El éxito de una Junta de Seguridad, en este caso concreto de Catalunya, se mide por lo que cada parte barre para casa, metafóricamente hablando. Estirando el símil, correcto sin más fue el resultado para los responsables políticos y policiales de los Mossos d’Esquadra, en la cita celebrada en el Palau de la Generalitat, con Salvador Illa al frente. Una Junta de Seguridad que acordó la vieja reivindicación de la Policía Nacional y la Guardia Civil de integrarse en el 112. O dicho en otras palabras, a partir de hoy mismo, policías y guardias civiles estarán al corriente de todas las incidencias que se comunican con llamadas al 112.
Tras varios aplazamientos por citas electorales, la cumbre se convocó con las expectativas altas, entre las que destacaba el compromiso inicial del Gobierno de ceder a los Mossos las competencias de orden público y protección de personas y bienes en puertos y aeropuertos. Una cesión que ya había cerrado el Govern anterior y cuya desaparición del orden del día quedó subsanada con otro compromiso, sin duda mucho más importante para lo que tiene que ver con la gestión del día a día de la seguridad pública: el incremento de plantilla de la policía de la Generalitat hasta un nuevo techo de 25.000 mossos.
Pero al final no fue ni una cosa ni otra y el nuevo techo de plantilla se anunció con tantos condicionantes que quedó claro que costará. El Govern socialista asegura que ese nuevo incremento de la plantilla se acabará consiguiendo, pero que ayer no se podía dar por cerrado porque esa financiación depende de Economía.
Policías y guardias civiles reivindicaban desde hace años recibir incidentes de la sala en tiempo real
En cualquier caso, bastaba con echar un vistazo a la primera fila de la sala de prensa del Palau de la Generalitat para apreciar quiénes estaban ayer realmente satisfechos con el resultado de la Junta de Seguridad. Los responsables de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en Catalunya, el general Pedro Antonio Pizarro y el comisario Manuel Rodríguez Jiménez debían pellizcarse tras conseguir su incorporación al 112.
Hace muchos años, prácticamente desde el primer día que se quedaron sin las competencias en seguridad ciudadana y los Mossos pasaron a ser policía integral, que la Policía Nacional y la Guardia Civil reivindican su presencia en el 112. ¿Por qué? Porque es una fuente de información muy valiosa. El teléfono de emergencias 112 recibe todas las llamadas en las que se reclama o denuncia una incidencia. Convirtiéndose en el mejor termómetro de lo que ocurre en todo momento. Datos que en muchas ocasiones son el punto de partida de importantes investigaciones.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y su homóloga en la Generalitat, Núria Parlon, aseguraron que la incorporación se traducirá en un mejor servicio a la ciudadanía. Y que de esta manera, Policía y Guardia Civil tendrán acceso en tiempo real a aquellos incidentes que son de su competencia.
El equipo de Interior confía en arrancar el compromiso de ampliar la plantilla de los Mossos a 25.000
Anoche, un responsable de la conselleria de Interior insistía en la necesidad de empezar a analizar las estrategias de seguridad pública con una mirada amplia, en la que es “necesario” sumar. Parlon y su equipo aterrizaron en un momento especialmente complejo, con las peores cifras de delincuencia de los últimos quince años, y una planificación tan pendiente de conquistar nuevos espacios competenciales, incluso sin efectivos, que descuidó el día a día del bienestar de la gente.
Que la Guardia Civil y la Policía Nacional reciban en tiempo real los incidentes de sala, seguramente hubiera pasado a un segundo lugar si finalmente se hubiera cerrado el techo de los 25.000 mossos o se hubiera abierto la puerta a la presencia en la Europol. El equipo de Parlon se preocupó más las últimas semanas de arrancar el compromiso de tener más policías, que de asumir unas competencias en el aeropuerto y el puerto para las que tendrá que destinar casi 300 mossos, con una labor que no repercutirá en mejorar las estadísticas de seguridad.
La Junta acordó también la interconexión definitiva de los sistemas de seguimiento de los casos de violencia de género y machista SIAV –de la Generalitat– y Viogen2 –del Gobierno–, lo que se traducirá en una mejora en la protección de las víctimas.
Los Mossos se integrarán el año que viene en el servicio que lucha contra el blanqueo de capitales
También se acordó que la policía catalana, con los Agentes Rurales, asuman la investigación de delitos e ilícitos administrativos relacionados con el medio ambiente en Cataluña, sin perjuicio de los que, al tener una dimensión extracomunitaria, corresponda a Guardia Civil y Policía.
Otro de los acuerdos consiste en que los Mossos se integrarán al punto de contacto único de intercambio de información policial (SPOC), cuando se ponga en marcha. Y el año que viene se incorporarán en el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC) y a la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos. También podrán participar en misiones y grupos de ayuda del Gobierno ante catástrofes en el extranjero. Entre los acuerdos también está que los Mossos se integrarán en la base de datos de alojamientos y alquiler de vehículos y en los planes anuales de inspección en materia de precursores de explosivos como autoridad de inspección.
El independentismo rechaza la inclusión de las FCSE
En las filas independentistas no sentó nada bien la entrada en el 112 de Catalunya de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado (FCSE), es decir, la Guardia Civil y la Policía Nacional. Así pues, tanto Junts como Esquerra reaccionaron de inmediato al anuncio, si bien los posconvergentes tuvieron también reproches para sus exsocios por haber apoyado la investidura de Salvador Illa. El presidente de JxCat, Carles Puigdemont, acusó al ministro Fernando Grande-Marlaska de “descatalanizar” el servicio de emergencias, mientras que para el secretario general del partido, Jordi Turull, la participación de la Guardia Civil y la Policía en el servicio de emergencias catalán supone “un 155” entrando “con fuerza” en las instituciones catalanas “con Salvador Illa de president”. Además, el diputado posconvergente del Congreso, Josep Maria Cruset, extendió la recriminación a ERC por haber votado a favor de los socialistas. “Los que decían haber acordado que los Mossos entrarían en los puertos y aeropuertos son los que han hecho posible que la Guardia Civil y la Policía Nacional española se instalen en el 112. Todo en orden en ERC y el PSC”, apuntó. Por su parte, los republicanos registraron una petición de comparecencia en el Parlament de la consellera de Interior, Núria Parlon, por, a su juicio, “españolizar” el servicio telefónico de emergencias. “Españolizar el 112 es someterlo a los intereses del Estado”, aseguró Laia Cañigueral.