Desde la escala planetaria a la puramente regional. Incluida Andalucía.

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