La esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, tendrá que presentarse mañan a por tercera vez ante el juez Juan Carlos Peinado para declarar como investigada. Una causa iniciada con una denuncia del pseudosindicato Manos Limpias y basada en recortes de prensa ha acabado en una amplia investigación secundada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
El instructor Peinado ha dado prioridad a esta causa desde el principio y ha hecho caso omiso a las peticiones de archivo tanto de la defensa de Gómez como de la Fiscalía. En esta ocasión, esta citada para declarar por una segunda querella interpuesta por la plataforma ultracatólica Hazte Oir por un presunto delito de tráfico de influencias sobre la contratación de un software para la cátedra que codirigió en la Universidad Complutense de Madrid.
Después de que la Audiencia Provincial de Madrid diera a Peinado luz verde para asumir la competencia de esta segunda querella, el magistrado la admitió a trámite. La relación entre la defensa de Gómez y el magistrado ha sido tensa hasta tal punto que el juez ordenó a la esposa de Pedro Sánchez que acudiera al Juzgado en persona para recoger el auto judicial por el que se admitía a trámite esta segunda querella.
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Gómez pudo alegar un viaje oficial a Brasil para acompañar al presidente del Ejecutivo y Peinado entonces acordó su entrega en su residencia habitual, La Moncloa. En su primera citación como investigada, el letrado de Gómez alegó el mismo día de la declaración que su defendida no podía declarar porque no se le había notificado una de las querellas presentadas contra ella.
Eso provocó que se tuviera que suspender el interrogatorio y volverle a citar. Bajo este argumento, Peinado quería evitar un nuevo retraso.
La admisión a trámite de esta querella se produjo poco después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) inadmitiera la querellas interpuestas tanto por Begoña Gómez como por la Abogacía del Estado, en representación de Pedro Sánchez, contra Peinado por un presunto delito de prevaricación.
La primera le acusaba de haber adoptado decisiones judiciales “arbitrarias y manifiestamente injustas” mediante la emisión de resoluciones judiciales o adopción de decisiones comunicadas de forma verbal. Mientras, el presidente le acusaba por haberle citado a declarar en calidad de testigo y no permitirle declarar por escrito dado su condición de alta institución del Estado.
Una vez que la justicia ha avalado las decisiones judiciales del titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, éste ha seguido adelante con la causa.
Begoña Gómez tendrá que volverse a sentar ante el juez. La primera se negó a a declarar por no estar debidamente notificada y la segunda porque considera que se trata de una causa política y se negó a responder a ninguna pregunta. En esta ocasión, todo apunta a que también se va a negar a declarar por consejo de su abogado, el exministro socialista Antonio Camacho.
Acceso por el garaje
Como en las anteriores ocasiones, Gómez entrará por el garaje de los juzgados madrileños. Así se establece en el acuerdo gubernativo publicado por la jueza decana de Madrid, María Jesús del Barco, de cara a la declaración de hoy.
También declarará como investigado el exconsejero madrileño Juan José Güemes, actual directivo del Instituto Empresa, que entró a declarar como testigo el pasado 18 de noviembre, pero salió como investigado al apreciar el juez contradicciones en sus explicaciones sobre la contratación de Begoña Gómez como responsable del instituto África Center, dependiente del IE.
