Trump dice que con su fiesta de los aranceles los americanos serán inmensamente ricos, pero no dice quién. Y habla de una gran recaudación, pero intencionadamente o no, se olvida de que quien llenará la hucha de los americanos serán los propios estadounidenses.
La fiesta de los aranceles la acabará pagando la clase media americana, no cabe duda, pero de rebote nos afectará también, pues ya se sabe que cuando el coloso se resfría, nosotros también estornudamos. O hay un plan malévolo y oculto a medio plazo o una gestión económica dirigida por algún perogrullo aficionado. Más bien, con la inmensa deuda americana, me parece una huida hacia delante.
Miguel Ventura Jordan
Suscriptor Barcelona
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