Compromiso climático de China

El presidente de China, Xi Jinping, se ha erigido en
defensor de la lucha contra el cambio climático frente al negacionismo de Donald Trump. Veinticuatro horas después del discurso del presidente de los Estados Unidos ante la Asamblea General de la ONU a favor de la economía del petróleo y de las energías fósiles, el líder chino defendió en otro acto de la ONU las energías renovables y, por primera vez, concretó un objetivo de reducción de las emisiones de gases invernadero de su país desde ahora hasta el 2035. Que la segunda gran potencia del mundo y la más contaminante del planeta asuma este compromiso es un hecho determinante, aunque no suficiente, para intentar evitar un desastre climático global. Estados Unidos, con la política energética de Trump, puede quedar aislado de la gran transformación energética mundial que avanza cada día, aunque a un ritmo inferior al deseable.

Nunca hasta ahora China se había comprometido con un objetivo concreto de reducción de las emisiones de gases invernadero. Pero Xi Jinping intervino por videoconferencia en una cumbre sobre el clima organizada por la ONU y anunció que su país reducirá sus emisiones entre un 7% y un 10% desde ahora hasta el 2035 en relación con el pico máximo que probablemente se alcanzará este año, si no lo hizo el pasado.

Los porcentajes de reducción de gases invernadero anunciados por Xi Jinping, sin embargo, son muy inferiores al 30% que los científicos esperaban. Ese es el porcentaje que China debería cumplir para alinearse con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global en 1,5ºC a finales de siglo.

La Unión Europea (UE) , que lidera la lucha contra el cambio climático, ha criticado duramente a Xi Jinping por su falta de
ambición en la reducción de emisiones de gases contaminantes. China era la gran esperanza frente al portazo de Trump al Acuerdo de París. El gigante asiático genera más del 25% de los gases de efecto invernadero del planeta. La UE considera, por tanto, que si China no reduce más sus emisiones, se hace mucho más difícil cumplir con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. El compromiso chino es fundamental para lograr esos objetivos.

El presidente Xi Jinping defiende seguir en la lucha climática al margen de lo que haga EE.UU.

Trump, en su discurso negacionista en la ONU, llegó a ridiculizar la ciencia climática. “Es la mayor estafa jamás perpetrada contra el mundo –dijo–. Las predicciones climáticas provienen de estúpidos que han obligado a sus países a gastar una fortuna”. El presidente chino, en cambio, defendió la transición verde y la descarbonización como la tendencia de nuestra época, así como la apuesta por multiplicar las energías solar y eólica. Añadió que el hecho de que un país actúe contra esa tendencia -en clara referencia a Estados Unidos– no debe hacer perder el norte a la comunidad internacional.

Analistas, observadores internacionales y expertos en ecologismo piensan que China irá más lejos de lo anunciado en la reducción de gases invernadero. Los porcentajes fijados del 7% al 10% son un objetivo mínimo y no un tope. La comunidad internacional, en este sentido, debe incrementar sus presiones sobre Pekín para que aumente su ambición climática, ya que, como hemos dicho, de China depende fundamentalmente el cumplimiento del Acuerdo de París.

La minicumbre sobre el clima celebrada en la ONU, aprovechando la asamblea general y en la que han participado 120 países, fue convocada para exigirles que presenten sus nuevos compromisos de reducción de emisiones de gases invernadero desde ahora hasta 2035, ya que pocos lo han hecho. Eso es necesario para recalcular la evolución global de la lucha contra el cambio climático a menos de dos meses de la celebración de la conferencia mundial sobre el clima (COP30) que se celebrará en Belém (Brasil).

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha afirmado que el Acuerdo de París, diez años después de que entrase en vigor, ha permitido frenar el calentamiento global, aunque no lo suficiente, y mantiene vivos los objetivos. “Ha supuesto un antes y un después”, dijo. Sin embargo, el Instituto de Investigación sobre el Clima de Potsdam advirtió
ayer que siete de los nueve “límites planetarios” han sido ya
superados y ello vulnera gravemente la estabilidad de todos los ecosistemas.

La reducción prometida de las emisiones chinas es aún muy inferior al 30% que sería necesario

El compromiso de China, en cualquier caso, es una señal de
que el mundo, al margen de Estados Unidos, avanzará en el
desarrollo de las energías renovables y en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero China está obligada a asumir un mayor liderazgo para poder lograr los objetivos climáticos del planeta.

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