El espectáculo de la Vía Láctea de invierno

Las Fotos de los Lectores

Se ve más tenue y estrecha que en otras épocas, pero se disfruta si la observamos sin contaminación lumínica

Ampliar La Vía Láctea de invierno sobre el santuario de la Mare de Déu del Puig Aguilar y podemos ver Orión a la derecha, de color rojizo, y un Júpiter muy brillante arriba en el centro.

La Vía Láctea de invierno sobre el santuario de la Mare de Déu del Puig Aguilar y podemos ver Orión a la derecha, de color rojizo, y un Júpiter muy brillante arriba en el centro.

Susanna Torres Belmonte / @tespero_sotala_pluja

* La autora forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia

Aunque la Vía Láctea en el hemisferio norte es visible durante todo el año, la parte más brillante (el núcleo galáctico) se muestra con mayor prominencia en nuestros cielos durante los meses de primavera y verano.

En invierno, básicamente le damos la espalda al centro galáctico y miramos hacia afuera, donde las estrellas se vuelven más delgadas con la distancia. Por este motivo, la Vía Láctea se ve más tenue y no tan ancha.

Mientras esperamos la vuelta de la intensidad de la Vía Láctea de verano podemos ver uno de los patrones estelares más famosos y fácilmente reconocibles, Orión, ubicado en el sureste del cielo, aproximadamente a medio camino entre el horizonte y el punto superior. Para poder disfrutar de la Vía Láctea cuanto más alejados de las ciudades y de la contaminación lumínica mucho mejor se verá. 

En este caso, buscando una ubicación alejada de ciudades y con poca contaminación lumínica, me desplacé con mis compañeros David Boixo y Fer hasta el Solsonès (Lleida) para encontrar el Santuario de la Mare de Déu del Puig Aguilar.

Para encontrar cielos con poca contaminación lumínica los fotógrafos de astro paisaje (igual que el resto de aficionados a mirar al cielo) consultamos los mapas de contaminación lumínica y revisamos la escala de cielo oscuro de Bortle. Para planificar la ubicación de la Vía Láctea con algún hito usamos la app Photophills.

El santuario de la Mare de Déu del Puig Aguilar, protagonista de esta instantánea en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia, se alza encima de un acicate meridional del Puig Aguilar en el término de la Corriu.

Fue construido entre los siglos XI y XVII , a caballo entre los estilos románico y barroco. Se trata de una iglesia de una sola nave rectangular coronada por un ábside cuadrado y cubierta de teja a dos vertientes. Un campanario de torre rectangular adosado a la fachada de levante a la altura del ábside, con cuatro ventanas de arco de medio punto sin campana en ninguna de ellas y un tejado a cuatro vertientes. En la fachada de poniente hay dos sencillos contrafuertes.

En la fotografía, además de la Vía Láctea de invierno, podemos ver Orión a la derecha, de color rojizo, y un Júpiter muy brillante arriba en el centro.

Para realizar este tipo de fotografía, a parte de pasar frío y desplazarse mucho, es necesario trabajar mucho el revelado y la edición para poder conseguir hacer visibles los colores que a simple vista no somos capaces de ver y que me gusta pensar que en algún momento de la historia de la humanidad, cuando no existía la contaminación lumínica se podían ver a simple vista.

Ampliar La Vía Láctea de invierno sobre el santuario de la Mare de Déu del Puig Aguilar y podemos ver Orión a la derecha, de color rojizo, y un Júpiter muy brillante arriba en el centro.

La Vía Láctea de invierno sobre el santuario de la Mare de Déu del Puig Aguilar y podemos ver Orión a la derecha, de color rojizo, y un Júpiter muy brillante arriba en el centro.

Susanna Torres Belmonte / @tespero_sotala_pluja
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