Catalán en la UE, división al canto

Ayer vivimos un día salido de los tiempos del procés. Amaneció con aires de jornada histórica, se desarrolló con la emoción del minuto y resultado, hubo solemnidad y terminó en nada. De momento, el catalán no será lengua oficial en la UE.

¿Y qué? Soy de los que piensan que ni el catalán está moribundo ni su fortaleza pasa por traducir documentos en Bruselas. Pasa por los hogares, calles, escuelas y medios de Catalunya (a los vecinos mejor no darles tantas lecciones).

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Omar Havana / Ap

La operación no es cultural ni lingüística, forma parte de una legítima transacción política entre dos partes que se necesitan en tanto las mayorías son las que son. A tenor del precedente del primer gobierno Aznar, el PP habría hecho lo mismo.

Después del procés y sus dislates, el independentismo ha recurrido a la lengua para tratar de reanimar a sus votantes, gastada toda la munición. La operación Bruselas conviene para avivar el frontismo y trazar, de nuevo, dos bandos: o apoyas la oficialización incondicional del catalán en la UE o no te mereces la lengua en la que te expresas a diario (la mejor forma de defenderla).

No disparen al pianista: el PP pinta poco en el no de la UE, fiel al espíritu fundacional

La exigencia de Puigdemont es envenenada y parece mentira que la haga un político que vive en Bruselas salvo que sea euroescéptico: la UE tiene y tendrá muchas reticencias por un sinfín de razones, legítimas e inherentes al espíritu primigenio, un club de estados democráticos que aspiran a borrar localismos y nacionalismos para construir una identidad global.

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Decir que el PP ha impedido la oficialización del catalán es como si yo dijera que este artículo ha decidido la sesión de Bruselas. ¡Ya les gustaría tener esa influencia! Otra cosa es que convenga exagerar la maldad del PP y evocar al franquismo –¿hasta cuándo?– y al infausto “hable en cristiano”, agravio más viejo que Matusalén.

Exigir al Gobierno de España algo que depende de 26 socios escépticos son ganas de exigir. Y de tratar de dividir a los catalanes entre buenos y malos. ¿Que se oficializa? Collonut. ¿Que no? Se ha intentado, otra vez será (o no).

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