Todas las culturas han tenido y tienen en los gritos una de sus formas de expresión y aquí los hemos tenido, los gritos y la expresión, durante el pregón de las recientes fiestas de Sants, unas de las más “esperadas y reconocidas de la ciudad”, eso sin duda alguna, y que son famosas “no por los titulares de prensa ni por el foco mediático”, según se explicó desde el balcón de la Casa del Mig. Pues bueno, esta vez, un poquito sí.
Ha sido el vídeo de la semana: dos actrices leen un pregón sacado directamente del Telenotícies, a saber que ocho de cada diez catalanes menores de 35 años no pueden irse de casa de sus padres, que los comercios de toda la vida están desapareciendo, que faltan zonas verdes, que Barcelona es la ciudad más masificada del mundo y que en Gaza se está cometiendo un genocidio.

El pregón de la festa major de Sants
Para subrayarlo, unos gritos a dos voces que ponen en valor que desde los Australopithecus Afarensis, Homo Habilis, Homo Erectus (perdón) y Homo Sapiens, los aullidos forman parte de nuestro acervo cultural. Y más desde un balcón.
Las redes como era de esperar estallaron, mayoritariamente en contra del espectáculo, son muy sensibles. Sin embargo, la cosa tiene mucha más enjundia. Para empezar, a nosotros nos ha traído a la cabeza al cenizo que acompañaba a Julio César y demás generales romanos en los desfiles de sus victorias susurrándoles aquello de Memento mori, recuerda que eres mortal. Pues eso, pásatelo bien, pero tienes un buen marrón delante.
Nos extraña que los gritos y aspavientos de la haka no se hagan populares en otras situaciones, por ejemplo, en las Rodalies cada vez que hay un incidente
Para darle más énfasis a la cosa, las actrices acompañaron sus intervenciones sonoras con otras corporales de la misma índole que fueron aumentando de tono e intensidad. Ya decimos que en contra de lo que opinan las redes, que sólo hemos encontrado un par de opiniones favorables, y todas relacionadas con la res publica, decimos que este momento se las trajo, y no en el sentido que deben estar pensando.
El contexto y el significado relacionan estas interpretaciones con otras similares de diferentes partes del planeta. Con el kiai, por ejemplo, un grito que es una exhalación desde “el vientre que concentra la fuerza física, mental y emocional del practicante”, según los manuales de artes marciales japonesas y antes de dar la patada, o puñetazo, no hemos investigado tanto. En este caso se trataría de prepararse ante el enemigo, que como hemos escuchado en el pregón son muchos y poderosos.
Hay otras demostraciones culturales con que podríamos relacionar lo sucedido en el balcón de Sants, como el grito charro, el lezginka, el kecak o el kabuki, pero nosotros pensamos en la haka, ya saben, la danza de Nueva Zelanda que combina gritos, cantos, movimientos corporales fuertes y gestos faciales como sacar la lengua. De todo tuvimos en el pregón, menos sacar la lengua, somos un pueblo educado, de lo que entendemos por educación.
Un detalle muy destacado en redes es la presencia junto a las perfomancers de la regidora del distrito, abanico en mano e impasible el ademán. Sobre todo se destaca el ademán, o sea, como si nada, calma quizás chicha, porque una de las pregoneras parecía gritarle especialmente a ella, vamos, lo hacía, hasta que su compañera le dio un toque, sutil, pero toque. Es que meterse en el papel en lo que tiene.
Entendemos que en Catalunya se esté reinventando o readaptando la haka, que motivos los hay. Una no entiende que no se popularice más, por ejemplo, en las estaciones de cercanías, que hay para gritar, sacudir la cabeza y hasta moverlas uñas de los pies. Porque alguien nos está, ellos sí, sacando la lengua.