Recortes inhumanos

Recortes inhumanos
Director de La Vanguardia

Elon Musk está de salida de la Casa Blanca. Hoy informamos sobre su sustitución por el ultraconservador Russell Vought. El paso de Musk por el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) va a suponer un recorte de aproximadamente 40.000 millones de dólares en ayudas a países del tercer mundo. La decisión del fundador de Tesla aboca a la muerte a millones de personas en las zonas más degradadas del mundo. Ayer mismo, la FAO señalaba que el año pasado un total de 295,3 millones de personas en el mundo sufrían inseguridad alimentaria aguda. Y esto sin contar estos nuevos recortes.

Un niño al lado de botes vacíos de vegetales del programa estadounidense 'Usaid' en el campo de refugiados de Dagahaley, que pertenece al gran asentamiento de Dadaab, en Kenia, y que si bien fue diseñado para albergar a 90.000 personas, se calcula que acoge cuatro veces más

Un niño al lado de botes vacíos de vegetales del programa estadounidense 'Usaid' en el campo de refugiados de Dagahaley de Kenia, en 2016 

Propias

El desmantelamiento de los fondos de la Usaid ha sido la peor y la más cruel decisión tomada por la Administración Trump en estos intensos días de mandato. La cifra que se dejará de aportar al tercer mundo alcanza los 60.000 millones de dólares. Así, es fácil que le salgan los números a la DOGE. De la noche a la mañana despidió a la mayoría de empleados de la Usaid. A Musk le pueden dar un premio a la eficiencia económica. Y esta decisión no parece que vaya a ser rectificada, como otras tomadas por Donald Trump, porque las personas desfavorecidas por el rodillo de Musk no tienen ninguna alternativa de ningún otro tipo para presionar o para hacerse oír. Algunos gobiernos europeos, como el nuestro, intentan que la UE aumente ahora sus partidas para el desarrollo y compensar así un poco la retirada de fondos americana.

En una reciente entrevista con La Vanguardia , el hasta ahora
alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, lamentaba que el foco informativo de estos últimos días estaba en los aranceles impuestos por Trump y se hablaba más bien poco de la suspensión de la ayuda al desarrollo. Con su franqueza habitual, el actual presidente del Cidob, decía: “Hablamos mucho de los impuestos a los productos importados, de impuestos a películas, etcétera, pero nosotros no nos vamos a morir de hambre”. Tiene toda la razón. El día en el que el Ibex vuelve a alcanzar en España niveles de récord quizás valdría la pena pensar en la gente que lo está pasando realmente mal en el mundo. No podemos ser indiferentes ante tanta injusticia.

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