Feijóo es el protagonista de una novela de la cual todo el mundo, antes de ponerse a leerla, ha consultado el final para ver si le gustará el libro.
El PP ganará las elecciones. Cuando sea. En los sondeos no hay espacio para la duda. Feijóo gobernará por mucho que Sánchez se saque del sombrero otro truco de mafgia. De sobra se sabe cómo acabará todo. Así que ante esta certeza y perdido el suspense del desenlace de la historia, todo el interés y el entretenimiento radica ahora en ver cómo transita hasta llegar a presidente.

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La autora de la novela es hábil. Ampulosa, de nombre Histeria, sabe que, si quiere atraer a quienes no les ha gustado el final, no tiene más remedio que evitar una historia lineal y secuenciada sin sobresaltos. Si ya se sabe cómo se acaba, es inconcebible que para el lector no haya ningún espacio para la interpretación o romperse los cascos. Algún valor ha de tener la obra. Al lector le gusta el thriller, que haya sexo, personajes oscuros, igualmente el disparate, pero también que en el plano narrativo haya ambigüedad deliberada, y preguntas morales o narrativas sin respuesta. Porque, como dice @finnlongman, así su cerebro tiene algo que masticar.
Y es aquí cuando la autora le hace decir a su personaje principal, un Feijóo histérico por la vorágine del momento, que convoca una manifestación bajo el lema “Mafia o democracia”. Un eslogan que, sí, es lo bastante desconcertante como para traer de cabeza al lector y obligarlo a preguntarse si es retórico, y si el capomàfia es un malvado Perrosanxe que mueve los hilos de Leire Díez. O si, por el contrario, rajoyea y no se da cuenta de que mafia podría ser perfectamente el propio partido que Feijóo representa, el PP.
“Mafia o democracia” es un recurso tan brillante para hacer trabajar al lector que triunfa también en X y Bluesky, dos redes que hasta entonces habían estado distraídas con debates estériles, como si Melody es más altiva que diva; preguntas vitales como: ¿si una serpiente comiera hierba sería hervíbora?
En todo caso, la intencionalidad del lema hace pensar y da tanto o más juego en X y Bluesky que el nada enigmático “Comunismo o libertad” ayusista. O que otra disyuntiva de renombre, el “Referéndum o referéndum” puigdemontista, que vete a saber qué dilema abría...
Pero que la primera proclama no se parezca a la tercera no implica que Madrid no se esté procesizando. Un solo ejemplo: “¡Sánchez nos quiere callados, en casa, divididos y desmoralizados, pero no lo conseguirá”, dijo Dolors Montserrat, secretaria general del Partido Popular Europeo el sábado pasado. Feijóo, el martes: “¡Nos querían callados, pero nos tendrán exigentes!”.
No hay líder independentista pre y post 1-O del que no haya salido de su boca una frase prácticamente calcada.
Porque Ampulosa aprende del pasado y sabe que si en el libro introduce tics del proceso soberanista, con toda la audiencia que tuvo en su momento, el éxito está garantizado.
En su afán de hacer que sea el lector quien mastique, la autora también deja en sus manos que deduzca de dónde sale este Feijóo frenético e histérico. De permanecer escondido ante sus incapacidades y humilde en su propio radio de acción (como hacen muchos otros políticos), ha pasado a exhibir con la cara descubierta que le vale pactar solo con Vox, mostrando un perfil mucho más ampuloso y cargado de retórica política mediática y emocional. El cambio es brusco, demasiado impetuoso. El término mafia es hiperbólico. No le pega.
Entonces es cuando el lector empieza a sospechar si Feijóo es amo de su destino, si actúa con vida propia, como personaje autónomo de esta novela que es una crónica de una presidencia de gobierno anunciada. O si bien ha perdido su autenticidad e identidad y actúa movido por los hilos de una Histeria Ampulosa que no es ni histérica ni ampulosa, sino el seudónimo de alguien que manejaba aquel otro lema de “Comunismo o libertad”.