Un PP demasiado ansioso

Un PP demasiado ansioso
Director de La Vanguardia

Existen muchas dudas sobre el tiempo que puede aguantar Pedro Sánchez al frente del palacio de la Moncloa. Si aguantará hasta el final de la legislatura, como nos recuerda el propio presidente siempre que tiene oportunidad, o si la falta de apoyos parlamentarios o la aparición de algún nuevo escándalo le puede hacer avanzar la celebración de las elecciones. Existe mucha menos incertidumbre sobre la previsible victoria del PP cuando se convoquen esos comicios. Ha hecho mucho daño el escándalo que rodea a Santos Cerdán en las filas socialistas como para pensar que el PSOE pueda remontar las encuestas como hizo en las elecciones de hace dos años.

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La ministra Sira Rego pasa ante los diputados del PP Cuca Gamarra y Miguel Tellado durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados 

Chema Moya / EFE

Por este motivo, sorprende el nivel de agresividad de la inflamada oposición del PP, que actúa como si no hubiera un mañana. Las intervenciones de los diputados populares ayer en la sesión del Congreso, generalizando la corrupción y el mercadeo con prostitutas a todos los dirigentes socialistas, mientras se dejaban ir con gritos y aspavientos ante las intervenciones de los miembros del Gobierno, no son propias de un partido serio, que es hoy el mayoritario en España. Las declaraciones de José María Aznar, respaldadas por Alberto Núñez Feijóo, de poner en duda la legitimidad de las últimas elecciones por un supuesto pucherazo del Gobierno van en esta misma dirección.

No le hace falta al PP caer en este estilo de oposición. Los dirigentes populares transmiten una extrema ansiedad por expulsar a Sánchez de la Moncloa como sea y de la forma más expeditiva posible. Seguramente es fruto del caliente clima político que se vive en la capital de España, pero está por ver si esta estrategia es la mejor para ganar las próximas elecciones o, por el contrario, contribuirá a que siga creciendo el voto de la extrema derecha.

Escribimos aquí que Alberto Núñez Feijóo había acertado al convocar el congreso del PP de la próxima semana, ya que es una buena oportunidad para hablar de programa, de obra de gobierno y de tratar de ilusionar a sus votantes con un ideario en positivo. En cambio, lo único que transmite estos últimos días el PP es un discurso tosco y muy poco institucional. Sánchez no caerá porque el PP grite más o menos fuerte.

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