Acaba de estrenarse la última película de Cesc Gay, titulada Mi amiga Eva, cuya protagonista es la excepcional Nora Navas, que aparece en todas las secuencias del filme. En eso, solo en esto, la protagonista se parece a Isabel Díaz Ayuso, que está permanentemente en todas las escenas de la política. Prácticamente no hay semana que no empiece en el plató de Antena 3 o Telecinco, que la tienen como permanente estrella invitada. La presidenta de Madrid se despacha a su gusto contra el presidente del Gobierno, un día tras otro, quitándole el plano a quien no solo es el jefe de la oposición, sino el presidente de su partido.

En la comedia romántica que está en cines, Nora Navas es una mujer de edad similar a la de Díaz Ayuso que un día decide romper con su mundo. La presidenta madrileña no se lleva por delante nada, aunque no descarten que un día pueda provocar un estruendo en su partido. Alberto Núñez Feijóo intenta llevarse bien y marcarle el territorio hasta donde puede, sabiendo que la dama (y su entorno) tiene peligro.
Díaz Ayuso hace un discurso de 150 minutos más propio del jefe de la oposición
Mientras en Catalunya se celebraba la Diada, ella dio un nuevo paso adelante en su voluntad de figurar como la verdadera oposición a Pedro Sánchez. Dos horas y media estuvo en el uso de la palabra en la Asamblea de Madrid. Ciento cincuenta minutos dan para mucho. Siempre tuvo el primer plano cogido para hablar de España, como si el DF se le quedara pequeño, como si quisiera ser la protagonista de la película y abandonar su papel secundario. No citó ni una sola vez a su jefe de filas y basó buena parte de su intervención en criticar el Gobierno.
Definió al Ejecutivo de Sánchez como el peor en democracia, insistió en que el sanchismo es oscuridad y advirtió que conduce el país al abismo. Y se permitió invitar a Sánchez a abandonar la Moncloa: “La gran pregunta es qué barbaridad va a hacer el Gobierno y qué vamos a hacer nosotros”.
Díaz Ayuso se vistió de superheroína de cómic. Habló sin pelos en la lengua y proclamó: “Está en nuestras manos ofrecer una alternativa. Y en esto está el Gobierno de Madrid. Y en servir a España”. La película Mi amiga Eva acaba con un final abierto. La comedia del PP ya se verá.